The Truth Untold

Epílogo: The Truth Untold

*Escuchen The Thrut Untold*

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Epílogo: The Thrut Untold

I

Sentir la arena bajo sus pies, las suaves y calmadas olas del mar a un par de metros de distancia lo hizo suspirar en paz, tranquilo, completamente relajado.

No se creía capaz de calcular el tiempo desde la última vez que permaneció en alguna playa con la serenidad y el silencio abrazando su cuerpo. Pero si estaba seguro de que llevaba siglos esperando aquel viaje, el más especial de su nueva década de vida. Era incluso muy fácil poder distinguir las constelaciones que conocía en el absoluto y basto oscuro cielo del universo sobre su cabeza. Las luces parpadeantes y hermosas de estrellas muy brillantes o de esas que estaban a punto de morir se mostraban con claridad ante sus ojos, dándole una vista hermosa y abrumadora que, por supuesto, no iba a encontrar nunca en otra parte del mundo.

NamJoon bebió otro trago de cerveza, disfrutando del sabor amargo de la cebada, de las burbujas que se deslizaban por su garganta con tal naturalidad que estuvo seguro de que en cualquier momento comenzaría a ronronear de felicidad. No solo se encontraba ahí intentando volver a conectarse con el universo y la naturaleza del mundo, sino que también disfrutaba de su bebida favorita mientras la tibia brisa le golpeaba con suavidad su rostro de ojos muy abiertos.

No podía creer que se había perdido de eso por dos años enteros. Se sentía libre por fin, mientras la paz retornaba a su cuerpo como quizás nunca lo había hecho con anterioridad.

En ese momento, definitivamente, era un hombre con todas las de la ley. Y el solo pensar de que su deber estaba cumplido lo hizo sentir feliz, sobre todo porque se sentía capaz de, por fin, llevar la vida que siempre deseo, sin miedos del resto, con la convicción de que no debía ya rendirle cuentas a nadie, solo a él y a su...

—¿Te has quedado dormido?

Escuchó sin sorprenderse aquella voz a su lado y cuando giró el rostro con tranquilidad no pudo evitar sonreír sincero, sintiendo la alegría bullir con fuerza dentro de su interior.

—Es que estoy feliz. —Dijo mostrando esos hoyuelos tan lindos en sus mejillas.

—Si, puedo notarlo ¿De verdad no tienes sueño?

—Para nada... me siento muy despierto en este momento.

NamJoon estiró su brazo para tomar la mano de SeokJin, quien estaba de pie a su lado, vistiendo un bermuda casual y una sudadera sin mangas color negro, con el cabello también moviéndose al ritmo del viento, el rostro calmado y, como casi siempre, los dedos de sus manos muy helados.

—No sé como has soportado tanto tiempo sin dormir. Hemos viajado diecisiete horas en avión, sin contar las tres horas de escala que tuvimos en Estados Unidos... no has dormido desde antes de salir de Corea.

—Sabes que cuando estoy contigo no puedo dormir... en estos dos años ¿cuántos días nos hemos visto? ¿diez a lo mucho?

—Estabas en el ejército NamJoon, obviamente no nos podíamos ver.

—Por lo mismo, quiero aprovechar contigo y la naturaleza cada segundo que tengamos durante esta semana antes de volver al mundo real.

—Que estupido eres... estamos en el mundo real.

—No no, —le dijo tirando un poco de la mano de Jin para sentarlo en su regazo. Le acarició con ternura la mejilla y los labios mientras seguía sonriendo feliz— esta es nuestra luna de miel, recuerda.