II. Capítulo 2

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Me dejé caer en el mueble y la observé por lo que me pareció una eternidad, podía ver ciertos rasgos de su rostro que eran similares a los míos, aunque sin duda, las fotos que había encontrado de mi madre cuando era más joven, eran muchos más parecidas a mí cuando tenía mi edad, pero ella no tenía los ojos grises, tal vez yo los había heredado de mi abuelo.

- ¿Mi madre? -Repetí sin poder dejar de observarla-, ¿Cómo la dejaron salir del psiquiátrico?

Ella no parecía poder hablar, solo me observaba con esa extraña mirada de confusión e incredulidad, posiblemente porque era una sociópata.

Mi madre mataba gente por placer.

Yo era la hija de esta asesina.

-Porque han pasado 17 años -dijo mi abuelo-, ella ha tenido mejoras y con el tratamiento ha permanecido perfectamente normal durante los últimos diez años, decidieron dejarla en libertad condicional.

Interesante.

16 años de mi vida lejos de ella y ahora por fin podía conocerla.

- ¿Entonces no corremos el riesgo de que nos mate? -pregunté en broma, pero como era común, a mis abuelos no les hizo gracia.

-No, no corremos el riego -dijo mi abuela-, me imagino que tienes muchas preguntas qué hacerle a tu madre.

Muchas, de seguro que sí.

- ¿Puedes hablar o eso de quedarte viéndome fijamente es síntoma de una sociópata que quiere volver a matar gente? -pregunté a mi madre.

-Nove -regañó mi abuelo-, ¿puedes intentar dejar tus comentarios odiosos a un lado?

En realidad no me había dado cuenta que eran odiosos, hablaba muy enserio.

-Claro -dije-, ¿Pero ella si quiera ha hablado desde que llegó? No parece ni saber dónde está.

Mi madre se cruzó de brazos y no podía estar segura pero pude ver una ligera sonrisa asomarse en sus labios.

-Puedo hablar, November -dijo mi madre-, solo me quedé asombrada por volver a verte, no me dejaron saber nada de ti todos estos años.

Su voz era muy dulce, y sabía que la había escuchado antes, tal vez en uno de mis sueños recurrentes donde veía a una mujer asesinar a un hombre mientras cantaba una extraña canción parecida a: "porque molestas y te pegas como la goma de mascar..."

Tal vez solo la confundía.

-A mí tampoco me dejaron saber de ti -dije- ¿ya dejaste las drogas y la bebida? ¿Estás completamente sana o qué?

Ella aspiró profundamente e hizo una mueca.

-No estaba encerrada porque me drogara o problemas de alcohol -dijo mi madre-, creyeron que sufría de esquizofrenia, pero luego de sesiones con el psiquiatra vieron mi mejora, tenía un problema en mi cerebro que me daba alucinaciones, pero con la medicina pude mejorar, ya no creo en todas las fantasías tontas que mi cerebro me hizo pensar.

Sonaba como una mentira ensayada, pero mis abuelos parecían orgullos de esa frase, de hecho, estaba muy segura que mi madre se esforzó por parecer convincente.

-Ah -expresé- ¿Y quién es mi padre biológico? Es decir, si puedes recordar en medio de todo ese problema en tu cerebro.

- ¿Que te dije Nove? -riñó mi abuelo nuevamente.

Joder, es que el sarcasmo salía sin ni siquiera poder evitarlo.

-Solo es una pregunta -rodé los ojos y miré a mi madre-, ¿si recuerdas quien es mi padre biológico?

EL MIMO (Libro 1 Y 2)[Completo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora