Adrien se había levantado temprano como acostumbraba, dispuesto a disfrutar un poco de su fín de semana... al poco tiempo se aburrió y se puso a leer el libro de las fantasías de Marinette.
Cada uno hace con su tiempo libre lo que quiere ¿no?
"Era un día como cualquier otro para mi cuando me levanté en ésa mañana de sábado, preparada para hornear algo como siempre lo hago los finés de semana pero al bajar, sólo con mi pijama puesto, mis mejillas adquirieron un color carmesí al ver a Adrien, esperandome, con un delantal blanco y un sombrero de chefs, puesto.
¿Qué hacía en mi casa, tan temprano, uno de mis dos rubios?
-¿Vamos a hacer galletas, mi galletita?
Me preguntó con voz seductora y yo no dije nada, sólo me acerqué y me puse un delantal similar al de Adrien, y fuimos a preparar galletas.
En toda la mañana, estuvimos sólos en la cocina de la panadería, no sabiendo él que hacer al ser su primera vez, así que sólo se ponía atrás de mí y me abrazaba mientras veía que hacía, diciéndome que para la próxima me ayudaría, ahora quería aprender.
Durante todo el tiempo que estaba preparando la masa, mis mejillas no perdían su tonalidad carmesí, mis piernas se sentían débiles y mi corazón estaba muy acelerado al sentir los cálidos brazos de Adrien.
Su respiración, de manera intencional, chocando con mi cuello de vez en cuando y la palabra "serás una gran esposa" por verme tan "concentrada en mi labor", no me facilitaba el trabajo.
¿Alguien quiere tomar mi lugar? Por que creó que no doy más.
Prácticamente no dije nada en toda la mañana, él era el único que hablaba y me dejaba en las nubes por su cariñoso abrazo.
Algunos se aburririan de éso luego de unos minutos, pero yo, no.
Disfruté cada segundo del calor del abrazo de mí Adrien.
Supongo que soy una chica enamorada y algo loquita para no aburrirme de éso.
El momento de meter las galletas al horno llegó y al fín fui liberada por Adrien.
Suspire profundo y me limpié el sudor de la frente.
Ojalá que Adrien no me diga que apesto.
-¿Marinette?
Al oír mi nombre, volte mi rostro y él me dio un pequeño chupón, muy cerca de mis labios.
Mis piernas me fallaron y caí sentada en una silla que había detrás de mí, mientras veía a mi rubio, esperando una explicación.
Él me sonrió y me guiñeo un ojo.
-Tenías algo de chocolate en tu rostro, no está bien desperdiciar la comida.
La sonrisa con lo que dijo éso, fue mucho para mí corazón.
Se supone que soy Marinette Noir pero... Adrien me la pone muy difícil.
¿Será mejor que sea Marinette Agreste?"
Tras leer éso, Adrien cerró el libro con sus mejillas sonrojadas y una gran sonrisa, poniéndose de pie y ganando la mirada de Plagg que miraba videos de queso en Internet, usando el modo incógnito para que no revisen su historial.
-¿A dónde vamos?
Preguntó el kwami, acercándose a su portador quien le sonrió.
-De pronto tengo ganas de... ir a comprar galletas en la pastelería de los Dupain.
Explicó, sin ocultar segundas intenciones.
No es que tenía planeado hacer lo del libro por que justo era día sábado...
En verdad, no haría éso, no tenía tantas agallas y Marinette era sólo una amiga del Adrien real.
..
En la casa de Marinette.Adrien estaba parando, afuera del baño de la familia, esperando a que Marinette salga.
La madre de Marinette le dio permiso de ir a esperarla a su habitación ya que la chica hizo una tarta y se fue a bañar.
La puerta del baño se abrió y salió algo de vapor, para luego asomarse una Marinette, con una toalla cubriendo su cabello y ropa corta, sonrojandose al instante al ver a Adrien.
-¡Ad-Adrien! ¡¿Q-qué haces aquí?!
Preguntó, rogando a que él no le haya oído cantando en la ducha.
Adrien metió sus manos a sus bolsillos, para poner fín a la grabación de audio, sin que ella se dé cuenta.
Ahora tendría un nuevo tono de llamada y alarma.
-Sólo vine a jugar un poco con mi amiga.
Se excusó, creyendole Marinette mientras agachaba la mirada, apenada.
Ni en sus mejores sueños se imagino que Adrien iría a visitarla, sólo para jugar.
-B-bueno... vamos a mi habitación.
Pidió pero antes de que pueda caminar, Adrien se acercó a ella, la acorralo contra la pared y acercó su rostro, viéndolo ella en shock.
-Tienes crema en el rostro.
Le susurro y ella parpadeo una vez, sin poder dejar de ver como sus ojos estaban tan cercas de los de Adrien.
¿Por qué sentía que ya vio ésos ojos en más de una ocasión?
-Pero sí ya me bañe.- aclaró, recordandole ése detalle a su amigo.
Adrien, la ignoro, agarró una lata de crema que tenía escocido atrás y le puso crema en la mejilla a su amiga.
-Aquí.
Le susurro, antes de quitarle la crema, que fue la más deliciosa que jamás creyó probar, con sus labios y luego se alejó de Marinette, estando los dos sonrojados.
"¡¿Por qué hice éso?!
¡Fue muy vergonzoso!
¡Ahora Marinette sólo alimentará sus fantasías!"Pensó por su atrevimiento.
¡¿Por qué creyó que la idea de Plagg era una buena idea?!
¡Nada bueno sale de los planes de ése kwami!
-A-Adrien.
El chico salió de sus pensamientos, Marinette le quito la lata de crema, le puso crema en su barbilla y con atrevimiento, llevo su boca, sintiendo Adrien la atrevida lengua de ella por un segundo antes de que ella se separé, al borde de quedar inconciente por la vergüenza.
-T-tú t-también... tenías... crem...
Y ella no pudo más, se fue corriendo a su habitación, dejando a Adrien en el pasillo, cubriendo su rostro, pensando en que Marinette era... ¿linda?
Continuará...
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¡Hola!¿Hay alguien o todos se fueron por fics Lukanette?
Yo me quedó en el cuadro de topos.
Espero que les haya gustado el capítulo.
Gracias por su tiempo.
Volveré...
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Las fantasías de Marinette
FanfictionAdrien por error, lleva a su casa un cuaderno de Marinette, recibe un susurro del mal y lo lee, sólo para descubrir que le gustan a su amiga. ¡Es un diario con fantasías románticas de Marinette!