Capítulo 3: Celos

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Casi toda la tarde transcurrió de forma normal. Me hice amiga de Lalisa y a decir verdad su personalidad era muy distinta a la pensé que sería... ¿Como creí que era?, pues a simple vista la noté algo tímida y quizás alguien muy fácil de intimidar, quien diría que resultaría siendo todo lo contrario.

SeokJin se había apegado demasiado a mi, y cuando digo demasiado es ¡Demasiado! No me dejaba tranquila. No es que no me agrade pero no me sentía cómoda, por otro lado; Lalisa solo se reía de nosotros y nos decía que hacíamos bonita pareja ¡Tonterías!.

- Ahora vengo - Anuncié, tenia que saber algo de Jisoo. No me había fastidiado en todo el día, cosa que me intrigo un poco, ya que ella era de molestarme apenas llegaba a mi casa. Cuando la encontré; la vi conversando con una chica de cabello color castaño, creo que también tenía el mismo apellido. La cosa que era hija de una de las familias invitadas por mi padre.

Ella noto mi presencia, frunció su ceño y me ignoró por completo ¡Me ignoro! antes me hubiera sacado la lengua y si estaba de mal humor me hubiera mostrado el dedo medio.

Suspire y me fui por donde vine. No tenía nada que hacer ahí. Además, no conocía a la chica con la que estaba Jisoo, por lo cual sería muy incómodo si me acercara.

Mi humor quedó por lo más bajo. Me senté en una silla que tenía una sombrilla gigante de color rojo, recosté mis brazos en la mesa con pereza. Antes que pudiera relajarme sentí a alguien acercarse a mi. Por un segundo me hubiera gustado que fuera Jisoo... ¡Demonios!. Sacudí mi cabeza por pensar en ella.

- ¿Estas bien? - La voz era femenina así que supuse que era Lalisa. Se sentó a mi lado para segundos después sentir otra persona atrás mío, esta vez era SeokJin, quien bostezo apenas se sentó.

- ¿Donde te habías metido, Rosié? - Pregunto SeokJin mientras recostaba sus brazos en la mesa. Lalisa me miró esperando una respuesta, suspire y mire el atardecer. Faltaba poco para que esta reunión terminara y pasara una semana más de aburrimiento y... ¡Tareas! malditas tareas.

- Fui por algo de tomar - Mentí. Creo que Lalisa se dio cuenta de eso

- Me hubieras dicho y te hubiera traído algún refresco de la heladera de allá - Señaló SeokJin; un mini bar donde se encontraban nuestros padres conversando.

- Buen punto. Jin, ¿Me traes un refresco? - Pregunto Lalisa de forma burlona.

- No. Tienes manos, tienes pies, puedes ir tú sola - Respondió de inmediato causando una sonora risa de mi parte. Cuando creí que mi humor volvería... involuntariamente desvíe mi mirada. Ahí estaba Jisoo con aquella castaña, con una mano le colocó un mechón de cabello por detrás de la oreja mientras le sonría. Para ser sincera tenía ganas de golpear algo.

- ¿Vamos a la piscina? - Ambos me miraron extraño - ¿No que no sabías nadar? - Cuestiono mi contrario - Ahm... ¿Puedo estar parada?, soy algo alta así que no tengo ningún problema en llegar al fondo.

- ¡Bien! - gritaron los dos... como si hubieran estado esperando que esas palabras salieran de mi boca desde que nacieron. Lisa se quitó su blusa blanca y su short del mismo color en un hábil movimiento, SeokJin ya tenía su ropa de baño, solo se quitó su polo holgado... y vaya que si tenia un buen cuerpo.

- ¿Que esperas? - Me pregunto Lalisa. Reí nerviosa, no tenía puesto mi ropa de baño - Ehm... iré a cambiarme arriba.

- No seas vergonzosa, prácticamente casi somos familia - Dijo divertida. Yo Negué mientras colocaba una mano en mi nuca - No tengo puesto mi ropa de baño

- Ah... te acompaño.

- No es necesario...

- Tonterías - Se acercó a mi y tomó mi mano hasta finalmente llevarme arrastrando hasta la puerta que nos dirigía al living.

- ¡¿Y yo donde quedo?! - Grito SeokJin con un rostro enojado. Lalisa río y le sacó el dedo medio.

Antes de desaparecer entre las escaleras pude notar la mirada de Jisoo, pero no llegue a ver más, solo fue algo breve.

- Bien, muéstrame qué ropas de baño tienes - Me encogí de hombros y abrí mi armario dando a lucir cada uno de los que tenía, creo que eran... ¿quince o veinte conjuntos?, no tengo ni idea. Vi que Lisa abrió su boca en grande.

- Saca las que son de dos piezas - Fruncí mi ceño, no tenia mucho de esos. No repliqué y tomé tres que me había comprado hace poco.

- Este me gusta - señaló uno de color blanco que tenía dos círculos dorados a los costados sosteniendo la tela blanca.

- Ahm... creo que es muy provocativo - Debí parecer una estúpida, después de todo yo lo compre.

- Póntelo - Dijo con una sonrisa. Asentí no muy convencida y me dirigí hasta el baño privado de la alcoba. Me mire al espejo unas cuantas veces, no estaba mal... pero tampoco me veía bien. Suspire resignada y salí del baño.

- Wow... - Me avergonzó ver que abrió levemente su mandíbula, se paró y se acercó a mi - Te ves muy bien. Por ti hasta me volvería lencha - Arquee una ceja - ¿Lencha?.

- Lesbiana - Rio quizás por mi falta de vocabulario vulgar. Ahora que me doy cuenta, nunca me había puesto a pensar sobre mi orientación sexual, lo único cercano a algo homosexual fue cuando Jisoo me beso, ¿Ella será...? ¡Ah! Claro que lo es, si no, no me hubiera besado. Que tonta soy... ¿Eso quiere decir que quizás le atraiga aquella chica castaña? La sola idea me enojaba un poquito.

- Ah... ¿Gracias? - se acerco un poco más y arreglo mi cabello - ¡Ahora si!, vámonos que el idiota de Jin se enojará más - Asentí.

Bajamos los escalones, hasta que finalmente llegamos a la alberca. Tanto como nuestros padres, los hermanos de Lisa y los demás hijos me quedaron mirando y... básicamente todos ¿Tenía algo mal?.

Caminamos lentamente hasta donde se encontraba SeokJin, tomó la mano de Lisa entrelazándola, rio maliciosamente y la arrastró hasta al fondo del agua en un solo clavado.

- ¡SeokJin! - Grito Lalisa mientras mi contrario no paraba de reír.

- ¡Idiota! - se escuchó una tercera voz. Los tres volteamos y ahí estaba Jisoo y la castaña completamente empapadas ¿Por qué me sentía tan bien?.

De pronto percibí una mano en mi hombro, por instinto voltee de inmediato.

- H-Hola... - Por lo que vi era un chico más joven que yo, bueno... quien sabe.

- Hola - Dije en seco. Nunca había sido tan fría. Ahora mismo lo único que quería era seguir viendo la cara enojada de Jisoo.

- Mi nombre es Huening Kai - Arquee una ceja, se me hacía conocido ese apellido.

- Ah... un gus... - Antes que pudiera terminar lo que quería decir, sentí a alguien detrás mío.

- Fuera mocoso - Era SeokJin quien fulminó a aquel pálido chico. En cuestión de segundos ya se había ido a integrarse a su grupo de... ¿Hermanos?, supongo que eran hermanos.

- ¿Te estaba molestado? - Cuestiono como si ese tal Huening me hubiera querido matar o secuestrar.

- ¿No? - Me encogí de hombros.

Me la pase genial en la piscina. Por momentos hasta me olvidaba de la presencia de Jisoo. Luego de media hora los hijos de las familias invitadas se unieron a la alberca, sino fuera porque estaban los padres de cada uno todo sería más divertido, ya que teníamos que limitarnos en algunas que otras cosas.

Decidí salir, ya era tarde. Además, muy pronto habría un festín para finalizar y celebrar un contrato muy importante entre las diferentes empresas de cada familia presente.

Corrí rápido hacia mi habitación, aunque casi tropiezo en el intento. Me puse un short deportivo y un top blanco que hacía lucir mi abdomen algo formado, parecía que todo estaba bien, al menos para mi. Sin embargo, cuando abrí la puerta sentí que mi corazón se había salido del susto.

- ¿Qué pasó, Jisoo? - Pregunte más tranquila.

- Tus padres me mandaron a llamarte porque te estabas demorando demasiado - Ví como disimuladamente mordió su labio, cosa que provocó que mi corazón se acelerara.

- B-Bueno... ya estoy lista - Rei nerviosa, esto era algo realmente incómodo.

Todo paso tan rápido que el sonido del cerrojo se hizo audible en toda la habitación...

UN AMOR INESPERADO | CHAESOO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora