Viaje escolar

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Ese día Midoriya partió hacia la escuela a reunirse con sus demás compañeros para ir al campamento escolar, la ubicación exacta la desconocía solo podía observar la cara del profesor Aizawa la cual radiaba de felicidad... Por experiencia sabía que eso no era algo bueno.

El día anterior había ido a ver por última vez a Shigaraki, no estaba seguro cuanto podría durar sin verlo, realmente no quería volver a sentir esos horribles síntomas. Kurogiri le había dicho que se llevase la camisa de Shigaraki para poder tener su aroma pero... Ya tenía días en las que su aroma había desaparecido ocasionándole pesadillas nuevamente, Kurogiri al escuchar esto hizo aparecer una de las tantas playeras negras de Shigaraki dándosela a un confundido Midoriya, por su parte Midoriya fue obligado a devolver la camisa que tenía de Shigaraki.

- Tu olor ya debe de estar en esta camisa, lleva contigo la otra de esa forma probablemente duren más en no verse.

Fue lo que Kurogiri le había dicho, así es como en ese momento llevaba en su equipaje una pequeña almohada rellena con la playera de Shigaraki.

- Midoriya, te vez nervioso - dijo Todoroki.

- No, no es eso al contrario ¡Estoy emocionado! ¡Será divertido!

- ¡Estoy de acuerdo! - dijo Uraraka quien recién llegaba. - ¡Nos divertiremos mucho!

- ¡Vamos a entrenar! - dijo Iida.

- Vamos no seas aguafiestas, ¡Un campamento es para divertirse! - gritó entusiasmada Ashido.

- Iida tiene razón - habló Aizawa quien posteriormente sonrió - Es para entrenar, especialmente para los que reprobaron.

A estos últimos les recorrió un escalofrío por la espalda y tragaron duro.

Una vez que todos ya estaban reunidos partieron hacia algún lugar desconocido entre las montañas. En el autobús solo era desorden hasta que tuvieron que bajar en medio de la nada comenzando con su primer sufrimiento de la semana con ayuda de las Pussycats.

- V-veo... Veo la luz del camino –dijo con cansancio Kirishima.

- N-no hermano... No vayas hacia la luz – dijo Kaminari igual de cansado apoyándose con Kirishima.

- Chicos, debe de ser por fin la guarida de las Pussycats – dijo Yaoyorozu con jadeo.

- L-la Luz ¡Es la luz hacia el cielo! - gritó cansado Mineta.

- No sean dramáticos... - dijo Jiro.

Los primeros en salir del bosque fueron Bakugo, Iida, Todoroki y Midoriya siguiéndoles el paso los demás. Todos estaban completamente desalineados y cansados, algunos incluso se arrastraban por el suelo. Por fin podrían descansar después del largo día destruyendo y escapando de varios monstruos de piedra.

Los chicos ya se encontraban en su habitación acomodándose para poder descansar, unos pocos inclusive ya estaban durmiendo. Midoriya sacaba disimuladamente su almohada acomodándola a un lado de él, podía oler el aroma de Shigaraki viniendo de la almohada provocando una relajación y como si de magia se tratase todo el cansancio se había ido, Midoriya se acostó y abrazó fuertemente su almohada sonriendo con tranquilidad, por fin podría tener un buen descanso y la tranquilidad de esa noche nadie la podría romper.

- ¡Guerra de almohadas! – gritó Ashido siendo acompañada por las demás chicas aventando almohadas al azar desde la entrada.

- ¡¿Pero qué?! – Sato no pudo terminar lo que iba a decir al recibir un almohadazo en la cara.

- ¡¿Una guerra?! ¡Acepto! – dijo Kirishima comenzando a aventar almohadas.

- ¿Quién diría que las chicas comenzarían algo así? – dijo sonriente Kaminari tomando las almohadas que estaban a su lado.

- Jum un juego en la oscuridad de la noche – dijo Tokoyami mientras esquivaba las almohadas.

