Unas horas despues pongo el pie en la ciudad y tras salir del aeropuerto cierro los ojos, cojo aire y sonrio. ¡Ya he llegado!
Voy pisando con fuerza con unos tacones negros que acabo de comprarme, ha sido amor a primera vista. Yo los he visto y ellos me llamaban a gritos asi que finalmente he accedido a adoptarlos a cambio de nada mas y nada menos que 95,60€. Vamos lo que viene siendo un riñon pero que no cunda el panico todavia me queda el otro para poder pagar algun caprichito mas.
Llego a la direccion que llevo anotada y llamo al timbre. Me abre un chico y detras de él se ve que hay varios mas. Los saludo a todos y me dan una llave.
Me paso el dia intentando averiguar el acertijo para saber donde tengo que ir. Mientras tanto paro a comprar algo de comida en un puesto ambulante y me siento en un parque. Me canso de arrastrar las maletas, tengo demasiadas cosas que pesan y no entiendo porque debo pasearlas por toda la ciudad.
Termino y mientras me fumo un cigarro le sigo dando vueltas. Lo leo lentamente varias veces hasta que cansada de pensarlo guardo el papel.
¡Lo tengo!
A.
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Ponle precio a la luna
PoetryTodo en esta vida tiene un precio pero la luna... Ella es inalcanzable para los mortales. Suerte que no soy una mas.