El auto negro y brillante donde había ido en un principio, se encontraba colocado en frente de la gran mansión del señor Wolfhard, donde había ingresado hace menos de una hora. Antes, no se había fijado cuan grande era, ya que estaba concentrado en otra cosa. Pudo notar tambien lo hermosa que era, y se dijo así mismo; - realmente no puedo creer que una persona como yo este ahora viviendo en una mansión como la del señor Wolfhard -.
El hombre se acerco a él, y colocó su pálida mano en el hombro del chico.
- ¿Nos vamos, Jack? - el otro asintió, no sabía a donde irían, pero se imaginaba que era por la ropa.El chico hartó al pequeño para que se quitase la ropa saparrastrosa que llevaba, y se pusiera alguna de las camisetas que le había dado, pero Jack se sentía mal, porque tenia el sentimiento de que vivía sin pagarle todo lo que el otro le daba. Estaba acostumbrado a trabajar para pagar el poco alimento que su padre le cedía, y le costaría mucho acostumbrarse a que Finn le diera todo sin devolvérselo.
Ambos se subieron uno a un lado del otro y se dirigieron al shopping, donde vendían mucha ropa. A Jack, su padre le compraba ropa usada en las ferias, y jamas había ido a un lugar como el que Finn lo estaba llevando. Cuando vio lo gigante que era aque lugar, quedo realmente sorprendido. Se dirigieron a un local con el nombre de Pull and Bear, y, en las fotos, Jack pudo notar que en las fotografías, Finn estaba posando, junto a una chica pelirroja y se animo a preguntar.
- señor Wolfhard - musitó por lo bajo Jack.
- ¿si? - el hombre se volteo, con cinco remeras estrechadas entre sus brazos. - dime, Jack.
- perdón por mi atrevimiento pero... esa chica... ¿Es su novia? - dijo mientras señalaba a Sadie Sink, una de las mejores amigas de Finn, con la cual tenían su propia marca de ropa.
- ohhh, claro que no, Jack. Yo no tengo pareja... - Finn miro al chico, quien soltaba un suspiro de alivio. Por un lado, Jack no sabía que estaba ocurriendo, pero intento olvidarse de ello. Quizás, tenía aquel sentimiento por gratitud, porque por fin alguien estaba ahí para él, y había alguien que lo salvara de ese infierno. Finn, entendiendo a la perfección aquella reacción, sonrió y prosiguió. - ¿pero... porque lo preguntas, querido?- ehh... - las manos del castaño comenzaron a sudar, pero no pudo decir ni una palabra. Se limito a observar al mayor, quien lo miraba con una sonrisa ladina. Hubiera preferido ya no hablar más del tema, pero Finn dijo:
- ¿Estás celoso, pequeño? No te preocupes, - susurró - no tengo pareja. Estoy a tus servicios. Y... Me supongo que tu tampoco tienes una - Jack se puso nervioso, más que nada porque había notado los celos que le brotaban. Él quería saber porqué se ponía celoso, pero no entendía. Casi ni conocía al señor Wolfhard, ¿porque se enamoraría de él?Cuando Jack salió del probador después de haberse colocado todas las camisetas de Pull and Bear que Finn le había dado, se las dio al mismo, y el otro asintió. Pagó y se dirigieron al auto de Finn.
Cuando iban en el auto del mayor, Finn colocó lentamente su mano encima de la pierna de Jack, mientras lo miraba de reojo para ver su reacción. Él otro, cerró los ojos y su mente se inundó de recuerdos malos, de todo lo que su padre le había obligado a hacer solo por dinero, y ahí se dio cuenta de que el hombre no lo quería, y le dolía porque si lo hacía, y se culpaba por la muerte de su querida y hermosa madre; En muchas ocasiones, quisiera no haber nacido y dejar que viviera por él, pero no podía volver el tiempo atrás ni cambiarlo todo. Finn notó aquella reacción y apartó la mano de allí, para colocarla encima de su propia pierna.
No comprendía como un hombre como Grazer podría tratar tan mal a su hijo, cada vez que posaba sus ojos encima de Jack sentía como si corazón se estrujaba y le dolía. Se acercó y lo envolvió en sus brazos, sin siquiera pensarlo. El otro no entendía, pero aceptó su abrazo como algo sin importancia.
