Fiestas

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Es extraño cuando estás entre la música que una vez con tantas ganas bailabas.
Entre un montón de desconocidos, que jamás serán algo distinto.
Cuando te encuentras sola, aislada, y no estás cansada de bailar o saltar, simplemente te agota estar.
Y las diferencias de quien una vez fuiste se hacen presente.

De repente no sé qué es lo que está tan mal conmigo, de no encontrar gozo en los movimientos sin sentido entre las luces distorsionadas de tonadas animadas.
No entiendo cómo un sentimiento puede ser tan largo y profundo.
Me marea, no por el poco alcohol que ya no he podido disfrutar, ni por agitar con fuerza la cabeza.
Pero todo a mi alrededor se siente de otro mundo, tan alejada a mi existencia, como si el mundo ignorara cuan insignificante me encuentro.

Quiero disfrutarlo, sentirme en control de mis emociones, no creer que caeré al suelo lleno de lágrimas y voces en la cabeza.
Quiero sentir que me podré levantar para poder avanzar, que lograré ser una más en una ola de personas bailando sin razón.

Y no puedo.

¿Será infelicidad? ¿O solo ya no estaré en el lugar correcto?
Y aún así ¿A dónde pertenezco?
Tal vez a mi soledad, a los bailes privados en mi habitación, y los coros desafinados del baño.
Seguro en el centro de mi persona, donde nadie más importará o interferirá.

Lo inefable del almaWhere stories live. Discover now