Kalea se pone delante de mí como una loba protectora cuando se da cuenta de que me he congelado en el suelo.
—Señor Carti, qué sorpresa tan desagradable. ¿Puedo preguntarle qué piensa que está haciendo sentado en la silla de la dueña?
—Mi familia posee el 45% de las acciones de esta compañía. Mi nuera es propietaria del 50%, creo que tengo derecho a sentarme donde me venga en gana, después de todo, esta compañía se hubiese ido por el caño si no fuera por mí. ¿No es así, querida Leah?
Miro de él a Kalea, sin saber qué hacer. Él tiene razón. Habría perdido la marca si no fuera por él, pero solo pensarlo me da ganas de llorar.
—¿Sabe la diferencia entre 45% y 50% o necesita que se lo recuerden, señor? Y, por favor, deje de llamar Leah su nuera, todos los presentes sabemos aquí que es un matrimonio falso tramado por usted y su hijo.
Divian Carti coloca su mano sobre su pecho, como si lo que Kalea dijo le hubiese herido. Me mira con los labios abiertos y las cejas levantadas.
—¿Vas a dejar que esta mujer me hable de esa manera, nuera? Recuerda ... si no me tratan de la forma en que se supone que deben hacerlo, siempre puedo retirar mi dinero y dejar el 45% de las acciones para que cualquier otro extraño las compre y haga con ellas lo que quiera.
Niego con la cabeza rápidamente, con los ojos muy abiertos. Me paro frente a Kalea y la miro, rogándole con mis ojos que se detenga. Kalea le da una advertencia silenciosa con los ojos y luego me observa, suspirando.
—Por favor, dame un momento a solas con él.
Ella se burla.
—No te voy a dejar sola con esa serpiente.
—Por favor. Espérame afuera, canta una canción para mí y estaré contigo cuando se acabe. No me va a lastimar, no te preocupes.
—Él ya te ha hecho daño —dice girándose para salir de mi oficina, pero se sienta en los sillones rosados frente a mi oficina y, porque las puertas y paredes de la oficina están hechas de vidrio, puede ver a través de ella.
Me doy la vuelta y fuerzo los músculos de mi cara a crear una sonrisa falsa para Divian Carti.
—Por favor, perdone a Kalea ... ella no quiso decir nada sobre los arreglos que se hicieron para salvar a la compañía. ¿Qué está haciendo aquí?
—Parece que no me quieres aquí, querida.
Eso es porque no te quiero aquí, especialmente hoy. Agito mi mano y me río.
—No, ese no es el caso. Por lo general, es mi marido el que se aparece por aquí. Nunca usted mismo, entiendo que tiene mejores cosas que hacer.
Él juega con el lápiz en mi escritorio y sonríe.
—¿Sabes? Cuando mi hijo me dijo que estaba enamorado de ti, realmente no entendía por qué. Eres hermosa, eso es obvio, pero pareces bastante normal para mí. Nada extraordinario, nada por lo que obsesionarse, pero pareces bastante inteligente. Me gusta eso.
Ouchi... me encantaría decir que no dolió, pero estaría mintiendo.
—¿No pensaste que me perdería una reunión tan importante como la que tendrás con Gian Bianchi, o sí?
Ay Jesús. ¿Cómo supo? Ni siquiera le dije a Alan ... espera. El contrato. El contrato de confidencialidad fue enviado a cada persona que trabaja en la oficina central, eso incluye al más importante accionista de la compañía.
—Si soy completamente honesta... no sabía que usted sabía que Gian vendría hoy. Lo siento, olvidé decírselo, he estado ocupada con mi papá.
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Con él
RomanceLeah Van De Plasse renunció a su libertad para salvar la compañía de su madre, que ahora depende en su totalidad de ella luego de que su padre ha caído prisionero de una enfermedad extraña que ya no lo deja moverse. Una noche después de que su padre...