A su lobo no le agradaba nada el tono de aquel viejo, mucho menos sus palabras, tampoco entendía la situación en la que estaba, ni por qué rayos Isabella parecía ser otra persona, ¿dónde estaba su timidez? ¿Dónde estaba la dulzura de su mirada? ¿Por qué veía al gatito ruso como si se lo quisiera comer? Pero lo principal ¿qué estaba haciendo en el territorio de una coalición de cambiantes?
Seth tenía muchas interrogantes, pocas respuestas y nada de tiempo, pues ya los soldados armados del viejo se estaban acercando a ellos, apuntando con sus armas.
Nada bueno saldría de eso.
—Oye, espera —Reed intervino—. Ellos no han hecho nada malo, no puedes matarlos.
Ella se interpuso entre Seth y un soldado que le había quitado el seguro a su arma.
Armas, por todos lados, y de seguro lloverían balas pronto, trató de distraerse con ella, viendo como se enfrentaba al cambiante más alto y fuerte, oh, era valiente, y se veía tan bonita cuando estaba hecha una furia...
Más armas se cargaron, Seth raspó la tierra con sus garras, gruñendo bajo, controlando al lobo en su mente que luchaba con todas sus fuerzas por tomar el control y despedazarlo todo.
—Usted no...
—Silencio mujer —dijo el viejo—. Los humanos no tienen voz ni voto dentro de mi coalición, ni siquiera tienen un lugar aquí.
Arif maldijo en voz baja.
—Entonces ¿por qué le diste refugio a Isabella? —Cuestionó—. Es humana.
El viejo avanzó un par de pasos, seguía siendo custodiado por dos guardias, ¿era una especie de líder? ¿Dictador? ¿Patriarca? Seth no entendía el funcionamiento de una coalición, lo poco que sabía se lo debía a una conversación con su lugarteniente en donde aprendió que eran conjuntos de cambiantes, que sin importar el tipo, formaban un grupo similar a un clan pero con diferente estructura, normas, costumbres y jerarquías.
Si el viejo se llamaba a sí mismo como alfa, estaba haciendo un pésimo trabajo, pues se supone que los alfas no matan por capricho, deben tener siempre un argumento valido, como una intrusión agresiva, un ataque o un asesinato, y en este caso, Seth y Arif no habían hecho nada de eso. Puede que entraran a sus tierras sin permiso, pero eso no era justificativo, sobre todo si lo hicieron por una buena razón.
—Isabella es una mujer cambiante —respondió el viejo.
Arif se cruzó de brazos, ladeando un poco la cabeza le miró fijo.
—Ah, sí, y yo soy un gato, y a mi amigo le saldrán dos cuernos en cinco minutos.
Seth pensaba en muchas ocasiones que su amigo había nacido sin filtros en su lengua, y bien, ahora estaba comprobando esa teoría.
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Atrápame [Serie Moon Fighters 3]
Hombres LoboReed Dickson está acorralada, entre la espada y la pared, debe recoger información delicada para salvar a su pequeña hermana, pero jamás pensó que tendría que traicionar a un hombre que se abrió a ella en cuerpo y alma. Seth Meyer está tentado, ent...