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¿Cómo se vive la depresión?

Vivir con depresión es como estar a punto de chocar constantemente y apretar el freno con el pie antes de el impacto, ahora imagina eso constantemente, todos los días, a cada minuto, y que cuando chocas, sean los ataques de ansiedad, el pánico, la tristeza, porque en el auto de enfrente ibas tu mismo, porque tú mismo te causaste esto mediante daño ajeno o tus pensamientos, y lo peor es que no encuentras la manera de frenarlo.

Vivir con depresión es sentirte solo estando rodeado de gente, es despertar deseando no haberlo hecho, es decirte tonto y que los demás se rían pero en realidad para ti no era un chiste, sino un motivo para no seguir despierto.
Vivir con depresión es vivir a ratos cuando mamá, papá, la abuela, el abuelo, el tío, la tía, tíe, abuele, prime, te dan un abrazo y sientes que todo va a mejorar pero en cuanto te suelta sientes que algo te atacará y quieres escapar, pero...¿cómo se escapa de la mente?

Vivir con depresión es sumarle otros problemas encima que no son notados hasta que le dices a alguien que estuviste a punto de rajarte las venas, y que cuando lo haces, te llaman exagerado por vivir un año con esa mierda dentro de tu cabeza, siendo que ellos no sienten ese dolor.
Te llaman enfermo cuando estás hospitalizado, te llaman exagerado cuando pides ir al psicólogo y no te envían a él hasta que estás conectado a un suero y en una camilla.
Te llaman inútil cuando no puedes hacer algo por miedo a fallar, y te llaman estúpido cuando lo haces y fracasas.
Te dicen buena persona, persona linde y de buen corazón cuando estas cuatro metros bajo tierra con tu familia preguntando "¿por qué?"

Vivir con depresión es tener todo y no sentir nada, pero cada vez que sientes solo es la miserable tristeza apoderarse de ti, y que cuando no sientes nada estás desesperado por sentir algo.
Vivir con depresión es intentar hacer bonitas las lágrimas, los gestos y no hacer bonitas las razones para quedarse viviendo.

Vivir con depresión es gritar contra la almohada, es morder tus uñas, es no quedarse quieto, es estar callado o sonriente, lastimosamente es notado cuando ya es demasiado tarde para despedirte, pero tú ya te has despedido de ti mismo hace mucho tiempo.