42: Real

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--Entiendo... ¿qué más dijo el doctor? Mañana llevaremos a la madre de Jungkook al hospital y queremos estar lo más informados posible... ajá, sí, está bien, lo importante es que estará bien y que están a salvo, los dos... no lo sé Tae, deberías quedarte en casa esta noche y dormir, Namjoon se quedará en el hospital y nos avisará si la situación cambia... Lo sé, ¿quieres que vaya a hacerte compañía mientras esperas a Hoseok?

La voz de Jimin suena apagada pero audible desde la habitación y Yoongi no sabe si ir a hacerle compañía mientras 'cena' – cuando termine de hablar por teléfono – o simplemente darle su espacio, y esperar que llegue a su lado de manera natural. Desde que fue dado de alta, el menor empezó a asistir a terapias psicológicas una vez por semana, ya que, al experimentar tal situación traumática, el departamento de policías no podía permitir que regresara a trabajar tan rápidamente: sumado a la pérdida de su padre, y que claramente sería una sombra que lo acompañaría toda su vida, decidieron que solo podría trabajar si era evaluado psicológicamente. Así, decidieron hacerle un seguimiento durante tres meses, donde se concluiría su aptitud mental para realizar su trabajo, y Yoongi estaba contento con ello; había muchos pensamientos negativos en la mente del contrario, y creía firmemente que con la ayuda de la terapeuta, podría sanar y seguir adelante. Sin embargo, las cosas entre ellos inevitablemente se volvieron extrañas y tensas. Jimin no quería estar a solas con él y lo evitaba la mayoría del tiempo, encontrándose solo en las noches; Yoongi preguntaba, le hablaba sobre cualquier cosa, y si bien, conseguía que el menor le respondiera y le mirara con 'amor', al día siguiente se volvía a repetir el mismo ciclo de indiferencia.

Sumado a ello, desde el día del juicio – una semana atrás –, las cosas se habían vuelto más complicadas entre ellos; como si el pelirrubio hubiera construido una pared del tamaño del Everest direccionada solo para él, y definitivamente estaba molesto por tal reacción. Si bien el ataque a Jungkook y Taehyung fue una advertencia demasiado violenta para su gusto, no quedó tan impresionado como los demás. Yoongi supone que luego de tanto estrés y miedo acumulado, lo único que le quedaba por hacer era vivir el momento y no desesperarse por las complicaciones que se presentaran, y era triste, porque le agradan los menores; es más, los quiere mucho, pero no puede evitarlo: sentir la abulia y la nada. De todas formas, se estaba haciendo cargo de la situación, y aunque sus amigos le miraran con ojos extraños, nunca dejaría de cumplir su función como uno de sus hyungs mayores, y les llamaba a diario. A Jungkook le llevaba galletas con cara, y los doctores le miraban con malos ojos porque el menor solo podía consumir alimentos blandos, mientras que a Taehyung le compraba corbatas de colores para su colección.

Jimin lo odiaba, la forma en que estaba lidiando con todo; como si le molestara su liviandad y falta de tacto. Sus ojitos pequeños ya no brillaban cuando se encontraba con los propios, sino que estos se alejaban; miraban un punto lejano tras su espalda, como si ya no pudiera verle como antes, y aunque Yoongi es una persona muy fuerte; capaz de soportar el peso del mundo tras su espalda, no podía seguir dentro de esa rutina destructora y alienante. Así que, en vista de que no podía dejar que las cosas siguieran ese rumbo, cada vez que podía, obligaba a Jimin a hablar con él, casi como el mocoso que había sido y que cuando no le prestaban atención, se dedicaba a parlotear todo el día sin detenerse. Sabía que eso estaba mal; era el maldito círculo vicioso de toxicidad que había estado tratando de evitar; esa sensación de ahogo y pena extrema que lo hacía buscar la atención de sus seres amados incluso si ellos no querían verle.

Como Jimin ahora. Pero Yoongi entiende.

O quiere entender, lo cual es aún más valioso.

Claramente, habían cosas que Jimin debía solucionar por sí mismo, y por ello, aunque le doliera el corazón ser dejado fuera de ello, no presionaría más; al menos no por ahora. O eso pensaba él, si no fuera porque el menor parece que ha olvidado que comparten departamento y que escucha todo lo que conversa con Taehyung.

Convulsión (YoonMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora