-Recuerda que cuando lleguen los estará esperando el chofer, ya tiene instrucciones de llevarlos a la casa donde vivirán. Pero eso sí, no porque yo no esté ahí con ustedes quiere decir que no van a estar chiflando y aplaudiendo, chamacos estos...
- ¡Ya papá, ya entendimos! No tienes que repetirlo cada 5 minutos. Aris y yo no vamos a hacer nada de lo que tú te imaginas.
Mientras decía esto, Temo bajó rápidamente la mano hasta la pierna de Aris y le dio un discreto pellizquito en su muslo derecho. Obviamente Aristóteles sabía lo que esa acción significaba y decidió seguirle el juego a su novio.
-Así es, papá suegro. El señor Temocles y yo nos vamos a portar muy, pero muy bien.
Aris trató de repetir la acción que su novio había tenido hace unos momentos , sin embargo, no contaba con que Julio abrazaría a Temo en ese mismo instante y, en lugar de darle un leve pellizco al muslo de Temo, se lo dio a la barriga de Julio.
-Órale, órale, ¿por qué me pellizcas la panza? Qué, ¿ya así nos llevamos, Pellizcóteles?
-No se dice panza, Julio, ¡se dice estómago!
-Ay como sea Guadalupe, de todas formas se sintió refeo.
-Ay perdón Julio, pensé que eras Temo.
- ¿¡Y tú por qué vas a andar pellizcando a mi Temochas!?
-Ahmm... bueno, yo... eh...
- ¡Ajá! ¡ya los caché, ya los caché canijos! Creían que me iba a tragar el cuento ese de que iban a estar con las manitas quietas... ¡Naranjas!
Susana, al observar que Temo y Aris estaban más rojos que el cabello de Sebastián decidió intervenir y aligerar un poco las cosas.
- ¡Pancho por favor! De nuevo estás exagerando, solo es un juego entre ellos; no tienes por qué armar un escándalo.
-¡Naa qué juego ni qué mis chapulines!. Lo bueno que tomé medidas desesperadas para que ustedes dos estén bien checaditos.
-¿Cómo que medidas desesperadas? ¿Qué hiciste papá?
-Ah pues ya lo verán, dejaré que los sorprenda. Bueno, ya están anunciando su autobús así que denme un abrazo y suban rápido.
-Te amo papá. Prometo llamarte diario.
- No te preocupes hijo, yo sé que estarás ocupado estudiando y portándote bien.
-Nos vemos suegrito. Por favor échele un ojo a mi mamá y a Arqui. Y dígales que los amo cada vez que los vea.
-Y yo te pido que cuides y respetes mucho a Temo.
En el momento en que Pancho le daba algunas recomendaciones (instrucciones) a Aristóteles sobre cómo debían comportarse estando solos, Temo se despidió de los niños y aprovechó para alejar un poco a Susana para interrogarla.
-Oye Susy, ¿tú sabes a qué se refería Papancho con eso de las "medidas desesperadas"?
Susana respondía con el rostro preocupado.
-Sí, y quiero decirte que hice todo lo posible para que tu padre desistiera, pero ya ves que cuando se le mete algo a la cabeza es difícil disuadirlo.
- Por favor Susy, no me espantes; ¡dime qué hizo!
-Yo creo que será mejor que lo descubran ustedes juntos. Y por favor Temo, habla con tu novio, creo que él será el más afectado.
-Gracias Susy, solo espero que no sea lo estoy pensando...
Después de una bochornosa y nostálgica despedida de Pancho, Susana y los niños; Aris y Temo se disponían a abordar el autobús que los llevaría a la Ciudad de México. Ambos estaban muy emocionados y nerviosos.
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Juegos de Amor
Romance¿Qué harán cuando descubran que, por mucho que amen al otro, no pueden evitar que les guste alguien más? Aristóteles Córcega y Cuauhtémoc López deberán enfrentar muchos retos en su nueva vida en la Ciudad de México. El reto más grande es preservar...