𝐃𝐀𝐃𝐃𝐘'𝐒 𝐁𝐀𝐁𝐘 𝐁𝐎𝐘,⠀⠀fack. [hiatus indefinido]

1

Jack, había dejado de ir a la escuela hace tiempo. Muchos pensaban que aquel pequeño chiquillo ya ni futuro tendría, comentaban cosas horribles sobre el y su padre. Por más de que quisiera odiar a aquel hombre, no podía. Lo alimentaba y le daba una casa, y para el chico eso era más que suficiente. Le hubiese gustado tener una vida normal, como cualquier otro chico de su edad, pero sabía que no iba a ser posible.

Su trabajo era lo que había arruinado su vida por completo.

- ¿Jack, trajiste mucho dinero hoy? Sé que te fuiste con el hombre de mucho dinero.
- si, papá. - el pequeño estiró los billetes hacia el sillón, donde el hombre se encontraba sentado.
- perfecto. Ya veré que hay para cenar. Mañana tendrás que salir a comprar algo. - el pequeño asintió, y se dirigió a su pequeño cuarto, donde dejó su chaqueta. Luego, fue al baño. Pudo ver las marcas que tenía por todo su cuerpo, lo que hizo que algunas lágrimas cayesen por ambas mejillas.
Entró a la ducha, el agua se encontraba caliente. Está, recorría su cuerpo, haciendo que el chico poco a poco fuera relajandose y olvidando cada uno de sus problemas.

El padre de Jack se encontraba hablando con un hombre, quien su hijo no conocía.

- ¿si? Es buena mercancía. Pero consigueme a alguien de mucho dinero, si ya no lo tengo no voy a tener con que mantenerme. ¿Sabes muy bien eso, verdad, Scott?
- si, jefe, se lo prometo. - el otro se colocó el sombrero negro que se había quitado para hablar con Eric Grazer, para luego irse.

El hombre cerró la puerta, haciendo que un estruendoso ruido se oyese. Jack pegó un saltito, miro a su padre, quien parecía molesto y triste a la vez.
- ¿te gustaría irte de aquí, hijo? - el hombre miró al chico con una sonrisa retorcida, la cual asustó a Jack y asintió. - bueno, creo que tu sueño se cumplirá muy pronto. - Jack asintió, aunque no entendía. ¿Lo estaba hechando de la casa? El pequeño Jack no lograba entender a lo que su padre se estaba refiriendo. ¿Habia otro familiar que lo quería cuidar? Se sentía feliz, quizás alguien de la familia tenía ganas de tener que alimentarlo y cuidar de él, no como lo hace su padre.

Hablemos del señor Wolfhard. Tiene 20 años, recién cumplidos, y goza de una gran riqueza, en parte gracias a su padre, por darle su compañia a el tras jubilarse. Claramente el hombre no era viejo, pero estaba muy cansado de trabajar. Su hermano Nick, no quería trabajar en la compañía, ya que le apetecia trabajar en otro lugar. Claramente, tomó parte del dinero de su padre, y Finn se quedó con lo demás. Finn supo levantar la empresa el mismo, más que nada por su forma de ser, la cual atraía a los clientes.

Finn, en este último tiempo, se estaba sintiendo solo. Necesitaba una pareja, pero tenía fetiches extraños. La mayoría de los chicos que se le acercaban, se iban. Tenía contactos que le decían que comprara uno. Tuvo que pensarlo bien, ¿y si le tenía miedo aquel niño? ¿Si no quería que lo vendieran? Pensó en, antes de comprarlo, preguntarle si le gustaría irse de donde estuviera. El lo alimentaria y lo trataría bien, lo mimaría y le daría las cosas necesarias.

Scott Anderson era el asistente de Eric Grazer, y le había prometido que encontraría a alguien adinerado para poder satisfacer las carencias de su jefe. Al hablar con varios de sus clientes, todos le recomendaban a un solo hombre, que estaba dispuesto a pagar lo que fuera. Rápidamente, buscó el contacto de éste.

- ¿hola? ¿Usted es el señor Wolfhard?
- ¿así es, quien habla? - musica Finn, dudaba de quien podría estar detrás del celular.
- uno de mis contactos es amigo suyo, y me recomendó que lo llame. Tengo un niño muy bonito en venta, ¿usted quería uno? - Finn estaba en shook. ¿Cómo hacían para vender niños así como así?
- yo... Bueno, sí. Esque me siento sólo, y bueno. ¿Podría mostrarme al niño antes? ¿Sus padres no lo quieren? ¿Lo maltratan?
- su madre falleció en el parto, su padre quiere venderlo y lo prostituye. ¿Con eso respondo su pregunta, señor Wolfhard? - a Finn se le estrujó el corazón. Inmediatamente respondió.
- ¿podría conocer al niño?
- tengo fotografías, si le apetecen.
- okey, quiero saber cómo és. ¿Cómo es su nombre?
- Jack. - Finn, pensó. Vaya, bonito nombre. - bueno, señor Wolfhard, quería preguntarle sobre el dinero.
- mire, estoy dispuesto a pagar lo que pidan. Con eso digo todo. - a Finn, en esas alturas, ya ni el dinero le importaba. - pero primero quiero verlo.
- perfecto, entonces, nos mantenemos en contacto, señor Wolfhard. Apenas cortemos la llamada le va a estar llegando la fotografía del niño Grazer. -

Finn asintió, como si el otro hombre estuviera al frente de él, pero, al cortar la llamada, recibió la foto de Jack. Finn quedó impresionado, aquel hombre lo debería de vender a millones de dólares. Cuando le llegó el mensaje por el precio, efectivamente era como Wolfhard decía. Pero él estaba dispuesto a pagar lo que fuera, creía que estaba matando dos pájaros de un tiro. El pequeño no sufriría más, no tendría que acostarse con hombres para mantener a su alcohólico padre y el sería feliz junto a Jack. Todo en su plan iba perfectamente. Lo malo, sería que tendría que mantener escondido al pequeño, hasta de su propia familia. Nick, sabía de su orientación sexual, pero su padre no, y se enfureceria si se entera. Había muchas cosas por superar, obstáculos por pasar.

El chico se dirigió a su Oficina, y tomó la chequera. Tomó el celular y escribió la cifra del pago en el cheque. Al luego recibir un mensaje de Anderson, donde marcaba el número de Eric Grazer. « el es el padre, seguramente estarás enojado o, más bien, molesto por que venda a su hijo, pero si le faltas el respeto jamás conseguirás al niño» el mensaje de Anderson lo hizo razonar, no tenía que cometer un error del que se podría arrepentir.

Marcó al celular del hombre con nerviosismo, y las manos sudadas. Éste, atendió rápidamente.
- ¿hola?
- señor Grazer. Soy Wolfhard.
- oh, señor wolfhard, ¿decidio comprarlo?
- sí, quiero a Jack. ¿Cuando podemos hacer los papeles? ¿Seria como una adopción, no?
- si, señor.
- gracias.
- no hay de que.

Y se contuvo. Contuvo toda esa ira, para después de tener al pobre niño entre sus brazos. Él lo protegería, él lo sacaría de el infierno en el que el pobre chico de 15 años estaba viviendo.

El pago de Grazer llegó rápidamente a sus manos, el hombre no paraba de saltar en un pie.

- Jack, anda armando tus maletas. Vas a mudarte.