¿Por amor o por odio? • Ziam •

Capítulo II

Zayn:

El tic tac del reloj era prominente, solté un suspiro, ese chico estaba definitivamente muerto. Mi mirada se posó sobre el reloj, observaba con desgane las manecillas las cuales parecían moverse cada vez más lento.

­­—Malik, puedes pasar —maldecí por lo bajo y me levanté de mi asiento, Gertrud me miró, podía sentir como se burlaba de mí en sus adentros, pero al menos no era yo el que llevaba el nombre de una anciana.

Caminé a pasos cortos hacía la oficina de la subdirectora Shelly, ella también tenía el nombre de una anciana. Reí. Al entrar ella me miró expectante e hizo un ademan para que tomara asiento frente a su escritorio, mi vista se centró en el tapiz el cual por lo visto era nuevo.

—Veo que cambiaste el tapiz, Shelly.

—Subdirectora Shelly —corrigió. Rodé los ojos —. Quiero suponer que sabes bien porque estás aquí.

—En realidad no lo sé, yo estaba dirigiéndome a mi clase como el buen estudiante que soy, cuando de repente me han traído aquí sin ningún motivo —sonreí.

—Déjate de trucos Malik, me sé cada una de tus excusas —no, eso no es verdad. Ella extendió la mano dándome un citatorio —. Detención después de clases por dos semanas, ahora vete — ¡¿2 semanas?! ¿Qué se creía esa loca? Bufé y salí de su oficina molesto, molesto porque simplemente no era mi culpa, era culpa de ese niño idiota.

—Nos vemos Gertrud —dije despidiéndome con la mano.

—Conociéndote imagino que será pronto.

—Me conoces bien —ella rió negando con la cabeza.

Caminé hacía el pasillo dirigiéndome hacía mi próxima clase, saqué el horario de mi mochila, "Historia" que aburrido, aunque si ya me dieron detención entonces no tenía sentido ir a esa clase. Sonó la campana, me dirigí rápidamente hacía el salón de Derek, y lo intersecté antes de que entrara, él me miró esperando a que dijera algo.

—Me dieron detención, no hay que entrar a clases —él rodó los ojos.

—Como sea, tampoco es como si me entusiasmara entrar a matemáticas, vamos a alcanzar a Tony, estoy seguro que el tampoco querrá entrar a su clase —asentí con la cabeza y corrimos en busca de Tony.

Al llegar a su clase esperamos afuera de la puerta, sin embargo el nunca apareció, maldito Tony, se nos había adelantado.

— ¿Estará en el lugar de siempre?

—Puede ser, vamos, pronto dejara de haber movimiento en los pasillos—dije.

— ¿Temes que te den detención de nuevo? —el tono de burla en su voz era más que evidente, sonreí de lado.

— ¿Acaso no estás hablando de ti mismo? —Derek bufó.

—Como sea, mira, ahí está Tony —miré hacía donde Derek apuntaba, y ahí estaba Tony con su cabellera marrón llena de gominola y un cigarro en su mano derecha.

— ¡Zayn! ¡Al fin llegas!

—Yo también estoy aquí —protestó Derek.

—Si como digas —Derek rodó los ojos. Tony volteo a verme —escuché que te dieron detención.

—Ni me lo menciones —extendí mi mano, él puso un cigarro sobre esta —esta vez ni siquiera fue mi culpa —acerqué el cigarrillo a mi boca, Tony lo encendió —un idiota se me atravesó, yo solo le deje las cosas claras.

—Bueno, tal parece que necesitará una lección —dijo Derek haciendo énfasis en la última palabra.

—Esta vez concuerdo con Derek —hizo saber Tony. Exhalé el humo de mi boca.