Soy mi cuerpo.
Y mi cuerpo está agotado, camuflado entre tantas lágrimas.
Me dispongo a vivir un poco más, desilusionarme y romperme, mentirme, soñar.
Duermo tres horas, luego cinco, ni diez pueden calmarme porque solo quiero desaparecer un tiempo.
No me despierten, déjenme soñar, volar en el infinito y poder recordarte.
Te escribí tantas cartas, tantas letras al piso, ahora solo es un trozo de hoja siendo consumida por el fuego.
Por favor no me despiertes, el infierno vive en mi mente y quiero que solo permanezcan cenizas.
Échenme encima lo frío, las palabras nunca dichas, los abrazos nunca dados, los besos nunca recibidos...
Dime que todo estará bien así podré dormir en paz.
Tápame de pies a cabeza, oculta mi sombra, que no me encuentren.
Quisiera estar bien, pero no lo estoy.
No haya ocurrencia de despertarme porque volveré a deprimirme, querer morirme, a falta de pastillas o de tu presencia, no lo sé.
Ahora quiero dejar de respirar, solo un año o para siempre.
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apuñálame.
PoesíaPoemas escritos en el peor momento. / Prohibida la copia, adaptación o modificación de cada uno de mis textos.
