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Cuando volví a despertar la casa se encontraba en un completo silencio, las luces estaban apagadas y lo único que parecía iluminar el lugar era la televisión que se encontraba encendida pero a la vez silenciada.

Miré el lugar en busca de JiSung pero lo único que encontré fue una pequeña hoja sobre la mesa que tenía un bol de cereales y un vaso lleno de lo que parecía ser zumo de naranja.

"A este paso vas a creer que no se cocinar. He salido un rato con los chicos, nos vamos a encontrar con los demás para cenar juntos, se que no te gustaría venir y por eso no te he despertado.

Sí la leche está fría calientala en el microondas, luego limpia el bol y guarda las cosas, por favor.

No volveré tarde, descansa."

Guarde la nota en el bolsillo del pantalón y tras poner la televisión con sonido y cambiar a un canal de dibujos animados empecé a cenar.

- Ni siquiera me dejaron pizza...- susurré algo triste al no ver ninguna caja.

Cené acompañada de Doraemon y sus capítulos de veinte minutos en los cuales, cuantos más capítulos veía más de quicio me sacaba Nobita.

Quité la manta que me cubría y agarré el bol entre manos para después ir hacía la cocina y hacer lo que JiSung me había pedido. Lo lavé y dejé junto a otros utensilios que se encontraban secando.

Aproveché para mirar la hora, si ya era de noche y ellos habían ido a cenar, ese reloj que tenía una manilla en el número dos y otra en el veinte indicaba que eran las dos de la madrugada y que JiSung aún no había regresado.

Me encaminé hacía su habitación deseando verlo ahí, dormido con su pijama puesto y soltando pequeños ronquidos, pero, no tuve tanta suerte, la cama se encontraba hecha y no se escuchaba ningún ronquido proveniente del lugar.

- ¿A qué hora se habrían ido?- volví a ir al salón arrastrando mis pies por el suelo, no me gustaba estar sola.

Esto era algo que antes me daría igual, siempre disfruté más de la soledad que de estar acompañada de gente que no sabía ni que considerar, pero, a pesar de haber pasado solo dos días junto a JiSung, cuando estaba con él me lograba sentir segura y tranquila sentía que si él permanecía a mi lado era más fuerte, que no me derrumbaría tan fácilmente.

Aumente el sonido de la televisión mientras intentaba no prestar atención a la hora, ya vendría, JiSung era de mi edad, igual algo mayor, seguramente estarían en un karaoke o igual seguirían comiendo.

Dejé de preocuparme cuando me fui a la cama, no tenía sentido seguir despierta mientras lo esperaba, ya eran las tres de la mañana, no era su madre y tampoco su pareja, podía volver cuando quisiera, al fin y al cabo, esta era su casa.

Me tumbé en la cama sin cambiarme, seguía con su chándal y era tan cómodo que se podía dormir perfectamente con él puesto. Agarré las mantas y me cubrí hasta el cuello para evitar el frío de la habitación, ahora todo estaba tranquilo, las pequeñas gotas de lluvia que chocaban contra el cristal creaban una pequeña melodía que me estaba ayudando a conciliar el sueño.

···

Un escalofrío recorrió mi espalda, acabé despertándome y girando mi cuerpo hacía el otro lado, JiSung estaba en pijama y a punto de meterse a la cama.

- Siento despertarte.- susurra tras tumbarse y volver a taparnos- Intenté no hacer ruido, aunque creo que ha sido más por el frío, ¿verdad?- asentí medio dormida subiendo las mantas hasta tapar mi rostro- No te tapes toda o no respirarás.- solté un pequeño quejido y suspiré volviendo a cubrirme hasta el cuello y girándome para no ver a JiSung- No te enfades, es por tú bien.- una pequeña carcajada crea eco por la habitación y siento como su mano pasa por mi cintura activando mis cinco sentidos.

Creo que dejé de respirar en esos pocos segundos mientras sentía su cuerpo acercarse al mío, no olía alcohol ni a nada extraño, JiSung parecía estar en sus cinco sentidos.

