Lo inefable del alma

El amor es una decisión

El amor es una decisión, y aquí te explico por qué.

Imagina...
Conoces a una persona, y es INCREÍBLE. Pasas los mejores momentos a su lado, puedes confiarle lo que sea y contar con su apoyo sin importar nada.
Te hace reír, te trata bien, al parecer eres feliz, y todos lo han notado; te lo han dicho, incluso brillas un poco más.
Y te ha puesto el mundo de cabeza, al fin encontraste donde perteneces, porque simplemente todo pareciera correcto a su lado.
Y le amas, como tal vez nunca lo has hecho. Le amas cada faceta, cada buen acto, cada beso y caricia. Simplemente amas todo de ese ser humano, y sientes el agradecimiento de haberte topado con alguien que logra causar un impacto tan positivo en tu vida.
Todo parece perfecto.

Y de repente...cambia.

Tarda en contestar, miente sobre dónde está.
Caen en una rutina, no del buen modo; no de esa que tenían donde todo era armonía y alegría. Hablo de la rutina en dónde están acostumbrados a estar juntos que pareciera una obligación.
Los detalles carecen, el interés se desvanece.
Si tienes suerte, ahí se detiene.
Y si no...
Empiezan las discusiones, los gritos sin sentido. En el peor de los casos, uno de ustedes suelta golpes. En el peor de los casos, esos golpes dejan cicatrices, y no me refiero solo a palabras.
Ojalá nunca te suceda, ver a la persona que más amabas convertirse en un monstruo; ver el hogar que anhelabas quebrarse por completo.

Y es obvio que te preguntes ¿Qué nos pasó?
Es probable que ahora pienses ¿Quién eres?
Le desconoces por completo, la dulce persona que una vez conociste, ha cambiado.
Y te pondrá excusas, o razones a medias.
Tal vez te culpes, quizá no comprendas.
Y podría acabar ahí, en qué cada uno comprenda que es momento de continuar.

O puede que no...

Empezarás a buscar motivos por los cuales quedarte. La rutina, la comodidad, la costumbre.
Es que te hace tan bien tenerle cerca, te hace tan feliz aún. Sabes que muy en el fondo, no pudo haber cambiado del todo.
Y te convences, que volverá a ser igual, solo necesitan hablar.
Te convences, "fue un error", "sé que me quiere".
No importa las veces que te repitan lo mal que estás, lo infeliz que te ves, lo turbio en tu ser.
Hasta que inevitablemente acabará...esperemos en una ruptura y ya.
Terminara porque ninguno aguantará más.

El amor es una decisión...
Por que tu ves a una persona y decides amarla por todo lo bueno que le has encontrado. Incluso después de ver sus errores en imperfecciones, sabes que es un ser humano que vale la pena, y decides amarle.
Y cuando todo cambia, aún cuando la persona que está frente a ti no es la misma.
Tú decides si amarás lo que ves o no.

Lo difícil de dejar ir, es tomar la decisión de ya no ser parte de su vida.
Lo difícil es darte cuenta que no existe otra salida.
Tomamos decisiones a diario, y amar es una de ellas.
Por eso, cuando encuentres a alguien, no solo sientas, también date cuenta.
Cuando te enamores, no te aferres al sentimiento con ceguera. En muchos momentos tendrás que decidir en vez de sentir.
Muchas veces tendrás que elegir y no solo sentir.