- ¡Orden! ¡Orden! ¡No podemos jugar!.. ¡Uff! – intentó calmar Iida pero recibió a cambio varios almohadazos en la cara y cintura.

Shoji se encontraba protegiendo a un indefenso Koda quien temblaba ante la guerra recién formada entre chicas y chicos.

- ¡Toma esto Ojiro! – dijo Hagakure atacándolo.

- ¿No estaban cansados? - preguntó confundido Sato. 

- Dijeron que no desaprovecharían el hecho de estar todos reunidos así estuvieran cansadas - contestó Asui.

- Ja... ja ja ja ¡Vengan por mi chicas! – jadeó Mineta con una para nada decente mirada.

- ¡Dejen dormir maldita sea! – gritó furioso Bakugo uniéndose a la batalla.

Midoriya se escondía bajo la protección de su sabana mientras abrazaba fuertemente su almohada para no ser robada, volteó a su lado mirando sorprendido a Todoroki quien dormía plácidamente quien al parecer no despertaba ni por todo el ruido formado en la habitación.

- ¡Enserio chicos basta! – seguía intentando convencer Iida a sus compañeros quienes hacían oídos sordos. - ¡Si no paran entonces el profesor Aizawa...!

- Vuelvan... - Una voz de ultratumba detuvo a todos tragando duro volteando lentamente hacia la dirección de donde venía la voz - ¡A sus habitaciones y duérmanse de una vez!

- ¡Si señor! ¡Profesor señor! ¡Lo sentimos mucho! – dijeron todos dando un saludo estilo militar.

Las chicas rápidamente se fueron a su habitación encontrándose a Yaoyorozu dándoles la bienvenida, por otra parte los chicos volvieron a acomodarse en sus futones bajo la atenta mirada de Aizawa quien apagó la luz una vez que todos ya estaban acomodados retirándose del lugar.

Un nuevo día había comenzado con unos soñolientos adolecentes a excepción de Todoroki.

- Aún es muy temprano profesor Aizawa – se quejó Ashido bostezando.

- Yo no les dije que se mantuvieran despiertos jugando – contestó Aizawa.

- ¿Jugando? – preguntó confundido Todoroki.

- Tienes el sueño pesado Todoroki kun – rió nervioso Midoriya.

La mañana comenzó de manera dura para todos hiendo más allá de sus límites siendo acompañados por la clase B quienes se les unieron un poco después.

Midoriya estaba dispuesto a mejorar en esa semana lo más que pudiese no siempre contaría con All Might, debía mostrarle al regresar que ya había mejorado y también... Le preocupaba el pequeño niño llamado Kota, tenía algo familiar así que en la hora de la cena al verlo alejarse tan solitariamente decidió seguirlo y hablar un poco con él, no estaba seguro de cómo ayudarlo pero lo intentaría.

- Llamándose así mismos héroes y villanos, matándose unos contra otros como idiotas. Presumiendo sobre sus quirks... Es por eso que terminan así malditos idiotas.

Ahora lo entendía, ese niño le recordaba a Shigaraki. La persona a la que aún no ha podido sacar de la oscuridad a pesar de ya llevar tiempo juntos y ese niño al igual que Shigaraki terminará odiando a las personas si no es que ya las odia, pero aún estaba a tiempo, estaba a tiempo de poder salvar a Kota de ser devorado por la tristeza y amargura que le fue causada por la muerte de sus padres.

Pero... Si aún no podía ayudar a Shigaraki quien es con quien más tiempo ha estado ¿Podría con él? ¿Realmente puede ser el héroe que necesita? Su pecho se oprimía de tan solo pensarlo.

- Ya quiero ver la sangre correr por sus cuerpos – dijo una voz sonriente a sus demás compañeros observado la base desde lo lejos.

- No olvides a quienes no puedes lastimar.

- Pufff solo dijo que no los matáramos, mas nunca dijo que no pudiéramos hacer una que otra cortadita.

- Nuestro objetivo principal está claro, no olviden eso. Esta es solo una advertencia.

DestinadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora