El rugir del corazón -Severus Snape y tu - [EDITANDO]

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—Bueno, eso tiene cierto sentido, supongo que la piedra filosofal estará segura entre los muros de Hogwarts...—Comento aceptando la decisión de ellos. —Pero ¿Dónde se supongo que debo de estar yo en todo eso? — Pregunto esta confundida.

—Permíteme, que aún no he terminado. —Hizo una pequeña pausa para darle un mordisco a su trozo de pastel de limón, en su rostro se notó una satisfacción por ello. —Insisto, adoro tus postres T/n. —Volvió a halagar la repostería de la joven, para después limpiarse un poco la boca con una servilleta. —Volviendo al tema, quiero pedirte que vayas a Hogwarts y cuides al joven Potter, no me gustaría que algo malo ocurriera y que todo pueda resultar en alguna tragedia, sabes que no te pediría nada si no fuese tan importante como esto, pues reconozco que eres de la mejores brujas de tu generación y no le confiaría esta información a nadie más, solo si gustas aceptar, yo comprendo que puedas estar ocupada, así que n quiero que aceptes por que un viejo mago como yo te lo pide, pero, no conozco a otra persona más apta para mantener un ojo en el chico. —Por fin termino este para después volver a disfrutar del postre en su plato. —Pero si aceptas, estoy dispuesto en brindarte ayuda financiera con tus proyectos y así puedas cuidar a más criaturas. —Ofreció el hombre.

—Oh...— Quedo pensativa unos segundos, Dumbledore disfrutaba del su postre en lo que la chica pensaba en aquella decisión. — Estaré dispuesta a cuidar del chico...— Termino aceptando esta con una sonrisa, se veía animada por aquella propuesta, miro como el hombre se había terminado aquel trozo dejando solo migajas, se limpio la boca y la barba con la servilleta de antes y volvió a hablar.

—Me alegra oír eso, bueno te he de decir que requiero que cuides al chico de forma discreta, no quiero que sepa que estas cuidándolo, mas que nada quiero que disfrute su primer año en Hogwarts. —Pidió Dumbledore para volver a hablar, la chica le sirvió un poco más de té el cual este bebió para aclarar su garganta. — Tengo que pedirte que estés en ciertas clases, como la clase de defensa contra las artes oscuras y pociones... Y si gustas, aparte de que me encantaría que participarás en las clases de criaturas, inclusive ayudar a los alumnos en ciertas dudas que tengan. —Dijo con cierta emoción en su tono.

—¿En serio? — Cuestiono un poco incrédula, en su mirar un destello de luz se hacía notar. — ¡¿Ayudar en clase de criaturas!, Seria todo un honor. —Contesto emocionada, uno de sus sueños estaba apunto de cumplirse no como tal, pero está cercano a eso. —Aunque... comprendo lo de la clase de defensas contra las artes oscuras, pero... ¿Por qué en pociones?... Mi relación con Snape nunca fue del todo muy buena...Gracias a mi fue un poco la burla de Hogwarts por haber convertido su cabello negro en rubio. —Dijo con cierta pena al recordar aquello, en su momento fue muy divertido, pero ahora no cree que lo sea del todo. —¿Él sabe sobre eso? —Pregunto un poco aterrada por aquella idea.

—Claro que lo sabe. —Respondió este con velocidad, pareció reír por acordarse de aquella travesura.

—Y... ¿Está de acuerdo con eso? —Cuestiono la castaña un tanto extrañada.

—Luego hablaremos de eso en otro momento si gustas... —Contesto este evadiendo evidentemente la pregunta de la chica, dándole a entender como un "No", para después ambos volver a tomar del té.

—Si, bueno...— Hizo una pequeña pausa para pensar un poco en pedirle ciertas cosas a Dumbledore. —Me gustaría pedirte ciertas cosas par a mi estancia en Hogwarts, si no es mucha molestia. —Dijo esta algo tímida, para terminar su té y dejar la taza sobre su mesita.

—Te escucho. —

—En primer lugar...—Hizo otra pausa y suspiro. — Quisiera tener el permiso total de poder recorrer todo el castillo a la hora que sea y sin problemas, lo segundo y creo que más importante, poder llevarme a cierto número de mis criaturas, solo las que están delicadas o no puedo dejar solas... y en tercera poder ir a recorrer el bosque prohibido. —