Mi Pequeño Príncipe ; ℌ𝔬𝔭𝔢𝔳

3. ¿A quien cortejar?

Toda la familia real como el joven rey se encontraban en la gran comedor rectangular. Disfrutando la maravillosa cena servida por la servidumbre. Se veía deliciosa admitió Hoseok y esperaban disfrutarla con gusto, mientras compartían la charla en la mesa.

Por ahora, sus ojos se desviaban el príncipe más pequeño de la mesa. Parecía que ambos no se cayeron del todo, bueno, al menos a este si, ya que si cruzaban miradas las evitaba. Solo se dedicaba a comer sin tener tampoco interés en conversar con su familia. Increíble que para su edad estuviera tan amargado. Lo imaginaba mas alegre al menos.

Para ser suficiente, estaba frente a él. Hubo un momento donde tomó su copa de jugo y la bebió con delicadeza, dejándola en su lugar tan pronto dio un sorbo. Notó que le miraban y este le frunció el ceño, volviendo a lo suyo. Suspiró, ¿Era en serio? ¿No le sorprendió su presencia para nada?.

— Es un honor tenerlo en nuestras tierras joven Hoseok. —habló Seokjin que se dedicaba a servirle a su alfa.

— El honor es mío. — sonrió hacia el omega real, que era agradecido con un beso en su mano por parte de su alfa.

— ¿Cuanto tiempo estará con nosotros?

— En realidad quisiera decirle que poco tiempo, pero quisiera hacer una buena elección. — dijo tomando un bocado de su arroz con sus palillos. Más tomando un pequeño panecillo de maíz que se encontraba en el centro. Pero otra mano también tomó el otro extremo, precisamente la del mocoso energúmeno.

Pensó que le cedería el postre, pero le veía con sus ojos serios dándole entender que era el, el que debía de soltar ese panecillo. Entre cerró sus ojos y no parecían ceder, hasta que Seokjin habló.

— Cariño.. No es el único.

— Este tiene más miel. — murmuró viéndole fijamente.

Demasiado infantil. Pero era obvio para su edad, posiblemente no le han enseñado modales. Soltó el panecillo y se lo dejó. — Perdone príncipe..

— Gracias. — sonrió entonces, tomándolo y llevándolo a su boca.

Su padre pareció avergonzado y negó, solo sonriendo como disculpa. Mientras que Seokjin ya le tenia sus ojos encima y parecía querer morderlo cual pantera a su cría. Ya no podría hacer nada para ayudarlo.

Jimin solo parecía reír para sí mismo y negó, no aprobando el comportamiento de su hermano. Casi nunca era aprobatorio. Le restó importancia y continuó comiendo.

— Y cuéntenos.. ¿Qué es lo que busca en un esposo?

Demonios. Se supone que ya había practicado con Hyorin un día anterior para ese tipo de preguntas. Ya que siendo honesto, si tuviera la opción de serlo, no le interesaba en lo más mínimo que buscaba en su futuro omega. Pero tenía que quedar bien con sus futuros suegros.

— Que sea capaz de llevar el hogar, que sea inteligente, me atrae bastante que sean muy astutos.. No me agrada que solo sean un esposo trofeo. — dijo sincero, esa si iba por parte suya. — Y que sea bastante fértil, me gustaría tener una enorme familia como la de ustedes.

A la pareja pareció conmoverle mucho su pensamiento. No faltando el comentario de Seokjin por alagar a su hijo. — Vaya.. A mí Jimin le encantan los niños. ¿No es así querido? Cuido a todos sus hermanos..

Jimin de parecer tener la boca llena, paso a tragarlo todo de golpe y mirar a su madre cada vez más enfadado por seguir ofreciéndolo. Pero siempre manteniendo su postura. — ¿Yo? Creo que quieres decir Jungkook.. — "Lo siento hermano".