La fe a muerto

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Desperté en medio de la noche, mirando a Erika a mi lado y a la bóveda celeste encima nuestra. Era hermoso, se podía ver con claridad las constelaciones, el brillo y los colores de los que nuestro universo nos rodea.
Decidí buscar entre mis cosas la mascara de luz para hablar un poco con Sigma; sobre todo para obtener algunas respuestas.

Sigma: Hola Desmond, pasa por favor.
Desmond: ¿Que es esto Sigma?
Sigma: Oh, veras a veces suelo llevarme algunas cosas de tu mundo a mi dimensión, como te dije, me gusta mucho la naturaleza que lo rodea. Por lo que decidí hacer mi propio jardín y salvar a algunos animales trayéndolos aquí.
Desmond: Ya veo..., Oye sobre lo que paso hoy, quería hacerte unas preguntas.
Sigma: Adelante
Desmond: Bueno, me imagino que Erika puede conservar el arco y las flechas, por lo que, gracias por eso. Imagino que ya sabes de nuestro rumbo, así que quisiera preguntarte:
¿Sabes quien anda detrás de mi? Ya sabes.. el que robo las paginas.
Sigma: Lo averiguaras en tu siguiente parada.
Y hablando de ella, quiero que sepas algo; una vez que tu mundo muchos entes de distintos lugares y dimensiones lo vieron como una oportunidad de gobernarlo o divertirse con el, entre ellos mi hermana: Leyda. Veras Desmond; ella y yo somos inmortales y aunque ella no sea igual de poderosa que yo, es mi contra parte. Solo busca el caos y la destrucción. Así que, ten cuidado con ella, no hará otra cosa mas que querer matarte.
Nos vemos.
Desmond: Adiós Sigma.

Después de hablar con Sigma, me recosté al lado de Erika para continuar descansando.
A la mañana siguiente levantamos nuestras cosas y nos dirigimos hacia nuestro destino.
En la bajada le fui platicando a Erika de mi charla con Sigma, hasta que llegamos hasta abajo de la montaña, a las afueras de la ciudad, donde vimos un Kofferan; un monstruo humanoide de 4 metros de altura con cuatro cabezas y cuernos en la cabeza delantera, con piel de madera y ropas desgastadas que le cubrían la entrepierna. Según el libro #5 es la representación del espíritu de los bosques. Y ahora vaga con ira dentro de ellos para matar a nuestra especie por el daño que le hemos causado a la naturaleza.

El al vernos se puso furioso y nos atacó, intente razonar con el, diciéndole que no éramos sus enemigos, que no éramos como los demás, pero fue en vano. Tenia una furia ciega contra toda nuestra raza.
Erika y yo juntos lo atacamos simultáneamente, pero solo lo hicimos enfurecer mas. En medio de la batalla escuche a Sigma hablarme dentro de mi cabeza diciendo: -No lo maten Desmond, si lo hacen, toda la naturaleza en tu mundo morirán. Deja que me encargue de el.
Seguido de eso Sigma apareció en un destello de luz entre Kofferan y nosotros, diciéndonos: -¡Corran!
A lo que hicimos caso y nos fuimos corriendo lo mas rápido posible a la Ciudad.
Cuando llegamos a la calle principal que daba a la Catedral donde residía, encontramos una ciudad muerta. Todos los habitantes hechos esqueletos en la posición solían estar cotidianamente. Y en el balcón donde su santidad daba sus discursos estaba Jehormenther al lado del esqueleto del papa.
Y al vernos llegar hablo dentro de nuestras cabezas: -¡Bienvenidos a mi nueva capital!
Desmond, veo que traes una compañera.
¿Porque no me permites verla mas de cerca?

Al acabar de hablar estaba enfrente nuestro, mirando fijamente a Erika.
Al intentar golpearlo el de inmediato me sujeto del cuello dejándome inmóvil. Y diciéndome:       - Tranquilo Desmond, no le haría nada a esta hermosura. Tal vez te preguntes porque robe cierto contenido sobre ti, veras... quería estudiar un poco a mi sucesor.

Desmond: ¿¡Que carajo estas diciendo?! ¡Yo jamas seré tu sucesor!
Jehormenther: ¿Eso crees? Entonces porque no lees un poco acerca de ti.
Erika: ¿Desmond...?

Después de eso Jehormenther dejo caer las paginas faltantes y retrocedió.
La paginas nos revelaron las profecías de los sacerdotes:
"Desmond, ultimo de los hermanos profetas. Señor del nuevo mundo. Aquel que terminara este hecatombe creando un nuevo reino a base del inframundo que gobernará"

Desmond: No... No... ¡NO!

Seguido de eso desprendí un aura de fuego verde oscuro, al igual que en mis ojos.
Diciendo: -¡Tu, maldita bestia, vas a morir aquí y ahora, y tu inmortal alma vivirá dentro de mi para toda la eternidad!
Y al terminar mis palabras atravesé su pecho con mi mano. A lo que el respondió riendo:        -¿Crees que eso basta para vencer a un Dios?
Y yo enfurecido grité incrementando el aura de fuego a mi alrededor hasta que todo a nuestro alrededor explotó.

Cuando recobre la consciencia, vi lo que había hecho... Todo a nuestro al rededor era polvo, Jehormenther había desaparecido dejando escrito con sangre en las paginas "Te veré pronto", y al voltear hacia los lados la vi...
Había matado a Erika, ella estaba tirada en el suelo muerta, con quemaduras en todo el lado izquierdo de su cuerpo.
Había matado a la única persona viva en este mundo.
Había matado al amor de mi vida.

La CaidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora