27. Deseo.

239 36 19
                                    

—Me inscribire en un dojo de karate.—dije.

—¿Estas seguro?—pregunto la rubia mientras comía de sus papás del mcdonald.

—Si.—respondí mientras comía mi hamburguesa.

—Entonces, ¿Quieres repartir más palizas por hay?—dijo la rubia.

Yo solo rei nervioso.

—No, ya no buscaré problemas por nada.—le respondí con toda mi sinceridad y humildad.—Es que, solo quiero dejar de estar oxidado en mi estilo de combate, y quiero proteger lo que amo.

—No lo entiendo, pero si se trata de protege lo que amas, esta genial. Pero suena algo cursi.—dijo.—Si te soy sincera, mientras no mates a nadie, está todo bien.

—Me aseguraré de ello.

—Y, cuéntame, sobre el “individuo”.—hizo comillas con sus dedos.

—¿Que tratas de decirme?—cuestione confuso.

—No te hagas el loco. Hay química entre tú y Félix, ¿Cierto?

Cuando Sofía dijo aquello solo pude sonrojarme, y doblar mis labios de la vergüenza.

—Bueno...

—Bueno, no, dime, ¿Que hay ahí?—me interrumpió.

Suspiré.

—Él me gusta.—dije.

Ugh, me he librado de un gran peso.

—¡Dios! ¡Que asco!—expreso la rubia con una mueca.

—¿Eres homofóbica?

—¿Eh?—ella me miró con el ceño fruncido.—¡Ah! ¡No! ¡No era eso! Es que me dieron la salsa que no quería para los Nuggets.

Ah.

—Por un momento pensé que me odiarias o algo.—sonreí nervioso.

—Nah, haz lo que quieras.—dijo relajada.—¡Siempre quise un amigo gay!—esbozo una sonrisa de lado a lado.—Bueno, me esperaba una diva, o como se diría, ¿Un divo? Pero bueno, no importa.

—Que bueno, ¿Supongo?

—Ah, Bolt, has cambiado tanto, ahora mírate.—ella jalo de mi cachete.—Pero, ¿Él lo sabe? Ví que estaban bien abrazados el miércoles en el parque.—subió sus cejas de arriba a abajo.

—Eh, ha dado indicios. Pero creo que sí.—dije.

Sofía tomo mis manos y me sonrió de oreja a oreja.

—¿Eh? ¿Que pasa?—cuestione por su acción.

—¡Estoy feliz por ti! ¿No puedo estarlo?—ella río.

—Gracias.

Dentro de mi algo creció, esa sensación de regocijó en lo más profundo de mi alma, se llama felicidad.

—No pierdas tiempo, declárate.—dijo.

Trague saliva, ¿Realmente tendría el valor para ello?

—Y no me vengas con que no puedes; ¡Le rompiste la nariz a Roberto! Y también casi noqueas a alguien en el cine, cuando fuimos a ver capitana Marvel, no me vengas con que te da miedo una declaración.

Okay, no tengo excusa.

—Lo haré.—afirme.—Pero será cuando me inscriba en el dojo.

—El karate puede esperar.—me miró de manera amenazante la rubia.

—Eh, ok.

Al día siguiente fui a la casa del pelirrojo, estaba nervioso, pero se supone que tendría que cálmate sino todo saldrá mal.

Eh deseado este momento por tanto tiempo, es como si el deseo que pedí en la fuente se estuviese haciendo realidad, solo falta que él diga que si.

Iba a tocar el timbre, hasta que escuche un ruido estruendoso dentro de la casa, me estremecí un poco, se escuchaban ruidos como si estuvieran peleando.

Entonces yo...

“—¿Esos moretones son del tor-” “—Shh, no lo son.—”.

No pude evitar entrar por puro impulso a la casa del pelirrojo.

—¡Félix!

Oh, mierda.

Lo que ví me dejó perplejo, y ya sabía que Félix no sólo peleaba fuera de casa.

Él y su padre están peleando como salvajes.

_-_-_--&__&--_&-_-_-_-_-_--_--__--__-_-_-_--_-_-_-_--__-_--_-_-_-_--_

Padre e hijo :v ¿Quien no quisiera una relación así con su padre?

:D

Me da nostalgia esa relación familiar :'v

Pero bueno

Aquí está el capítulo

Espero que les haya gustado.

:)

Teeth [Fonnie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora