Ponle precio a la luna

Sin frenos.

Nunca supe valorarme, no supe ver las cosas buenas que tenia.

Si me exigia un nueve y sacaba un 9.2 me enfadaba conmigo misma por no sacar un 9.5

Si yo consideraba que alguien me habia fallado ya podia bajarme la luna que para mi ya no existia.

Esto ultimo no me ha pasado con pocos precisamente porque le exigia a la gente que me rodeaba tanto como me exigia a mi misma, asi no funciona. Ahora lo se.

Tambien debo decir que habia una parte positiva. Nadie me hacia daño con sus criticas porque cosas mas duras de las que me decia yo no me las decia nadie.

Era algo asi como inmune a los puñales pero muy vulnerable frente a las decepciones.

¿Sabeis como empece a dejar de comer?

Mi vestido favorito no me valia. Era un vestido con el que vivi cosas especiales. Un vestido blanco roto de encaje. Precioso.

Dije que haria dieta hasta que ese vestido me entrara. Asi lo hice.

Empece con 51kg.

No han pasado dos años y peso 42.5kg.

Es obvio que perdi el control y cada vez que llegaba a una meta me motivaba mas y queria MAS. No me conformaba con lo que me habia costado tanto esfuerzo conseguir. Y seguia, no habia frenos.

Hace una semana, cuando estaba ordenando el armario, encontre el vestido. Lo saque con cuidado y tras mucho pensarlo me lo probe. Decir lo siguiente es como retroceder 200 pasos pero no me quedaba exactamente como yo queria.

Lo guarde y jamas volvere a ponermelo, o eso creo.

Ahora controlo todo esto y puedo decir que me ha costado mucho esfuerzo y, obviamente, ayuda.

Estoy orgullosa de lo que he conseguido en poco tiempo, de mis logros, de haber sabido controlar las recaidas y de poder contar con los que mas quiero en todo esto.

Ahora os digo que aunque parezca un juego cuando empiezas a tontear con la comida y el peso siempre se complica. Siempre, tarde o temprano, se nos va de las manos asi que no hagais el tonto y tened cabeza en este tema.

Hacedme caso.

A.