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¿La ves? Ahí caminando en el pasillo, disimulando sus pies chuecos e inseguridad, su caminar llega a ser tosco y poco femenino.
Lleva un cabello suelto y como siempre no ordenado, va sin maquillaje, al parecer el dia de hoy se levantó tarde y no le quedó tiempo.

Lleva el uniforme que todas deben llevar, sin acortar o arremangar, le gusta que cubra lo que debe cubrir, incluso le gustaría que fuera más.
Pero ella se ve comoda asi, mientras su mano se menea de atrás hacia delante con su andar saltarín.

Si te fijas bien, usa toda la planta del pie para caminar, lo cual crea la ilusión de que va dando pequeños saltitos. Mientras va llegando a las mesas posicionadas en el patio se cruza con alguien.

Un hombre mayor, su amor platónico desde que tenia 14 años.
Le sonrié timidamente a su profesor sin saber que hacer, y de sus labios sale un añiñado y suave "Hola".

Él le responde con su coqueta sonrisa y un movimiento de cabeza, lo suficiente como para que la sonrisa de ella se amplie.
Cuando siguen sus caminos ella trata de disimular su frustración.

Ese "Hola" no sonaba a ella, ¡que tonta!, ahora debe creer que eres una bebé.
Resopla y llega donde sus amigas. Ellas se mueven y le dan un lado para que ella se les una a almorzar.

- Tu no pierdes oportunidad Emily.- la molesta Kathy juguetona.

- ¿A que te refieres?.- contráataca fingiendo desinterés.

- Ahora te haces la desentendida, pero hace unos segundos parecias china por la sonrisa que te sacó el profesor "ya tu sabes quien".- le reprendio con humor Flavia.

Emily rió y negó, no podia mentirle a sus amigas que la conocian.

- Mejor coman con la boca cerrada antes de que me empute más.- soltó con su propia brusquedad y humor.

Ellas solo rieron para seguir hablando de temas suyos.
Noviazgos, chismes, inseguridades, miedos, futuro, aspiraciones, pero principalmente que este sería su ultima dia de clases de primer semestre, para disfrutar de 2 semanas libres.

Eso era lo que Emily amaba de ellas, todas eran tan distintas en personalidad, gustos, etc. Pero aún asi se complementaban de maravilla.

Se tomó unos segundos para admirar la belleza de cada una de sus amigas, sintiendose orgullosa de tenerlas y siempre pensaba que le gustaria tener de cada una.

Emily pensaba en sus 2 amigas,  siempre deseaba y añorada poder tener el cuerpo de una de ellas.
Ella trataba de encontrar su atractivo, pero le parecia imposible al lado de ellas.

Aún asi su sonrisa no se borró de su rostro por que habia aprendido a ignorar esos pensamientos tal y como sus amigas le habian dicho.

"Emily todas somos hermosas y unicas a nuestro modo, no dejes que los populares o el resto te ponga etiquetas, por que ellos no te controlan, tu lo haces"

Recordó con cariño y poder las palabras que Kathy le habia dicho que firmeza mirandola directamente a los ojos.

Durante el dia ella era Emily, la chica poco atractiva para su salón, torpe, buena consejera, inmadura, poco popular, bulliciosa y alocada.
Entre su grupo de amigas ella era la "bromista", siempre las hacia reir y nunca lograba ser seria, su peculiar risa y extrovertida actitud era lo que causaba el poco interes y el rechazo de los muchachos de su edad.

Pero en la noche, era Tiffany.

Después del receso

- ¿Se entendió el tema?.- alzó Emily la voz al estar al frente de su salón, organizando los proximos eventos en los cuales recaudarian dinero para el gran viaje de fin de año.

- ¡Si!.- respondieron todos en distintos tonos.
Ella sonrió y asintio para ir a su asiento.
Debia terminar de anotar unos apuntes para la venta de esa semana, ella como responsable de la organización debia mantener todo bajo control.

Miró su celular para ver que quedaban 4 minutos de receso, ahora sería la ultima clase.
Resopló y salió del salón en busca de su casillero para encontrar su cuaderno de Historia.

El timbre sonó, el profesor entró y Emily retomó su asiento, miró al profesor y jadeó involuntareamente.
Él posó la mirada en la suya por unos breves pero eternos segundos, por el nerviosismo, con su dedo indice acomodó sus lentes hasta que volvieran a pegarse a su nariz, producto que de que ella siempre bajaba la mirada cuando él estaba cerca.

- Calmate Emily.- se dijo a si misma para comenzar la clase.

Horas mas tarde

- Adios chicas, disfruten las vacaciones de invierno.- se despidió Emily poniendo su mochila detrás de su hombro.
Sus amigas le dieron un rápido abrazo y se separaron.
Debia correr a sus clases pre-universitarias, sus padres habian trabajado muy duro para que ella pudiera tenerlas y prepaparse antes de entrar a la universidad.

Caminó por el recurrente camino que tomaba cada dia, mientras sus pies se movian ella repasaba lo que debia hacer durante el dia.
Despues de esas clases debia ir a trabajar.

Esa era la parte mas divertida del dia.
Ya sabrán el porque...

Miss InocenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora