Capítulo 6

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La serie de Once Upon a Time y sus personajes aquí mencionados no me pertenecen

Muchas gracias a todos por sus comentarios que como siempre me encantan. Me gusta mucho saber sus pensamientos respecto a la historia y espero les guste este nuevo capítulo.

 Me gusta mucho saber sus pensamientos respecto a la historia y espero les guste este nuevo capítulo

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Tarde.

De esa forma definía Regina su situación con David porque llegó literalmente tarde a la vida de él y él a la de ella.

David era el amor verdadero de otra y se suponía que ese era el amor más fuerte e invencible de todos, algo inquebrantable, que era capaz de vencer cualquier obstáculo y no había forma, ni siquiera una remota posibilidad de que el príncipe sintiera algo por ella. Además nadie se iba a enamorar de la Reina Malvada y mucho menos él, el amor verdadero de su más grande enemiga.

¿En qué había estado pensando cuando lo dejó entrar a su vida?

Era tarde para todo, para ella, para su oscuro corazón, para que hubiera luz en su vida porque estaba segura que David no veía nada más en ella que una diversión, algo prohibido y pasional, algo oscuro que lo hacía disfrutar del pensamiento de no ser tan puro y bueno de corazón, algo que era totalmente estúpido porque Regina no veía algo más en él que no fuera luz.

No podía culparlo de ninguna forma por no quererla y solo desearla, ella misma había establecido las reglas de ese acuerdo y le había dicho explícitamente que no quería nada más que la entrega de ambos en cuerpo y aun así ella había sido lo suficientemente tonta como para haberse enamorado de él.

No era el primer hombre ni el último que solo estuviera interesado en ella por el sexo, sin embargo David no era como los demás que solo tomaban de ella lo que querían, al menos el príncipe se preocupaba por ella genuinamente o al menos Regina esperaba que eso que veía y que sentía en él fuera verdad. No podía negar que era encantador, posiblemente eso era lo que la hizo caer en la ilusión sin freno alguno y si no supiera que no era merecedora de amor pensaría que en verdad él podría sentir algo por ella.

Siguió llorando aferrando en un puño la maldición. Ya no había marcha atrás, estaba perdidamente enamorada de David y no podía lanzar la maldición bajo ninguna circunstancia ahora, el príncipe con su trato, su sonrisa bonita que siempre le dedicaba, con la intensa mirada de sus bellos ojos azules, su forma de tratarla, con sus besos, caricias y su preocupación por ella hicieron que sin darse cuenta comenzara a amarlo. Por más que en su corazón estuviera Daniel era David quien ocupaba ahora la mayor parte del mismo y también sentía que de su alma. Era imposible que se atreviera a hacer lo que su madre hizo con Daniel, no podía arrancarle el corazón a David y matarlo para lanzar la maldición, el solo pensamiento la hacía sentir muy mareada.

Habían lecciones que la reina tenía bien aprendidas y no podía olvidar jamás, sabía que el amor era una debilidad, no le cabía la menor duda de que eso era cierto y por lo mismo sufriría las consecuencias de haberse enamorado de David.

The Thing He Desires MostDonde viven las historias. Descúbrelo ahora