- oh, Jack, voy a hacer lo que pueda para protegerte, jamás nadie volverá a lastimarte, solo si tú me permites hacerlo.- Dylan miró a Finn, con asombro. Un suspiro salió de su boca, sin más, pero no dijo nada con respecto a lo que el otro le había dicho.Ambos chicos llegaron a la casa y de fueron a su cuarto, para poder acomodarse; Bueno, mejor dicho, Jack fue a acomodarse. Agarró la bolsa y saco las camisetas, para luego abrir el clóset y colocarlas ordenadamente en éste. Finn le había comprado casi siete remeras, y el más chico estaba encantado. Todas eran hermosas y finas, no estaba acostumbrado a usar ropa así. La ropa que el llevaba normalmente, había sido de su padre, ropa vieja; usada. No entendía cómo el otro podía darle tanto, siendo una persona tan barata, tan fácil, tan basura. Se sentía tan asqueroso, tan sucio. No le gustaba sentirse así, pero en esas condiciones, ¿cómo podría sentirse? Intentaba encontrar la forma de poder quererse, aceptarse, poder odiar a su padre por todo lo que le había hecho, pero no podía. No encontraba la forma de poder lograrlo.
El golpe seco de la puerta se oía, pero justo Jack estaba cambiándose. Finn, decidió entrar, para saber si se encontraba bien o le estaba ocurriendo algo.
- ¿Jack, estás bien? - pudo divisar la espalda desnuda del chico, quien rápidamente se volteó para mirar al mayor. El botón de los jeans negros se encontraba desabrochado, hacía un par de segundos que se había puesto el pantalón. Con el rostro algo colorado, el chico se prendió el botón y miró a Finn con nerviosismo.
- ¿s-si? Estaba cambiándome...
- oh, si, cuanto lo siento. Este... Puedes bajar cuando... Termines. - Finn salió de la habitación con los nervios a flor de piel, y se mordió el labio inferior a penas apoyó la puerta.Un poco más arriba del estómago y casi en las costillas, Jack tenía marcas. Cuando su padre estaba molesto porque no le pagaban lo acordado por los comportamientos de su hijo, le hacía cortes y le pegaba. Las demás marcas eran por los fetiches de los adultos que pagaban por niños pequeños, pero se había acostumbrado. Finn notó aquellas marcas, pero no dijo nada. Quizás el chico le dijera cuando estuviera listo, pero tuvo una suposición de lo que podría ser o quién podría haber sido. Cuando el joven bajó, la señorita Margarita, la criada del señor Wolfhard, tenía una rica comida preparada, ya que eran como las 10 de la noche. Tomó asiento y miró al mayor, quien lo miraba fijamente. Cuando ambos se acomodaron, Finn dijo:
- quiero comenzar con una cosa. Es algo complicado, pero prometo que no voy a lastimarte. Tienes que llamarme daddy. Pero ojo, solo cuando estamos solos. Con la gente al rededor, me llamarás Finn. No quiero que digas señor Wolfhard, ¿Entendido?
- sí, Finn.
- mal. No es Finn, ¿Cómo es?
- si, Daddy. - Jack sintió como como la sangre le subía a sus mejillas, y se tornaban de un color carmesí.«Sí, Daddy.»
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𝐃𝐀𝐃𝐃𝐘'𝐒 𝐁𝐀𝐁𝐘 𝐁𝐎𝐘,⠀⠀fack. [hiatus indefinido]
Fanfiction𝐃𝐀𝐃𝐃𝐘'𝐒 𝐁𝐀𝐁𝐘 𝐁𝐎𝐘 𔘓⠀ ˒ fack. ⌁ En donde 𝗝𝗮𝗰𝗸 es salvado por 𝗪𝗼𝗹𝗳𝗵𝗮𝗿𝗱 de la 𝗺𝗶𝘀𝗲𝗿𝗶𝗮. © 𝗳𝘂𝗻𝗲𝗯𝗿𝗲𝘀, 2O19. ...