apuñálame.

Carta a la felicidad.

Espero que regreses pronto de ese supuesto viaje al que dijiste que ibas cuando tenía seis años.
Espero que regreses, que me sonrías y me digas que lo hice bien todo el tiempo que no estuviste.

A veces llamas, son las once de la mañana y tu llamas a mi celular, me dices que me extrañas y me envías buenas vibras...me siento feliz.

Espero que tu regreso valga la pena y no te vuelvas a ir.

A veces quiero ser feliz ¿sabes?
A veces lloro, te digo que te alejes porque no quiero alejar lo poco que me queda de ti y que cada vez más se desvanece.
La última vez que me visitaste, cosiste mi corazón con hilos de seda y besaste mis mejillas empapadas en lágrimas, luego te fuiste...

Duele, porque duras unos cuantos minutos y me dejas sola.
Grito que te extraño y no me escuchas...
Grito que te necesito porque no quiero perder a las pocas personas que tengo a mi lado.

Mi relación con mi novia, la depresión, cada vez sube de nivel.
Me hiere las muñecas, me llena de pastillas, me obliga a permanecer acostada y me hace extrañarte cada noche, es tan insensible.

Pero a pesar de todo, la amo; espero que no me deje.

Sin embargo, estoy entre una lucha constante, la fobia social, la anorexia, la bulimia, y la depresión hacen la batalla del más fuerte y estoy destruida.

Ten buena noche, Felicidad.