Pecadora [K.T.]

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Titulo; Enari y su llegada.

Enari había salido desde temprano, con permiso del padre, junto a su mejor amiga, quien cuidaba los animales del establo, Lalisa quien acompañaba a la castaña a comer unos delicioso fideos  de la señora chu, los más deliciosos y blanditos fideos del pueblo, con mil especies y tantas carnés en un solo platillo.

Enari conocio a Lalisa hace años atrás, justo cuando llegó aquel pequeño pueblo sin nada, sin familia, sin pertenecías propias o alguna ayuda.

después del horrible accidente que habían sufrido Enari junto a sus padres, queriendo regresar a casa después de un largo viaje, una noche de tormenta y neblina, siendo algo complicado poder ver, y al no poder ver, el papá de la niña se desvió del camino por no querer arrollar a una familia de patos que pasaban por la carretera, haciendo que el carro  perdiera el control y así provocando un trágico accidente y asi terminado con la vida de la madre de Enari, el padre salió del carro con dificultad tomando a su hija de siete años quien lloraba por el susto, toamndo a su pequeña en brazos y alejándose del auto, siendole dificultoso al caminar, pues su pierna no se encontraba del todo bien, y a los pocos minutos el padre se desplomó en el húmedo y verdoso césped, no dando más pues empezó a desangrar por su pierna derecha, perdiendo mucha sangre y más la fria lluvia que culminó en un resfriado, desfalleciendo segundo tras segundo, pidiéndole a su pequeña quien lloraba, que le quitará su chaleco de cuero para que se lo colocará y que le dejara alli para que fuera a buscar ayuda y se pudiera salvar, tras aquello el hombre murió dejando a su hija llorando por la pérdida de ambos padres, derrumbandose a lado de su padre llorando desconsoladamente y abrazandole hasta que quedó dormida entre lágrimas.

Al día siguiente despertó chocando con la realidad, y volviendo a llorar al ver a su padre tan pálido y frío, obedeciendo a lo que su padre le había dicho hace momentos atrás, quitándole su chaqueta y poniéndose está sobre su cuerpo pequeño y alejándose del desastre. Había caminado ya cuatro horas sin parar, sintiéndose exhausta y hambrienta, pero no pararia hasta encontrar refugio, siendo bendecida al encontrar un gran establo con animales y heno, entrando en el y derrumbandoce en el heno y quedando dormida. Cuando despertó se vio acostada en una cómoda cama y en una habitación que no era la de ella, pues tenía decoraciones de animales y caballos por todas partes, y las colchas eran de estampados de conejitos, por lo cual las suyas eran de coronas y sirenas, una niña de pelo castaño entró por la puerta blanca de aquella habitación, sonriente y llevando consigo una bandeja con comida, y allí es como su vida inicio desde cero consiguiendo así una nueva amiga.

Lalisa y sus abuelos había sido tan buena con ella desde el dia en que la encontró en el heno tumbada, lisa ofresiendole su amistad y sus abuelos algo de comida y aceo personal, pero Lalisa se vio obligada a llevarla frente al padre, pues sus abuelitos habían dicho que no podían cuidar de enari, pues el dinero no alcanzaba y muy apenas tenían para ellos tres, enari agradeció por averle  cuidado por una semana, pero su nueva casa se había transformado en aquel castillo junto al padre, hermana superior y hermanas que se alojaban allí, y siendo obligada a cumplir con el horario y deberes de allí.

Lalisa había visitado a su amiga todos los fines de semanas o cada que podía, y tras los años las dos se volvieron como hermanas inseparables. Y cada fin de semana iban y comían fideos para contarse como iba su semana o si algo nuevo había susedido.

- oye supe del sobrino del padre ¿es guapo? -pregunto la rubia a la castaña haciéndola ruborizarse al recordar lo de anoche.

- Si... esta loco, pero es lindo.

- ¿loco?...¿esta enfermo?

- No, no el esta bien, sólo que bueno, olvidalo - dijo la castaña esquivando la mirada de la rubia.