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Jack estaba nervioso, ¿Cómo debía comportarse? ¿Qué debía decir? ¿Qué cubiertos debía usar? Se preocupaba por estupideces, y lo sabía, pero no podía evitar ponerse nervioso cuando estaba junto a Finn.

Al ser mayor, le tenía más respeto. O él creía que era por eso. Realmente no lo sabía, pero lo único que sabía con certeza era que quería que aquel alto y ruludo hombre lo cogiera. Si, sonaba muy perverso decirlo así, pero lo quería. Lo anhelaba desde que había llegado ahí. Y, si era necesario, el sería su maldita perra. haría lo que quisiera. Cualquier cosa porque lo azote y le diera bien duro.

Normalmente, habría odiado tener un pensamiento como ese o le hubiera dado repulsión tenerlo, gracias al trauma que la prostitución le había dejado, pero con Finn era todo diferente. Él lo hacía sentir distinto.

El mayor notó la inquietud que tenía el menor, y entonces lo miró y le habló.

— Hey, no te preocupes. Quiero que te comportes como normalmente haces, no quiero que seas una persona correcta. No me interesa. Quiero que estés cómodo, que te sientas como en tu casa. Por favor. – Le sonrió, con el objetivo de hacerlo sentir más cómodo, pero lo único que logró fue que el chico se pusiera más nervioso.

El rostro de Jack estaba rojo como un tomate. Nunca se había sentido igual con nadie, ¿acaso estaba sintiendo cosas por el señor Wolfhard? Finn logró divisar aquel notable sonrojo, y volvió a sonreírle. Lo hacía a propósito. El menor escondió su rostro y se metió un pedazo de comida en la boca. Su rostro ardía.

Al poco tiempo, acabaron la cena y Finn le sugirió un postre. El chico dijo que, en el momento, se encontraba bastante lleno, pero que muchísimas gracias por ofrecerle. Al final, se volvieron a casa caminando, ya que el chófer ya había acabado su día laboral.

— ¿Que puedes contarme sobre ti? – rompió el hielo Finn, dejando al otro perplejo.
— Ehh... Yo... B-bueno, no lo sé. S-soy un chico bastante simple. No sé qué decir. – tragó saliva.
— ¿Porqué estás tan nervioso? – se paró frente a él y lo miró a los ojos.
— Y-yo...
— ¿Temes que haga algo que no quieras? Te juro con mi vida que jamás lo haría. – Jack no respondió. Lo miró a los ojos, y el otro dudó. – Tienes algo, algo te ocurre. ¿Quisieras contármelo?
— Es que yo... ¿Puedo abrazarte? – un notable sonrojo se hizo presente en las mejillas del pecoso, y el otro asintió.

Jack abrazó fuerte al mayor, quien se encontraba sorprendido. Recordó que el chico nunca tuvo alguien a quien contarle sus problemas, sus sentimientos, sus inquietudes. El pequeño comenzó a llorar, y ahí se preocupó muchísimo más. Le levantó la mirada y pudo ver las mejillas sonrosadas y sus ojos llorosos.

— No llores... Me lastima. Por favor, habla conmigo, Jack.
— L-lo siento. Es solo que usted es... ¿Porqué me «compró»?
— Quería sacarte de ahí. Bueno, cuando me enteré de tus condiciones. En un principio quería otra cosa, pero eso cambió. Sólo quiero que seas feliz, cariño. Haría lo que fuera para hacerte sonreír, habla conmigo.
— ¿Cree en el amor a primera vista? – Cambió de tema, aunque no totalmente.
— Si, supongo. ¿Porqué preguntas?
— por nada. – se secó las lágrimas y prosiguió. – sigamos caminando, estoy bien.

Finn le tomó la mano y asintió, ambos siguieron el camino hacia la casa del mayor en silencio. Jack pensó en hablar con el otro, pero... ¿Se burlaría de él? Quizás era simplemente una estupidez de niños.

Cuando llegaron a la gran casa, ambos subieron al cuarto. Jack pudo observar como Finn se quitaba los pantalones negros que llevaba puestos, y no pudo aguantarse.

— Wow. – luego de decir eso, se tapó la boca con un gran sentimiento de vergüenza. Finn se encontraba de costado, y terminó dándose la vuelta. Sonrió y habló.
— ¿Tanto así? Tan "Wow". – Una pequeña risa salió de su boca, y el otro contestó:
— Tanto que quiero tocarlo. – Soltó sin pensarlo. No se había dado cuenta de lo que dijo hasta que vió como el otro se acercaba a él. Solía decir esos cumplidos en su trabajo, pero era por obligación, porque sino no recibía su pago, y solo por eso lo hacía. Allí nadie lo obligaba a nada, pero se avergonzaba de ser tan directo con el pelinegro.
— ¿En serio quieres? ¿Estás preparado? No quiero obligart-

𝐃𝐀𝐃𝐃𝐘'𝐒 𝐁𝐀𝐁𝐘 𝐁𝐎𝐘,⠀⠀fack. [hiatus indefinido]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora