8. Siendo fuerte.

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—¡Golpea!—repitió una vez más el pelirrojo.

—Guh, mierda.—se quejó. Paro de golpear el grueso y gran árbol que tiene Félix en su patio.—E-esto en una locura.

—¡Lo sea o no! ¡Necesitas hacerlo!-replicó.—¡Si yo lo hice! !Tú puedes!

Él pelimorado jadeaba cansado por hacer aquello. Sus nudillos solían bastante, sentía que se iban a romper en pedazos. Cuando Bolt miro sus nudillos, dio un respingón al ver la sangre y la piel rasgada en estos.

—¡No!—grito—Ya fue suficiente...

Félix observó las manos de Bolt, y el pelirrojo suspiro.

—Espérame. Ve y siéntate ahí en esa mecedora.—dijo.

El pelimorado hizo lo que le habían dicho y se sentó. Espero a Félix mientras se mecía.

Han pasado ya solo dos días y ya tiene una lesión, aparte de dolor muscular que siente cuando termina los ejercicios. Bolt había dominado el boxeo de sombra y el jab, Félix lo ayudó con el movimiento de pies y con sus reflejo tirándole cosas.

Félix volvió.

—Dame tu mano.—dijo.

Tenía un botiquín médico. Bolt llevó su mano a la del contrario, este tomó pomada y alcohol, un poco de algodón y bendas.

Delicadamente junto el algodón con alcohol en los nudillos, Bolt se quejó entre dientes. Félix continuo, ignorando los sonidos de dolor del menor.

—Aguanta, ¿qué no eres un hombre?—dijo el pelirrojo.

Junto la pomada en las heridas y puso un poco de algodón con alcohol en cada nudillo rasgado. Tomó las bendas y las envolvió en la mano del pelimorado.

-Dame la otra.

Mientras Félix hacia el mimo procedimiento, Bolt aguanto. Este veía como Félix hacia las cosas con delicadeza y cuidado, observando no cometer ningún error. Bolt vio las manos de Félix; eran de medio tamaño, pero sus nudillos eran gordos, con cicatrices y callos, sus manos se sentían duras, como si tuviesen gran fuerza.

¿Es este tipo de manos que obtendré con este entrenamiento?

Bolt se cuestionaba algunas cosas mientras Félix le curaba.

—Listo.—aviso.—Descansa un poco, el dolor se te irá.

Los ojos de Félix hicieron contacto con de Bolt, el pelimorado se sonrojó levemente. Esta situación le parecía vergonzosa.

Félix se levanto y fue a practicar algo de boxeo de sombra. Bolt observó a Félix practicar.

El pelirrojo esquivaba esta vez más golpes y cada ve que contraatacaba, paraba y volvía a hacer el boxeo de sombra.

Este no es Ricardo.—pensó.—Es otro, más fuerte, se ve que le está dando problemas.

Félix seguía. Sus ojos estaban abiertos completamente, atento a cualquier movimiento. Entonces se detuvo una vez más.

—¿Quién es?—pregunto el menor después de observar por un rato.

—Es Mike tyson. El, o uno, de los boxeadores más fuertes.—respondió.—Pero ya dejare de joder con el boxeo. Que ahora sea una pelea sin reglas, una callejera.

Después de haber dicho aquello, se puso en guardia de una manera distinta; se encorvo, dejo caer sus brazos, dejándolos elevarse un poco en el aire, las palmas de su mano estaban abiertas.

¿Qué clase de guardia es esa?

El pelimorado desde aquel día que lo estaban entrenando, es la primera vez que ve una guardia como esa, más contra un boxeador. El único que no se ponía en guardia en el mundo del boxeo, era Muahamed Ali. Con unos increíbles reflejos, velocidad, fuerza, agilidad, juego de pies, resistencia y confianza en sí mismo.

Teeth [Fonnie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora