Sueño

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El sol se ocultaba rápidamente ocasionando que los tres jóvenes detuvieran su marcha para buscar refugio y alimento.

Dororo con su perspicacia e inteligencia logro encontrar una casa abandonada, tras avisarle a los mayores los guió a lo que seria su alojamiento por esa noche.

— Es una casa muy bonita. —  aclaró Mio recordando donde vivía con anterioridad.

— Y es nuestra — sonrió victorioso Dororo — no hay nadie en esta casa, la recorrí toda y encontre varias cosas — sonrió orgulloso tomando la mano del azabache— vamos hermano Mayor, traigamos unas mantas— sonrió llevándolo.

—Me en cargare de la cena — aviso la chica investigando a su alredor logro conseguir moras silvestres y unos  pescados en un río cercano, los preparó en la cocina y luego le dio un pescado frito a cada uno, con las moras hizo bebida y les dio por medio de unos vasos que habían en la casa.

— Es sorprendente todo lo que dejaron — murmuró el niño mientras mordía su pescado.

— De cierto modo tenemos suerte — Mio sonrió viendo como el par comía tranquilamente.

Luego de terminar la cena, la castaña limpió lo utilizado y los colocandolo nuevamente en donde los había encontrado; retornó con el sonriendo levemente al verlos con la manta, a su parecer era perfecta para dos personas.

— Bien, vamos a dormir — la castaña se acomodó acostándose de lado para estar cómoda inclinándo sus piernas hacia el frente haciendo una especie de bolita.

El par solo la vieron y luego se miraron entre ellos, Hyakkimaru camino acostándose justo detrás de ella y Dororo en frente.

—No vamos a dejar que pases frío — sonrió el niño pasando la manta sobre el cuerpo de la chica tirándole el otro extremo al mayor — Acercate hermano~ — pidió ocasionando que el otro negará  — ¡No seas vergonzoso! — se levantó rápidamente y llegando con el contrario.

Lo empujo como pudo hasta que Hyakkimaru estuviera acostado de lado justo detrás de Mio, el chico se sonrojo suavemente ante la cercanía pero no se movió, se quedo quieto sin saber que tramaba su hermanito.
Dororo por el contrario disfrutaba ver la escena, Mio estaba completamente roja lo cual le causaba mucha gracia.

— Así podemos compartir todos la manta. — sonrió levemente cubriendo al par y luego se acomodo al lado de Mio mentiendose bajo el pedazo de tela.

El menor miro con atención la escena, podía ver el rsotro de Hyakkimaru avergonzado, sabia perfectamente que lo estaba "viendo" por su fechoría, Mio en cambio a parte de lucir como una manzana madura de lo roja que estaba lo observaba con ternura ocasionando intriga en el menor.

— Gracias por pensar en todos Dororo — la castaña susurró mientras atraía al menor contra su cuerpo para darle calor — ahora debes descansar — sonrió levemente  comenzando a tararear suavemente.

Dororo al principio se había negado a dormir tan pegado a la contraria pero al sentir la calidez y ternura con que Mio lo abrazaba anexando la canción, fueron causantes que el pequeño niño cayera dormido en sus brazos.

— Hyakkimaru, también debes dormir — Mio se movió suavemente sin despertar al menor y miró al contrario.

El mencionado la "observo" antes de sonreír suavemente, se acerco a ella y pasando un brazo por su cintura la abrazo junto a Dororo. La chica solo se rió suavemente antes de cerrar los ojos.

— Descansa... Mio... Dororo — murmuró cerrando los ojos.

La vida de una hermana mayor. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora