Las cosas cambiaron después de eso. Los domingos me las pase en casa de mis amigos... tuve alguna que otra cita con SeokJin, en las cuales sus preguntas más frecuentes eran sobre mi ausencia en las reuniones de mi padre.
Sin darme cuenta lograron pasar dos meses, ocho domingos en las cuales no volví a saber nada de Jisoo... quizás las cosas debieron ser así desde un principio.
Ahora me encontraba caminando por la gran plaza, donde las luces de neón se apoderaban de la noche, no tenía ningún motivo por el cual salir, pero tomar algo de aire no me haría nada mal.
Mire los locales uno por uno hasta llegar a una cafetería. Cuando pase por la sección de postres no pude evitar que mi estómago crujiera del hambre. Relamí mis labios y entré a aquel nuevo local. El lugar era lindo, acogedor y muy bien cuidado, me senté en las mesas que me permitían estar cerca al gran ventanal, en cual se podía apreciar las luces de la enorme ciudad.
- ¡Rosié! - Voltee al escuchar mi nombre, era SeokJin y... maldita sea, también estaba Jisoo.
- H-Hola - No se ni porque tartamudeé ¡Esto debe ser una broma!
- ¿Podemos sentarnos? - Asentí de inmediato, tampoco es que tuviera otra opción.
Sin querer entable contacto visual con Jisoo, di un pequeño brinco del susto y desvíe mi mirada hacia SeokJin, quien se mantenía con una sonrisa de oreja a oreja.
- ¿Como has estado? tampoco estuviste este domingo, dijiste que...
- Digo muchas cosas SeokJin - Mi voz sonó tan fría que me asusté de mi misma, el no tenía nada que ver con lo que me estaba pasando, ni mucho menos sabía de los problemas que tuve con su hermana... él no tiene la culpa de nada y siempre termino tratándolo tan mal.
- Ah... perdón si te incomode yo...
- Lo siento, y-yo no tuve un buen día hoy - Como era de esperarse solo asintió y volvió con aquella sonrisa que lo caracterizaba, me sorprendía el optimismo y el positivismo que tenía, me gustaría tener un poco de ambos... lástima que soy un desastre de persona estos últimos meses.
Platicamos de unos temas triviales, Jisoo por su parte solo se manifestaba cuando SeokJin la incluía en una de sus anécdotas, debo decir que me desesperaba un poco su falta de interés en la conversación, pero no podía hacer nada, tampoco tenía la potestad de hacerlo.
- Y por eso Jisoo me invitó a comer - Miró a su hermana con una mueca burlona - ¿Que se siente perder contra tu querido hermano?
Después de un buen tiempo la vi sonreír, fue una sonrisa a medias pero algo es algo. Sin embargo, al momento de cruzar miradas su sonrisa desapareció ¿Por qué se comportaba así? Yo debería estar con esa actitud, no ella ¡Es tan desesperante!
Me revolví en mi asiento con algo de incomodidad, no me gustaba mucho este ambiente - Iré a los servicios, ya vengo - Apenas asintió salí volando del lugar, tenía que descansar un poco del entorno algo tensó, quizás esté loca pero yo lo sentía así.
Cuando llegue al baño lo primero que hice fue acercarme al lavamanos, abrir el caño y finalmente tirarme agua en toda la cara como si no hubiera un mañana.
- Creo que estás desperdiciando el agua - Tense mi mandíbula al escuchar esa voz... alce la mirada y pude ver a través del espejo a Jisoo recostada en el marco de la puerta.
Trate de ignorarla, seque mi cara con un pañuelo que tenia en mi bolso para después armarme de valor y pasar por su lado e irme, no tenía otra opción, ella estaba obstaculizando la entrada y a menos que quiera tirarme de la ventana esa era mi única alternativa para huir de aquí.
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UN AMOR INESPERADO | CHAESOO
FanfictionCada fin de semana Rosé siempre era víctima de las maldades que le hacía Kim Jisoo cuando sus padres organizaban una fiesta en la mansión, donde iban algunas socios y familiares, sin embargo, un día algo logro cambiar las cosas, algo que empeoro y...