Atroz [BakuTodo]

N°4 ¡Celos!

~Pov. Todoroki~
Mi cuerpo se comenzó a sentir cómodo, no era normal sentir esa sensación después de lo que había pasado, con pesar abrí los ojos, por suerte no había luz del sol, mire de reojo el reloj.

Las 3:27 de la madrugada, suspire aliviado, me moví descubriendo el motivo por el cual me sentía más cómodo que antes... Ya no tenía la cinta atandome las manos, las sobe lentamente, estaban un poco marcadas por el tiempo que estuvo la cinta en ellas, me escabui con cuidado, mi cuerpo dolia pero logré levantarme, tome mis prendas que estaban tiradas por toda la habitación.

Abrí la puerta con cuidado, haciendo el mínimo ruido posible, mire ambos lados del pasillo, estaban vacíos; camine con dolor hacia mi habitación. Me tire sobre mi cama, no podía pensar claramente.

Camine al bañó, abrí las llaves de agua; entre en ella cuando estaba tibia seguramente me ayudaría a relajarme. Dejé correr el agua sobre mi cuerpo, en algunas partes ardía un poco, espere un buen rato bajo el agua.

Salí de la ducha, me detuve un momento frente al espejo, tenía demasiadas marcas en el cuello y sobre los hombros resaltaba claramente una mordida, tenía la piel roja seguramente se pondría morado después, me daba pena verme en ese estando. Me vestí despacio ya que mi cuerpo dolía.
Camine y me tire sobre la cama de mi habitación.

—16, 16...16— susurré repetidamente, me levanté a mirar el reloj: 4:30. —¿Cuanto tiempo estuve en el baño?— me pregunté a mi mismo, busque mi uniforme y me lo puse, tome una bufanda y la puse al rededor de mi cuello cubriéndolo por completo. Tome mi celular junto con mi mochila y salí de mi habitación, aún todo era silencio.

Mis pasos resonaban por todo el pasillo, en mi cabeza se repetían una y otra vez escenas indescriptibles, baje la mirada mientras negaba con la cabeza, quería olvidar: estaba dispuesto a hacerlo.

Tantos pensamientos en poco tiempo.

Seguí mi camino con la cabeza gacha, no me gustaría que alguien me viera en tal estado. El impacto con alguien me hizo caer, levanté la mirada con temor a quien estaba frente a mi, deseaba que no fuese Bakugō.

—¿Todoroki kun, que haces despierto a esta hora?— le mire incrédulo, quien debía preguntar eso era yo, pero no tenía o no quería darle una explicación, baje la cabeza mientras suspiraba. Sentí su cabello húmedo en el costado de mi cara, sus brazos me sostuvieron con fuerza.

No tenía idea de cuánto necesitaba ese abrazo.

Correspondí aquel abrazo poco después, mis ojos picaban mientras un pequeño cúmulo de agua se hospedaba en mi conjuntiva, mientras mis ojos se cerraban con fuerza estas escaparon: lágrimas, tenía años que no tenía la necesidad de llorar, pero dadas las circunstancias era lo mejor que podía hacer. Entendí claramente el sentir de Midoriya al verme así, su cuerpo se tensó, me envolvió con más fuerza. Yo mejor que nadie sabía de la impotencia.
No tenía idea de cuánto tiempo llevaba siendo abrazado por Midoriya, pero no quería que me soltará, me daba una sensación cálida y hasta un poco de paz, permanecí en esa posición por un par de minutos más.