Destinados

El comienzo

Nada, aun nada, las personas solo hablaban del asesino de héroes, ¡Ya había pasado más de un mes! y aún las personas hablaban de él. No lo entendía ¿Qué tiene de especial? ¿No son lo mismo? Ambos son villanos quienes matan por sus objetivos ¿No? ¡Ambos destruían lo que no les gustaba!, para rematar... El mocoso venía más seguido al bar y empezaba a llevarse bien con Kurogiri hasta el punto de intercambiar sus números telefónicos, es por eso que venía cada que se le antojara solo bastaba con un mensaje a Kurogiri para venir y ese idiota le hacía caso, ¡El líder soy yo, no él!. Solamente los ignoraba por un muy pero muy largo rato y se volvían cada vez más cercanos. Además todavía estaba ese pequeño asunto sobre los posibles nuevos miembros, lo cual le fastidiaba demasiado más por el hecho de que son admiradores de ese hombre.

Esos eran los pensamientos de Shigaraki quien se encontraba sentado en la barra del bar como es usual intentando construir una pirámide de naipes. Ya estaba a punto de colocar la última carta cuando la puerta se abrió dejando ver dos siluetas, una desagradablemente ruidosa para su gusto.

En la entrada se veía a Kurogiri cargando unas bolsas con diferentes licores quien escuchaba atentamente a su acompañante quien cargaba otras bolsas pero estas con algunas frutas, verduras y una que otra sopa instantánea, este hablaba animadamente.

- ¿Qué demonios? ¿Qué hace él aquí Kurogiri? - dijo molesto Shigaraki.

- Nos encontramos de casualidad.

- ¿No podías simplemente aparecer aquí idiota?

- Aparecí justo delante de la puerta en el callejón. Antes de entrar alimenté a los gatos del callejón, es entonces cuando me vio. - respondió Kurogiri.

- ¡Podías simplemente desaparecer a otro lugar, es peligroso que él sepa nuestra ubicación!

- Si, eso pensé hacer pero...

- No era difícil de adivinar, hay un letrero que dice bar y a juzgar por lo que he visto de adentro pude deducir lo de afuera así que no te enojes con él.

- Solo eres un fastidio mocoso - dijo Shigaraki con fastidio.

- Supongo que aún no me llamarás por mi nombre...

- Gracias por tu ayuda Midoriya Izuku- dijo Kurogiri al poner las bolsas en la barra comenzando a ordenar.

- ¡No hay problema!

- Estas lejos de casa mocoso.

- ¡Oh! ¡Cercas de aquí había una convención de All!... De... Amm... De... ¿Algo? - contestó dudoso Midoriya.

- Oh~ interesante ¿De casualidad en tu mochila llevas cosas compradas ahí? - preguntó Shigaraki, tenía ganas de destruir algo y probablemente en esa mochila lo encontraría.

- N-no...

- No es bueno mentir, especialmente a mí.

- B-bueno, no tengo nada de tu interés... Ni especial... - contestó Midoriya con un poco de miedo casi metiéndose a la barra donde estaba Kurogiri en busca de protección.

Shigaraki no dijo nada, estaba comenzando a fastidiarse más, se paró de su lugar dispuesto a irse. Tomó su sudadera y salió del lugar. Un pequeño suspiro de alivio salió de Midoriya ante esto.

- Fuiste a una convención del señor All Might y compraste cosas de él ¿No es así? - dijo Kurogiri casi terminando de acomodar las compras provocando un sobresalto en Midoriya.

- Mmmm... Si...

- No te preocupes, no soy Shigaraki Tomura como para destrozar tus cosas.

- Ah, te agradezco eso... ¿Puedo preguntar algo?... ¿Shigaraki está de mal humor? Últimamente lo he estado notando así.