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M i n Y o o n g i. D e p r e s i ó n , d e s o r d e n d e s u e ñ o . T O C . F o b i a s o c i a l l e v e.

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O b s e r v a c i o n e s: p a r e c e s e r u n a p e r s o n a c o n p o c o a m o r p r o p i o. h u r a ñ o . A c e p t a q u e i n t e n t ó q u i t a r s e l a v i d a . N o p a r e c i e r a e s t a r a r r e p e n t i d o.

E S E L I N D I C A D O.

El pelicolorido estaba caminado por las estanterías de la biblioteca. Había decidido que leería libros de misterio para agudizar su mente y no quedarse atrás frente a sus amigos. Desde el asesinato de sus padres, había abandonado la lectura; su padre era profesor de literatura, y el hecho de acercarse y tomar algún libro, lo destrozaba. Los recuerdos de las noches eternas escuchando las historias que inventaba, mientras su madre cantaba alegremente y hacía el soundtrack, lo abrumaban. Seguía doliendo, su corazón latía rápido mientras pasaba su dedo por los lomos de los libros. ¿Sería capaz de hacerlo?

Era su horario de descanso en la academia. En un par de horas debía volver para retomar sus clases e intentar que los trece muchachos que tenía de estudiantes se comportaran. Eran excelentes bailarines y cada día se sorprendía gratamente al verlos evolucionar, pero eso no quitaba que parecieran niños intoxicados con azúcar. Hobi pensó que era un problema de los bailarines; vamos, que él era peor.

Sonrió enternecido. Sus niños eran maravillosos.

Cuando se decidió por algunos, se dirigió al mesón de préstamo. Estaba tan habituado a la señora Chang y su cabellera canosa y corta, que se sorprendió un poco al ver que había una muchacha de pelo colorido y lentes. Lo llevaba suelto y se veía muy bien cuidado. Era turquesa, y tenía varias mechas de diferentes colores que la llenaban de vida. La chica aún no notaba la presencia del bailarín y se sobresaltó cuando sintió un ruido sordo en el mesón.

--DEBE DECÍRME DÓNDE TIÑÓ SU CABELLO, ES QUE ES HERMOSO.

La muchacha lo miró con cara de trauma. Luego, al notar que Hoseok sonreía encantado, río bajito.

--Es un secreto de estado. No puedo decirlo.

--Bah, ¿por qué no? Soy genial. Además, también tinturo mi cabello y debemos ser amables entre nosotros...

--Porque no le conozco... ¿llevará esos libros? - la muchacha apuntó con su dedo hacia los libros que Hoseok había dejado en el mesón.

--¡Me llamo Jung Hoseok! Y sí, por favor - hizo una reverencia corta y volvió a su posición inicial.

La chica comenzó a marcar los libros. La biblioteca aún funcionaba a la antigua por lo que debía hacer todo a mano. Pidió la identificación del pelicolorido y luego, ya terminando, timbró la ficha de préstamo.

--Al ser tres libros, deberás devolverlos en un lapso de diez días. Puede depositarlos en el buzón o venir directamente hasta acá. Si tiene algún problema con la devolución, no dude en llamar para preguntar. Las renovaciones son presenciales y tiene hasta tres. No olvide que debe cuidarlos... disfrute su lectura, ¡Agatha Christie es maravillosa de leer!

Hobi río.

--Lo sé, a mi padre le encantaba... PERO, HEY, ANTES QUE NADA.

--¿Sí?

--¿En serio no me dirá dónde tinturó su cabello?

La bibliotecaria elevó ambas cejas e hizo una mueca divertida.

Convulsión (YoonMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora