En la habitación de Marinette.
La chica estaba tranquilamente, con una enorme sonrisa y un pequeño sonrojo, dibujandose a ella y Adrien, tomándose de las manos, a punto de besarse.
Pero un día, ése dibujó se haría realidad.
Era frustrante para ella haber tenido que darle su primer y segundo beso a Chat noir, pero todos los que siguen le pertenecen a Adr...
Una fuerte ventisca pasó por su habitación y volteó para ver a Chat noir, entrando por su ahora rota ventana, totalmente mojado.
Sino fuese por que ésa ventana la rompió hace un par de horas por andar jugando a las luchas libres con Alya, ése tipo estaría en problemas.
-¿Qué haces aquí? No debés salir con ésta lluvia o te enfermaras.
Dijo, mientras cerraba su cuaderno de dibujos y miraba a su amigo que se rasco la mejilla, nervioso.
-Yo... me pareció ver a un akumatizado pero me equivoque y como vivo lejos, decidí venir a ver a mi amiga ¿no puedo?- preguntó, haciendo ojitos tiernos en caso de que Marinette se enojé.
"¿Enojarse? ¡Ja! ¿Cómo no?
Ahora está viendo al sexy Chat noir, mojado.
Seguro que está alimentando su sucia imaginación."Marinette, suspiro profundo y se puso de pie, ignorando que el rubio la miraba con los ojos entre cerrados como sí la intentase acusar de algo.
-Claro que puedes, pero te quedas aquí, sin moverte, para no mojar más mi habitación. Voy a buscar una toalla para que te seques un poco.
Aclaró ella, yendo a buscar una toalla y una vez el chico se quedó sólo, se puso a mirar a todos los lados.
El diario que tenía de Marinette, tenía pocas páginas escritas, por lo que debe tener uno nuevo, pero ¿dónde?
Miró a un cofre y se acercó para abrirlo y levantar una ceja, confundido.
¿Por qué tenía tantos regalos para hombre?
Se encogió de hombros y cerró el baúl, para voltear y ver que su amiga había regresado y lo veía con enojó.
-No aprecias tu vida ¿verdad?- preguntó y el ojiverde sonrió nervioso.
La azabache, sólo suspiro profundo y le lanzó una toalla mientras tomaba asiento.
-Secate y ven a comer helado conmigo, luego te largas de mi casa.
Ordenó, algo molesta.
Ella no era así, pero en su defensa, estaba muy calmada pasé a que Chat noir estaba husmeando en sus cosas.
El chico, se secó un poco su cabello y se acercó donde había una silla, delante de su amiga y se sentó.
Agarró el helado y miró como ella saboreaba el suyo... seguro lo quería provocar.
Sonriendo de costado, agarró la cucharita de helado y la acercó al cuello de su amiga, pasándolo, haciendo que ella se estremezca y dé un ligero saltó en su asiento.
-¡¿Estás loco?! ¡Éso está frío!
Preguntó, pero no tuvo respuesta.
Chat noir, le agarró de su muñeca derecha y acercó su rostro al de ella, haciendo que ella se sonroje.
-¡¿Qué haces?!
Y su pregunta, fue respondida al sentir como el helado de su cuello, era retirado por la boca del héroe felino.
¡Éso estaba mal!
-No se debe desperdiciar la comida.
Susurró el chico, con una sonrisa traviesa.
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Las fantasías de Marinette
FanfictionAdrien por error, lleva a su casa un cuaderno de Marinette, recibe un susurro del mal y lo lee, sólo para descubrir que le gustan a su amiga. ¡Es un diario con fantasías románticas de Marinette!