❈eins

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❝ regálame todo lo que él no me pudo dar, trátame como el ángel que dices ver en mí.❞

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Un impecable caminar, vibras que definen lo sublime y lo pletórico. Un encanto, una magnánima representación de la belleza.

Su oído decreció. Cualquier cosa que su Hyung le estuviera diciendo se quedó vagando alrededor de él sin ser digerida.

Su mirada se concentraba en la simple pero cautivadora acción de apreciar como subía sus lentes oscuros hasta su cabeza, admirando lo hermoso que lucía con prendas casuales.

Se acercó hasta ellos, su Hyung lo saludó con una hermosa sonrisa. Él la devolvió de la manera más sencilla y adorable que pudo expresar. Todo dentro del restaurante pareció detenerse a la perspectiva de Jeon.

—¡Hola!— Saludó casualmente, sentándose a un lado de SeokJin.— ¿Tardé mucho? Perdón, no conseguía taxi.— El "Claro que no" del mayor llegó de inmediato.

—¿Qué desean ordenar, jóvenes?— Una chica con coleta se paró frente a ellos, sosteniendo un bloc de notas y mostrando una brillante curva en sus labios.

SeokJin fue el primero en pedir, conocía la carta de pies a cabeza por la frecuencia con la que asistía a ese lugar. Taehyung y Jungkook seguían analizando un poco más, siguiendo las sugerencias de su Hyung y procurando no demorarse demasiado.

Después de un rato, las órdenes fueron recibidas por la chica que los despidió con otra sonrisa.

Taehyung se tomó un tiempo para observar como lucía el azabache. Sus ojos miel lo recorrieron curiosos, una camisa negra arremangada hasta los codos acompañado de sus habituales lentes. Sonrió discreto, no podía negar lo evidente.

—¿Cómo les va en el trabajo?— SeokJin parecía contento al reunirse otra vez con sus amigos. Hace algunas semanas que no los veía.

—Supongo que bien... Sólo estoy un poco cansado últimamente, llegaron bastantes alumnos nuevos a la escuela de danza y es complicado.— Taehyung suspiró, ser maestro era algo difícil. Sin embargo, el baile le apasionaba y hacer lo que le gusta lo anima de cierta manera.

Jungkook recordó varios escenarios en los que apreció a Taehyung bailar. Sin duda, jamás lo olvidaría.

—¿Y tú, Kookie?— La voz del castaño lo regresó a la realidad.

—¿Qué puedo decirles? Los niños y su miedo a los libros.— Taehyung sonrió un poco, recordando eventos pasados.— Tuve que hacer exámenes la semana anterior y todavía no supero la desvelada. Es tedioso.

SeokJin hizo una mueca.— Supongo que es complicado ser maestro de cualquier cosa en general. Enseñar a otros es frustrante para mí, que horror.

Jeon asintió, claro que lo era.

Las órdenes llegaron y el día se basó en charlas y risas sinceras. Eran buenos amigos después de todo.

Estaban apunto de irse. Taehyung y Jungkook discutían por quien pagaba la cuenta mientras SeokJin tecleaba en su teléfono curiosamente apagado.

Al final, Taehyung y Jungkook pusieron la mitad cada uno y SeokJin dejó la propina. El último tuvo que irse más temprano al tener un compromiso con su hermano.

—¿Te llevo a tu departamento?—Taehyung iba a contestar afirmativamente hasta que su celular resonó con varios mensajes y una llamada. Jungkook desvío la mirada y Taehyung contestó no muy feliz. Había estado tecleando varias veces durante la cena, probablemente algo había pasado con su novio.

Ugh, su novio.

—Te dije que iba a cenar con mis amigos... No es mi culpa... Bien, supongo.— La llamada terminó, un suspiro se hizo presente.— JiHan vendrá a buscarme. No te preocupes, Kookie.

El mencionado frunció el ceño.

—No falta nada para que se torne más oscuro. Las tiendas de alrededor ya están cerrando, ¿quieres esperar en mi auto?— El castaño parecía dudar mucho, algo lo hacía sentir inseguro al parecer. Al final, terminó cediendo.

Jungkook sacó la llave de su bolsillo y presionó el botón para abrir los seguros. Taehyung subió primero, cruzando los brazos al sentir escalofríos de la nada.

Jungkook se percató de ello.— ¿Tienes frío?— Taehyung lo miró pero no contestó. El contrario decidió estirar su mano al asiento trasero para tomar un suéter gris. Se lo extendió al castaño.

Él lo tomó. Definitivamente el ambiente se sentía pesado cuando SeokJin no los acompañaba.

Los recuerdos llegaban como balas. Una sensación extrañamente melancólica resecaba sus gargantas.

—¿Ya no has ido a comprar ropa?— Una preciosa risita se escapó de la boca de Taehyung, rompiendo un poco el ambiente gélido que se había formado.

Recordó aquellos tiempos donde Jungkook lo acompañaba a comprar ropa y le modelaba sus conjuntos. Jungkook jamás decía que algo no le gustaba, simplemente sonreía y eso colmaba la paciencia del castañito. Enojándose con él y recriminándole sus pésimos conocimientos críticos. Había pasado tanto de eso...

¿Por qué terminaron esos días?

Hace mucho que no hablaban solos. Querían decirse tantas cosas... Algo estaba mal, algo se los impedía. Realmente la última situación similar era tan lejana.

Varios mensajes llegaron al teléfono de Taehyung. Los leyó y dirigió su vista hacia la ventana, se mordió el labio. Jungkook hizo lo mismo al percatarse de su última acción, divisando al novio del castaño parado frente a su motocicleta con una aparente molestia al ver su celular.

Más mensajes llegaron al teléfono de Taehyung.

—Tengo que irme...— El azabache asintió. Acomodándose los lentes y  logrando que sus músculos se notaran con esa simple acción. Taehyung tragó saliva. Comenzó a quitarse el suéter que le había prestado, Jeon lo miró confundido.

—Quédatelo, Tae. Vas a ir en moto, te resfriarás.— El castaño parecía sumamente dudoso, negando al principio.

—Yo...— El azabache le dedicó una cuestionable mirada.— Nos vemos, Kookie.— Éste le sonrió al notar como se lo ponía rápidamente.

—Nos vemos, Taehyung.— Dijo, incluso cuando él ya se había ido. Sus ojos lo siguieron, encontrando al novio del castaño analizando su auto.

Hizo una gesto de molestia. El tipo le caía mal, por muchas razones.

Avanzó, quería llegar a su casa de una vez por todas.

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besos de ángel ⊹  ⎙  kvDonde viven las historias. Descúbrelo ahora