Pecadora [K.T.]

03

Título;  ardiente

La ora de la última reunión en el día acabo y ya era tiempo de que cada quien fuera a su habitación para hacer sus actividades nocturnas.

Enari caminaba por el pasillo directo a su habitación, en aquel castillo no había luz o algo traído de la ciudad.

Enari ni siquiera sabía cómo era todo allá, y realmente le gustaba mucho el vivir así, con tranquilidad, paz, y fuera de la ciudad, ya que por pocas de las hermanas del lugar, decían que era muy grande, ruidos, mucha gente, personas malas tanto como buenas, un lugar con demaciado lujos y tecnologia avanzada, cosa que a la chica no le emocionaba del todo, pero si pudiera algún día quisiera salir y conocer la ciudad.

El pasillo era iluminado por la luz de la luna que entraba por las grandes y largas ventanas, haciendo el campo de visión mas fácil, la vista de la chica fue directo a aquellas ventanas, quedando estupefacta por la belleza de la luna, enorme y blanca acompañada de miles de estrellas que bailaban y destellaban en el obscuro cielo nocturno, era una de las cosas que más le fascinaban a la chica de las grandes cosas que Dios había creado, ¿cómo es que Dios creo todo eso en tan sólo siete días? Todo tan hermoso, ella estaba segura de que Dios podía crear todo eso en un día, pero para que las cosas salieran hermosas, tenía que tener paciencia. Y todo para nosotros...

Desvió su mirada con una sonrisa en su rostro, siguiendo su camino hasta su habitación y entrando en ella, soltando un suspiro de cansancio.

Aveces es agotante y triste la misma rutina.

Pero ella nunca pensó que su rutina se viera afectada de sorpresa. El haría tener aventuras que jamás pensó que le pasarían, aventuras inolvidables.

Enari sólo pensó en quitarse la pesada túnica negra, quedando sólo en una túnica blanca de mangas sobre el codo, siendo esta algo suelta, delgada y fresca, dejando su corto y andulado cabello castaño chocolate a la libertad, enari decidía dormir con aquella túnica de seda pues aparte de ser fresca era realmemte suave. Cuando enari estaba apunto de entrar en las sábanas lista para dormir se vio interrumpida por el típico llamado "toc toc" a la puerta. Se dirigió a la puerta de madera y al abrirla se sorprendió al ver quien había tocado.

- Taehyung... - dijo sorprendida.

Ly; T a e h y u n g

Porfin podía verla sin aquella túnica horrenda que la cubría de pies a cabeza, su cuerpo portaba otra pero blanca, pero esta no tenía la capucha o ese manto que le cubría su cabello, aquel cabello castaño chocolate, corto, andulado y brillante, suave a la vista, y estaba mejor pues aquella túnica era algo transparente, podía ver un poco de su brasier rojo ¡Rojo! la verdad pensaba qué también su ropa interior sería blanca y aburrida, pero me sorprendí al visualizar sierto color potente debajo de aquella pijama transparentosa, pero no sólo podía ver aquel diamativo brasier, si no que sus pechos eran levemente sobresalientes sobre la tela, y pensamientos lujuriosos no evitaron invadir mi mente, Enari no eran como los de las chicas de seoul, era todo lo contrario, las chicas de seoul eran realmente planas y lo primordial allá era estar delgadas, parecían spaghettis en movimiento.

En cambio enari, tenía un cuerpo pequeño voluminoso y compacto, tenía proporciones perfecta, pues aparte de tener unos pechos voluminosos tenía caderas perfectas, no tan grandes ni tan pequeñas, dándole a su cuerpo un hermosa figura de reloj de arena, ansío y quiero ver que más sorpresas esconde está esta pequeña y linda monjita.