- Siento si te molesta, pero en verdad quiero abrazarte, además hace frío y cuando duermes te mueves tanto que me dejas sin manta.- asentí cerrando los ojos, podía sentir su respiración en mi nuca y como su mano se aferraba a la tela de la camiseta.

Moví mis piernas en busca de una posición más cómoda, al no poder mover más partes de mi cuerpo para no molestarle esa era mi única opción pero encontrar la forma correcta era difícil.

- AeRin, no te muevas.- una de sus piernas pasa por arriba de la mía impidiendo que me siga moviendo, ahora estaba inmóvil y no podía hacer nada para moverme.

- No consigo dormirme, no me siento cómoda.

- ¿Te molesto? Puedo alejarme.- dice con preocupación mientras suelta su agarre y se aparta de mí dejando una corriente de frío acercarse a mí espalda.

En ese momento la cosa más cliché que me podía llegar a ocurrir sucedió, un rayo sonó de tal manera que logró asustarme y luego la lluvia empezó a golpear el cristal con más fuerza.

- Cerraré la persiana.- el cuerpo de JiSung abandona el colchón y tras encender la lámpara de su habitación me giro para ver como camina hacía la ventana y se queda observando la calle durante unos segundos- Pobre la gente que está de fiesta.- dice con un pequeño tono burlón.

Cuando cierra la persiana vuelve a caminar para tumbarse a mi lado, esta vez estamos cara a cara, él con una sonrisa en su rostro y yo, seguramente tenga una gran cara de dormida ya que la poca luz de la lámpara seguía creando una pequeña molestia en mis ojos.

- Tienes cara de querer morir.

- Cállate y apaga la luz.- dije señalando la lámpara con la cabeza.

JiSung estira su brazo y tras darle al botón del objeto la habitación queda completamente a oscuras, la poca luz que que alumbraba la habitación provenía de las farolas que estaban varios metros por debajo de la ventana.

Estiré mi brazo derecho por arriba de su abdomen y tras tener mi cabeza apoyada en su brazo izquierdo cerré los ojos dispuesta a caer dormida mientras escuchaba su respiración junto a los latidos de su corazón.

- Gracias...- susurré mientras sentía como mi cuerpo empezaba a caer en un agradable sueño.

- No es nada, descansa pequeña.- en ese momento siento su mano libre entrelazar la mía que se encuentra sobre su abdomen, ¿estaba bien hacer esto? ¿no estaría dañando a su soulmate?

"No podía ver su rostro, pero escuchaba su risa, conocía esa voz, conocía esa risa, la había escuchado antes pero no lograba ponerle rostro.

Estaba sola bajo el árbol de un parque, a pesar de la gente a mi alrededor no sentía miedo, tampoco los podía escuchar, esa voz estaba ocupando mi mente.

Miré el lugar en busca del dueño, pero no había nadie riéndose de tal manera.

Me levanté del suelo y empecé a caminar hacía adelante encontrándome con un grupo de chicos, no podía verles el rostro pero sabía que el que se reía era el que estaba de espaldas a mí y con una capucha negra ocultando su cabellera.

Caminé hasta él, a medida que iba avanzando las personas iban desapareciendo hasta quedarme a solas con él, toqué su hombro para llamar su atención y justo cuando estaba por darse la vuelta, todo desapareció y yo... yo desperté."

Abrí los ojos con cuidado observando el rostro de JiSung, la poca luz que entraba por los pequeños agujeros de la persiana daban directamente en su rostro dejándome apreciar su cara dormida, se veía tranquilo, sereno; sonreí mientras apretaba un poco más el agarre de nuestras manos, no nos habíamos soltado en ningún momento e igual por eso estaba tan tranquila, sentía que él era alguien especial para mí y que gracias a ello, iba a poder volver a mi yo de antes, alguien sin miedos y que puede llevar una vida normal.

Fears ( Han Jisung )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora