Mi Pequeño Príncipe ; ℌ𝔬𝔭𝔢𝔳

1. Príncipe Taehyung

— ¡Taehyung, ven acá! — Seokjin corría detrás para alcanzar al más joven de sus hijos. Taehyung. Solía ser muy rebelde en ocasiones y no acataba las órdenes de la institutriz. Casi todos los días eran queja tras queja. Según las educadoras solo buscaba atención, y vaya que sabía cómo conseguirla.

Solo escuchaba sus risas por los pasillos de los salones, esquivando a las mucamas que cargaban con cobijas, toallas o incluso comida. Taehyung no medía las consecuencias nunca, para su edad ya comenzaba hacer muy inmaduro. Eso irritaba a Seokjin.

— ¡Taehyung!

Por girar hacia atrás, se estampó contra madam Cho. Esa mujer era una de las sirvientas con más historia en el castillo, hasta había cuidado del propio Namjoon, quien ahora era el rey actual de la nación. Era muy gruñona en algunas ocasiones, pero muy respetuosa y apegada a las reglas. Tomo a Taehyung del brazo y le estiro haciendo que se detuviera.

— Ya es suficiente de que le des molestias a tu madre, jovencito. — le tomó del hombro y este bufo no haciendo nada por luchar a los jalones de la mujer. Era mejor obedecerla si no quería acusarlo con su padre.

Seokjin llego avergonzado por correr tanto y tomó el aire que necesitaba. Tocó su pecho y miró mal a su hijo quien solo le vio avergonzado. Negó muchas veces y le tomó de su brazo poniéndole a su lado. — Lo lamento mucho madam Cho..

— No se disculpé majestad, quien le debe la disculpa es su hijo a usted. Espero reciba un castigo por ello.. — se inclinó despidiéndose. Mirando mal a su hijo quien le veía con aburrimiento.

Los ojos de Seokjin se abrieron aún más de lo que sus párpados le permitían, viéndole con reprenda y negación. Le tomó del antebrazo y le llevó por todo el castillo, notando como los sirvientes presentían que recibirá otro castigo. Era muy normal con el hijo menor de los reyes Kim. Comentaban entre ellos que al tener tantos, el omega real ya no tenía energía para reprender y educar de la misma manera a como lo hizo con sus demás hijos mayores. Por eso el comportamiento del joven Taehyung no era el más excepcional.

— Me lastimas mamá.. — le reprochó al ser empujado dentro de su habitación. El cachorro que yacía descansando en su cama levantó la cabeza mirando con atención en siguiente suceso. — Solo me divertía un poco..

— ¿¡Escaparte de tus clases de coreano es divertirte!? — alzó su brazo refiriéndose a que dejó plantado a su profesor. — ¡No es la primera vez! ¡No sabes ni siquiera donde estás parado! ¡Eres un príncipe niño, no debes de comportarte así!

— ¿Por qué no solo me puedes dejarme en paz?

— ¡Por qué ya no sé qué más hacer contigo! ¡Pon de tu parte Taehyung! — alzó de nuevo la voz, caminando por la alcoba y ver al príncipe que solo se sentó en uno de sus sofás a escuchar el reproche de su madre. — Le agradezco al cielo que te vi con mis propios ojos salirte de tu clase, no creía en la palabra del profesor..

— Ese mequetrefe..

— Cuida tu boca. — le alzó su dedo apuntándole con poca paciencia.

Taehyung cruzó sus brazos y gruño hastiado de tantos gritos. — La cuidaría si tan solo..

— ¿Tan solo que?