-¿Cuándo dejarás de robar las galletas de las ventas?- pregunté tomando una de las fascinantes galletas y deleitando el sabor de ella.
-Para tu información no es robar, es tomar la recompensa del trabajo realizado sin decirle nada a nadie- respondió Jac dándole un mordisco a la galleta con chips de chocolate.
-Eres un idiota Jac
-Pero qué harías sin este idiota Nic -sonrió como si fuera un salvavidas orgulloso de rescatar a un niño ahogándose.
En ese momento, estábamos sentados bajo aquel sauce, que nos acompañó toda nuestra vida cuando de repente viene una pareja a charlar con nosotros.
Comenzaron preguntando nuestros nombres, edad, que es lo que nos gusta o no. Preguntas que les servirán a ellos para elegir a un niño de verdad en esta tienda llamada "Orfanato".
La mujer rubia con reflejos estaba hablando conmigo sobre unas cosas de belleza me parece, ya que no le preste mucha atención a ella, sino que estaba concentrada sobre lo bien que se la estaba pasando Jacson al hablar con ese sujeto alto de cabello marrón sobre motocicletas y nose que otras cosas más que no entendía.
Pensé que jamás podría llegar a ver su felicidad al 100% pero parece que el momento llegó, tanto para ese señor y para Jac.
Al finalizar la charla, esta pareja nos regaló a cada uno una tableta de chicles, caramelos y otros dulces. Algo bastante infantil pero igual lo agradecimos.
No puedo decir que no me sentí bien charlar con ellos. Después de años, una pareja en busca de adoptar a alguien hablaba con nosotros. Era fascinante. Y aquella ilusión que alguna vez se formó en mí con una mezcla de esperanza, estaba volviendo y cada vez era más Grande. Mucho más.
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El orfanato
Jugendliteratur¿Cómo puede uno defenderse al momento de nacer? No hay manera, uno no es consciente y eso es lo peor. Peor que estar ebrio bajo los efectos del alcohol. Eso mismo me pasó a mi. Esta es mi historia, la historia de Nicole Evans, quién fue abandonada p...