Corri rápidamente por los pasillos del instituto, llegue rápidamente a mi casillero tuve que sacar unos libros, me demore en en transcurso de mi casa hasta acá, para poder llenar la gasolina.
Llegue rápido al primer curso, matemáticas, amaba las matemáticas eso era lo que mas me hacia feliz. Era lo mas fácil del mundo, y aun no entiendo que haiga personas que no la puedan comprender.
Luego de tres horas de puros cursos llego almuerzo o refrigerio como sea que se pueda llamar.
Tome lo mismo de ayer, un par de mandarinas y un jugo de pera, no deseaba otra cosas más. A esas horas no me gustaba comer mucho.
Luego de ello tocaba el curso de Biología, me senté al lado de Vick Gamonel era una amiga que me hice en ese curso.
-¿Estas lista?
-¿Para qué?
-Hoy él profesor anda de malas.
¡No! Cuando el profesor Jhonson anda de malas, para los alumnos será igual.
-¡Ya dejen de hacer bulla!-Grito como un megáfono.-¡El próximo que haga algún sonido será suspendido!
Realmente el profesor me asustaba cuando tenia esos cambios de humor.
-Y gracias a que hoy tendrán una clase nueva, sus compañeros de al costado también serán nuevos.
-No me quiero separar de ti.-Me susurro Vick.
Yo tampoco deseaba separarme de ella, ella es una gran estudiante, y los otros son... son... muy vagos.
-Los graciosos de atrás se pasaran adelante, y los de adelante se sentaran al costado de uno de los chicos de en medio. Al lado derecho ¡los que sobren se irán para atrás! ¡Apúrense!
Todos se pararon y se ordenaron como pudieron, yo tome mis cosas y me senté en medio, Vick se fue a la ultima fila. Había una banqueta libre a mi lado derecho, llame a Vick con la mano diciendole que había un sitio libre.
-¡Gamonel quédate en tu sitio! ¡Nalliato pásate al lado de Brown!
Mierda.
¿Otra vez? No sabia que él también estaba en mi curso ¿porque esto me pasaba a mi?
-Profesor ¿podría cambiarme de sitio?
-¡No!-Me grito.-¡Así permanecerán hasta el final del curso!
Escuche una risa, una pequeña risa departe de él.
-¿De que te ríes?-Pregunte.
-De la pena que me das.
-Idiota.
-Inútil.
-Te odio.
-Ouch, eso dolió. Yo te odio más.
Sabia que lo dijo sarcásticamente al principio, pero la palabra "te odio más" dejo de ser sarcástica.
-Muy bien alumnos, hoy como estoy de buen humor, asignare trabajos.
El profesor resplandecía de felicidad.
-Serán 50 hojas.
-¡¿Qué?!-Dijeron algunos alumnos.
-Muy bien dejare 100 hojas. Quiero que escriban un ensayo de 100 hojas de todas las clases que hemos tenido y para que no les resulte difícil lo harán con su compañero del lado derecho, ¡de nada!
Para mi mala suerte mi querido compañero era Arthur, no quería relacionarme con él de ningún modo, así que le ofrecí algo muy interesante.
-¿Te parece si hago yo todo el trabajo y pongo tu nombre?
-No.
¿Dijo no? Ningún chico rechazaba ese tipo de propuestas.
-¿Porque? Si trabajamos los dos juntos resultara mas difícil.
-Me gustan las cosas difíciles. Y se que te aborrece mi compañía.
-Lo haces por fastidiarme.
-Exacto.
Esto era mas difícil de lo que pensé. Lo odiaba. Lo odié, lo odio y aún lo seguiré odiando.
-Me quieres hacer enojar.
-Si ¿no has visto tú rostro de furia?
-No.
-Pues deberías, pareces Hulk.
Él chico que mas detestaba me dijo Hulk.
-Si eso fue un cumplido, gracias.
-Yo jamás te haría un cumplido.
-De todas formas jamas lo aceptaría.
-Si esperas un cumplido mío tendrás que esperar un largo tiempo.
-Preferiría un cumplido del vagabundo de la calle en vez del tuyo.
-No creo que el vagabundo sea tan estúpido como para hacerte un cumplido.
-¿Estúpido como tú?
-Inútil.
-Idiota.
Y así pasaron las horas.
Llegue a mi casa y me acorde que tuve que ir a la biblioteca para buscar el informe sobre una obra del curso de Literatura. Lo haría mañana.
La biblioteca de la ciudad esta abierta todos los días.
No pasaron muchos segundos cuando tocaron la puerta y atendí.
Me asuste.
Era Arthur.
¿Como sabia él donde yo vivía?¿Me acosaba? No lo creo. Me odia y yo a él.
-¿Qué haces aquí?-Pregunte.
-Tenemos que hacer el ensayo ¿no cerebrito?
-Lo haré yo, pondré tu nombre, ya te lo dije.
-Y yo ya te dije que no aceptaba que hicieras eso.
-Ya lo se. ¿Quien te dijo donde vivía?¿Me has estado siguiendo?
-El autobús te recogió ese día que no llevaste tu auto.
-Alto. ¿Como sabes que tengo auto?
-¿Vas a seguir haciendo preguntas o vamos a hacer el trabajo?-Dio un paso frente a mi.
-Retrocede. Yo no te di permiso para que entraras a mi casa.-Puse una mano en su pecho.
-¿Me tienes miedo?-Tomo mi mano que estaba tocando su pecho. Pude sentir el latido de su corazón. Él esbozo una sonrisa.
-N-n-o no.
-Entonces ¿porque tartamudeas?
-¡Vete!-Zafe mi mano de la suya y lo empuje hacia la salida, le cerré la puerta en el rostro.
¿Que había pasado?¿que había sucedido en mi?
-¡Te arrepentirás!-Lo oí gritar.
Senti algo.
No era algo que yo quería sentir. Solo fue su corazón el que estaba latiendo.
O era que ¿yo estaba latiendo por él?
No, solo estaba alucinando.

ESTÁS LEYENDO
¿Del odio al amor un paso?
Teen FictionEllos no creían en el amor, hasta que se atrajeron entre si. Él era rudo muy distinto a ella, ella era suave muy distinto a él. Se odiaban ¿el destino puede cambiar los sentientos?¿el destino puede cambiar a las personas?¿el amor puede cambiar su hi...