Especial: Tengo algo que decirte

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POV's Tin

          Sentado en mi escritorio, de mi propia empresa, miro el pequeño portarretrato, al lado de la pantalla de mi computadora. Lo tomo entre mis manos. Es una foto del día que mi Can y yo nos casamos. Fue algo pequeño, acá en Londres, en una notaría decorada muy bonita, con su madre y hermana, hasta Ae y Pete vinieron. Nuestra boda fue hace dos años y medio, para navidades.

         Ambos sonreímos felices en esa foto. Automáticamente sonrío. Es increíble cómo pasó el tiempo. 9 años ya de que estamos acá. Y sí, a Can le costó mucho adaptarse a nuestra nueva vida, sobre todo por el idioma, pero lo logró, como todo lo que se propone en la vida. Había días donde despertaba triste, o llorando porque extrañaba a su familia y amigos, pero también entendía lo peligroso que sería volver, por lo que solo se abrazaba a mí, y yo solo lo consolaba, diciéndole que todo estaría bien.

        Estudiamos en una universidad paralela a la nuestra aquí, no podíamos desperdiciar nuestra juventud, por lo que, juntos, presentamos algunas pruebas y empezamos nuevamente nuestros estudios. Y lo logramos.

        El ahora trabaja con entrenador en un equipo de futbol para niños y yo tengo mi empresa de marketing.

        Hoy es un día como cualquier otro, viernes, fatigoso, pero, hace un buen tiempo que no salgo con mi pequeño a pasear, siempre llega tan cansando de sus entrenamientos, que solo come, se ducha y a la cama. Por más que le he dicho que no es necesario que trabaje, que puedo mantenernos a los dos, él se niega. Siempre tan independiente.

         Siguiendo con lo anterior, he reservado una suite en un hotel 5 estrellas, cenaríamos ahí y tendríamos una noche romántica, aunque conozca los gustos de mi Can, no está mal darse un lujo de vez en cuando, justo como lo haré hoy. Lo pasaré a buscar al estadio, iremos a nuestro hogar, donde le espera ropa nueva, que cuando la vi, me dije, tengo que comprársela. Y luego iremos a este sitio.

        Estoy emocionado, me gusta sorprenderlo, ver sus lindas reacciones, su inminente sonrojo... Ahh. Vuelvo a sonreír como idiota. Acaricio su figura en la imagen y dejo el portarretrato en su lugar, aún falta un par de horas para irle a buscar.

POV's Can

—No sé cómo decirle, Good. – Tiro mi cabello hacia atrás. –

—Díselo... y... ya... Can. – A pesar de tantos años, sigue hablando lento pero seguro. –

—¿Y si él aún no quiere tener cachorros? ¿Y si me deja? ¿Si ya no le pareceré atractivo? Porque subiré de peso, querré comer muchísimo más de lo que normalmente hago, tendré cambios de humor. O peor aún. ¡Querrá obligarme a estar en casa todo el embarazo! Goooood. – Miro la pantalla, mi amigo tiene el rostro cansado, no sé si de mí, o de su día. –

—Can... solo... díselo... él... es... tu... alfa.

—Además quisiera que nazca en Tailandia, pero Tin no quiere regresar... - Hace unos días me enteré que estoy embarazado, después del pequeño shock, me emocioné, pero también pensé que el lugar donde nuestro cachorro debe nacer, es en Tailandia. –

        Y claramente, si ya estoy nervioso solo con darle la noticia a mi Tin de mi embarazo, ahora pedirle que volvamos, por lo menos hasta que nazca.

—¡Can! Tu esposo vino por ti. – El inglés perfecto de un compañero resuena en los vestidores. –

—¿En serio? – Mi inglés es bueno, pero no tanto como me gustaría, aún es algo tosco. –

—Sí, apúrate.

—Me tengo que ir Good, deséame suerte. – Mi amigo abre la boca pero cuelgo rápidamente. –

Necesito a mi (NO) omega - TinCanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora