Blurry through the clouds (11:11)

Capítulo 2

—¿Al museo?—niego.—¿Al parque?

Hm...no, vuelvo a negar.

—¿Cine?—asiento efusivamente.—¿Cuál veremos?— dejo de ver por la ventana y me giro para poder verlo.

—La de los amigos que viajan a un mundo paralelo.—digo emocionado.

Parece pensárselo por un momento.

—¿No será mejor la de el chico que mata a todos los que encuentra en el instituto al igual que a su familia?

—¡Ya la viste!, más de tres veces.

—Ah, es cierto.—Pasa una mano sobre su cabellera negra, es realmente un negro intenso, amo su cabello— Veremos la que dices.

Oh..., ¡Yay!

—¡Si!

Toma rumbo al centro comercial.

—No he tenido tiempo de preguntarte, pero ¿cómo te fue en tu viaje?.

—Bien, lo de cada año.—me da una mirada rápida—Vamos a casa de la abuela y Ariel jodiéndome la vida como siempre.

—Por favor, solo tiene 8 años.

—Es un verdadero demonio.

—Solo déjalo, ya crecerá.

—¿Y tú?—volteo a verlo y el me ve de reojo.—¿Qué has hecho?

—Esta vez... nada.— mueve la cabeza en una seña para que siga.— Mi padre tuvo unos asuntos de último momento y tuvo que salir, Mi madre quería quedarse conmigo, le dije que no había problema... así que me quedé en casa.

—Pero estabas tan emocionado en ir...—le interrumpo.

—No, está bien. Me dijeron que fuera sin ellos, pero no sería lo mismo.—suspiro— ya será para la otra.

Volteo mi vista hacía la ventana para poder ver por ella. Paramos en un semáforo y a lo lejos logro ver una señora mayor, comenzó a caminar en medio de los autos, de repente se le cae una bolsa a media calle.
Miro a Allen, él también me estámirando, dirijo mi mirada enfrente y luego a él nuevamente, rápidamente bajo, cierro la puerta y corro los más rápido que puedo.

Al estar más cerca disminuyo mi velocidad y veo a un chico de cabello obscuro con gran parte de color morado. Se agacha, toma la bolsa y se la da a la señora.
Esta sonríe y él la imita.

—Gracias, jovencito.

—No hay de que.— hace una pequeña reverencia.
Toma el brazo de la señora y le quita las otras bolsas que trae.
Me acerco y le quito la otra cuidadosamente, pareció asustarse.

—Descuide.— le acompaño hasta cruzar la calle.

—¡Aquí!— extiendo la mano de un lado a otro, llamando la atención de un taxista.
Abro la puerta y dejo la bolsa dentro, el chico se acerca y hace lo mismo.

—Muchas gracias, jovencitos.

Me acerco al taxista.

—Tome, llévela a dónde diga.— le extiendo un par de billetes.
El asiente.

—Adiós.— decimos mientras se va alejando.

Me giro para ver al chico.

Inconscientemente observo detalladamente su cara, sus ojos son de un azul suave, bajo por su nariz, es linda.
Por último sus labios, tiene un piercing en el lado izquierdo de su labio bajo, no lo había notado.

Me mira.

—Eres algo llamativo, chico.

—y me lo dices tú, ¿Qué onda con tu cabello morado?—río