Abrazar a su mejor amigo hizo que Temo sintiera una inmensa alegría. Desde que Diego se había ido de Oaxaca solo mantenían contacto a través de videollamadas y mensajes. Es por eso que Temo olvidó por un momento que Aris y Diego no se llevaban bien.
-¡No lo abraces así!, ¡está desnudo!
-Tengo puesta la bata, tarado.
-Sí, pero de seguro no traes nada abajo. ¡Qué asco!
-¡Asco es ver tu cara de nuevo!
-¡También puedes ver mi puño de cerca si quieres!Al notar que su novio y su amigo se aproximaban peligrosamente con los puños cerrados Temo se interpuso entre ambos estirando los sus brazos para mantenerlos alejados.
-¡Ay ya, por favor! Es increíble que no puedan estar ni un momento en paz.
-Pues eso díselo a tu novio el Tontóteles.
-¡Temo! ¿¡Vas a dejar que me diga así!?-¡Tontóteles, Tontóteles, Tontóteles!
-¡Ahora sí ya te cargó el payaso!
-¡Aaaaaaaaaa!Antes de que Temo pudiera evitarlo, Aris y Diego ya habían salido corriendo del baño mientras el primero iba detrás del segundo.
Llegaron a la sala entre gritos y carreras pero, antes de que algo más pasara, Temo logró detener del brazo a Aris antes de que pudiera alcanzar a Diego y propinarle un puñetazo.
-¡Ya basta! ¡Los dos! ¿Están locos o qué? ¡No puedo creer que se acaban de ver hace 5 minutos y ya se quieren golpear!
-Sí, pero tú novio empe...
-¡Ya!
-Yo no hice nada, Temo; fue tu amigo el que...
-¡Que ya, dije!Temo sabía que debía ser autoritario para poder controlar la situación. Así que al ver el ambiente tenso y que, en cualquier momento su novio y su mejor amigo volverían a intentar agarrase a golpes, elevó un poco más la voz y con determinación les ordenó a ambos:
-Ari, lleva las maletas a la habitación desocupada y empieza a acomodar las cosas, ¿sí? Te alcanzo en cuanto limpie el agua que Diego regó por la sala.
Diego, ve a ponerte algo de ropa y cuando termines platicaremos más a fondo sobre cómo nos organizaremos en las labores de la casa, porque, según pienso... vas a vivir con nosotros.Temo pronunció con mucho cuidado las últimas palabras, pues sabía que a Aristóteles no le iba a gradar para nada el hecho de compartir vivienda con Diego.
-¡¡Qué!! ¿!Él viviendo con nosotros!? ¡No! ¡Por favor Temo, dime que es una broma!
-Pues para tu mala suerte, la única broma aquí son los pantalones que usas. Mis papá acordó con Pancho que viviría aquí. Claro que la idea de vivir con Temo me agradó muchísimo aunque no sabía que vendrías tú, Aristóteles, hasta ayer en la noche.
Demasiado tarde para buscar un lugar lejos de ti.-"Dimisidi tirdi piri bisquir in liguir lijis di ti".
-Aristóteles hizo una mueca graciosa mientras repetía lo que dijo Diego y poniendo los ojos en blanco. A Temo le causó mucha ternura ver la actitud infantil de su novio, pero se aguantó las ganas de reír. Aún seguía en su papel de mediador.
-Pues hay muchos hoteles por ahí, busca uno y déjanos en paz a Temo y a mí.
-Ari por favor no empieces, ¿sí? Haz lo que te dije.
-Pero Temo, ¿¿escuchaste que va a vivir aquí?? O sea ¡aquí! ¡Con los dos!
-Anda, flaquito. Ve a la habitación, no hagas esto más difícil. -Temo se acercó con cariño a Ari, lo tomó de la cabeza y le dio un beso dulce en los labios.
-Está bien, solo porque tú me lo pides, mi amor. -Ari tomó las maletas y se retiró a la habitación golpeando a propósito a Diego con el codo.
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Juegos de Amor
Romance¿Qué harán cuando descubran que, por mucho que amen al otro, no pueden evitar que les guste alguien más? Aristóteles Córcega y Cuauhtémoc López deberán enfrentar muchos retos en su nueva vida en la Ciudad de México. El reto más grande es preservar...