"Buscándote, encontrándote, viviéndote." H.S.

Capítulo 7. "Hay una chica"

-Entonces yo estaba con tu padre en esa librería tan conocida del centro… ¿Cómo se llama?.-Hizo una mueca tratando de acordarse.

-La ardilla sabia.-Dijo Alley.

-Claro, la ardilla sabia.-Sonrió. –Entonces, estaba buscando recetarios de cocina cuando pasé por el pasillo de novelas románticas y vi tu nombre.-Sonrió con aires de grandeza, al hablar de su hija la escritora se le llenaba la boca de maravillas y se sentía un pavorreal.

-Compró el libro inmediatamente, incluso compró unos para regalar.-Se carcajeó Nicholas.

-Hizo muy bien, suegrita.-Dijo Matt.

-¿Cómo?.-Preguntó Eva sin entender nada. -¿Ustedes ya están…?

-Oh, no, no madre.-Alessa sonrió.

-No aún.-Respondió Matt y besó la mano derecha de Alessa.

-Pero quieres decir que no descartan la posibilidad, ¿Cierto?.-Nicholas se removió en su asiento un tanto celoso.

-Claro que no, si de algo estoy seguro es de que quiero pasar el resto de mis días con Alessa.-Le sonrió a su novia y ella devolvió la sonrisa.

-¡Ni locos te daremos el permiso!.-Habló Allán por ambos.

-Oh…¿tendré que persuadirlos entonces?.-Preguntó con gracia.

-Depende de con qué quieras hacerlo.-Respondió Alley.

-¿Un par de gemelas?.-Habló Matt y Eva soltó un gritito.

-¡¿Sabes que eso sería una completa catástrofe?!.-Preguntó sin poder creerlo Alley. –Quiero decir, un par de gemelos, con un par de gemelas… Amigo si que estás realmente chiflado.-Estalló en carcajadas y Alessa lo siguió.

-Aunque si lo piensas bien, Alley, es una propuesta realmente tentadora…-Opinó Allán.

-¡¿Cómo puedes decir eso, Allán?!.-Preguntó Eva aterrada.

-Relájate má, ha sido una broma.-Se carcajeó. –Nos conformaremos con un auto, claro, uno para cada uno.-Le guiñó un ojo a Matt y éste enseguida se atragantó con la soda.

-Ustedes son los chiflados…-Negó repetidas veces con la cabeza y sonrió. –Para casarme con su hermana no necesito el permiso de nadie.-Nicholas carraspeó la garganta. –Oh, claro que de Nicholas, y nada más.-Sonrió

-Bueno, cuando te hagamos la vida miserable no vengas a decir que no te advertimos.-Allán dijo y se carcajeó.

-¡Allan!.-Lo regañó Alessa.

-Tranquila, hermanita, es broma.-Sonrió.

-Bueno, yo me tengo que ir, se quedan en su casa.-Dijo Alley.

-¡¿A dónde vas?!.-Preguntó Eva.

-¡¿A dónde vas y sin mí?!.-Preguntó de la misma manera Allán.

-Allán, ya hablamos sobre ésta separación.-Alley se rió y Eva negó repetidas veces con la cabeza, ese par desde pequeños le habían sacado canas verdes, azules y de todos los colores habidos. –Saldré con…-Dudó en seguir hablando.

-¡¿Saldrás con Charlie?!.-¡Boom!, Allán soltó toda la sopa y las burlas no se hicieron esperar.

-Si…-Dijo resignado.

-Salúdala de mi parte.-Habló su madre.

-Por supuesto que no, Eva.

-Irrespetuoso.

-Sabes que me muero de amor por ti, madre.-Le sonrió.

-¿Pá?.-Preguntó hacia Nicholas.

-¿Qué sucede?

-Tomaré las llaves del coche.-Avisó, no preguntó.

-Anda, tómalas.-Le sonrió y Alley asintió.

-Por cierto, yo tomaré en un rato las de la camioneta.-Avisó de la misma manera Allán, era una costumbre en ellos en solo pedir permiso y no avisar, muy mala, por cierto.

-¿Y tú a dónde irás?.-Preguntó Alessa.

-Iré a hacer las compras.-Respondió y ella achinó los ojos, quería descubrir algo más pero al ver que su hermano decía la verdad lo dejó pasar.

-Bueno, te acompañaré.

-Si quieres…-Levantó ambos hombros restándole importancia.

-Bien.-Le sonrió.

Así, dos horas después, salió acompañada por uno de sus hermanos menores hacia el súper, le tomó la mano y lo regresó a ver, sonrió emocionada, se sentía muy bien al poder compartir un momento con su hermano, Allán frunció el entrecejo y miró a su hermana, se sentía raro que su hermano lo viera de esa manera pero lo pudo comprender pues hacía mucho tiempo que no lo veía, a decir verdad, el también sentía emoción por la visita de su hermano y su cuñado, estaba disfrutando de dicha compañía.

-Tengo algo que contarte.-Dijo Allán una vez que ambos estaban en la camioneta.

-Soy toda oídos.-Se puso de costado y lo miró emocionado.

-Hay una chica…

-¡Sabía que era eso!.-Lo interrumpió sonriendo. Allán se sonrojó al instante que comenzaba a manejar.

-Bueno, es hermosa…-Sonrió aún más.

-¿Y ya están hablando?.-Preguntó una ___ emocionada, Allán negó con la cabeza suspirando. –Allán, creo que si te gusta de verdad, deberías de hablarle, si de verdad te gusta deberías de acercarte a ella.-Carraspeó su garganta. –Ya sabes, no dejes pasar la oportunidad, después te puedes arrepentir.-Terminó suspirando.

-Creo que te has proyectado.-Dijo Allán sin dejar de ver el camino.

-¿Cómo?.-Frunció el entrecejo, de verdad no entendía a qué se refería su hermano.

-Sí, ya sabes a lo que me refiero.-Sonrió de medio lado y se metió al estacionamiento del súper.

-La verdad es que no.-Dijo tranquila

-Bueno, creo que lo has dicho por lo que pasó hace unos años.-Ella frunció aún más el entrecejo.-El regresó a verla de reojo y sonrió. –Me refiero a tu relación con Harry.-Y fue ahí cuando a ella pareció caerle un  balde de agua helada.

-Q-Qué.-Sonrió nerviosa, no sabía que decir.

-Mírate, te has puesto pálida.-Su hermano se carcajeó.

-No, claro que no.-Negó repetidas veces con su cabeza, sonrió y después suspiró. Se disponía abrir la puerta pero Allán la tomó por el codo.

-¿Quieres que te diga la verdad?.-Preguntó. Ella frunció el entrecejo pero asintió, quería escuchar a su hermano. –Me cae muy bien Matt, no sabes cuánto, me gusta que te trate como una princesa.-Sonrió y ___ hizo lo mismo al recordarlo. –Pero… la verdad, es que me gustaba más Harry, quiero decir, tu relación con él era como…-Se quedó callado pensando en las siguientes palabras que diría. –Era como… ¡Guau!.-Sonrió mirando al frente. Ella estaba tranquila, miraba sus manos y sonreía, después cambió su semblante por uno serio y eso a Allán le preocupó, tal vez se llevaría un buen golpe de su hermana.

-Sí, bueno…-Alargó. –Eso lo hubiese pensado antes de meter a su amante a la misma cabaña en nuestro jodido aniversario.-Se bajó de la camioneta y comenzó a caminar hacia la entrada.

Allán se quedó unos segundos más mientras veía a su hermana caminar, ¿Jamás superaría lo que Harry le había hecho?, era una gran incógnita.