Déjame Acercarme.

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Déjame Acercarme.

IX

Se despertó primero que Jin aquella mañana. Estuvo varios minutos observándole dormir, delineando esos labios rojos y gruesos que tenía. Mirando sus cejas y las pestañas cortas de sus ojos. Acariciando con cuidado su nariz, oliendo el aroma del shampoo que aún persistía en él.

Suspiró abrazándolo con más fuerza logrando que el mayor se quejara un poco, acomodándose más sobre su amplio pecho. Tuvo que reprimir con fuerza las ganas que tenía de besar sus labios, pero sabía que no podía, o por lo menos no antes de haberle conquistado por completo.

Su siempre maquiavélica cabeza ya había comenzado a elaborar un plan para hacerle notar a Jin su presencia, no como el líder del grupo, ni como su amigo o compañero, sino como hombre, como novio, pareja, lo que fuera, pero hacer algo para que el otro se diera cuenta de su completo interés en él.

Sabía que era terriblemente arriesgado y que existían muchas posibilidades de fracaso... pero él no había perdido nada aún en su vida y esa no sería su maldita primera vez. Sobre todo en aquel momento en que estaba experimentando un extraño subidón de energía y confianza en sí mismo, luego de haber aceptado por fin lo que por años había dejado en el olvido y que durante la noche no tuvo más remedio que reconocer, primero con humildad y luego con entusiasmo y excitación ante la cantidad infinita de nuevas circunstancias que comenzaba a experimentar y estaban dándole renovadas perspectivas a su vida.

Ya luego vería como resolver los temas relacionados al grupo, la empresa y a toda la mierda extra que venía. Lo importante en ese momento era que Jin se fijara en él y correspondiera su amor, porque su decisión era irrevocable.

Haría hasta lo imposible para hacer que Kim SeokJin se enamorara perdidamente de él.

Tanto, tanto que no pudiera abandonarlo nunca.

Jamás.

Antes de alejarse le besó con cuidado la cabeza y con menos ganas de las que pensó se levantó para ir a ver a los demás. Todo estaba en silencio y debía ponerse en modo líder pues la agenda no descansaba y aún tenían muchas cosas que hacer antes de su viaje a América.

Fue abriendo las puertas para ver en qué condiciones habían llegado los demás miembros, sorprendiéndose de ver cómo, nuevamente, JungKook y TaeHyung dormían juntos en la cama del menor. Hobi y JiMin estaban cada uno en su cama descansando sin estar conscientes de que existía un mundo fuera de esas paredes. Tomó su celular y vio un mensaje de YoonGi, avisandole que iba a pasar a la empresa primero antes de volver al departamento, así que lo esperaba en el estudio para continuar con el trabajo.

Se acercó a la cafetera, otro de los electrodomésticos que podía utilizar de manera decente, y comenzó a preparar café para todos. Se dio una ducha y cuando estuvo listo comenzó con la siempre difícil tarea de despertar a sus compañeros. Y cuando estaba a punto de entrar en la habitación de los mayores, Jin abrió la puerta y apareció frente a él restregándose los ojos, aun medio dormido.

—¿NamJoon? —Peguntó, pues sin sus lentillas no podía ver muy bien, aunque estuvieran relativamente cerca.

—Sí, venía a despertarte hyung.

Sin responderle nada Jin se dejó caer en su cuerpo, diciendo cosas que no podía entender pero enterrando su cabeza en su cuello y abrazándolo con fuerza.

NamJoon sonrió complacido y lo abrazó de la misma forma, acariciándole la espalda y la nuca con sus manos, dejando que el mayor terminara de despertarse.

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