—Can, ya lo hablamos.
—¡Tin! Realmente quiero eso. – Me quejo, ya molesto. –
—¡Pero yo no estoy de acuerdo! No lo permitiré. – Él también empieza a molestarse. –
Y es que llevamos ya unos cuantos días discutiendo. Por la sencilla razón de que quiero tener a nuestro cachorro en Tailandia, pero él se niega a que pisemos suelo tailandés.
—Tin, yo quiero que el doctor Beam se encargue de mi embarazo, quiero que nuestro cachorro nazca en las mismas tierras que nosotros, quiero que mamá y Lay lo puedan ver desde un primer momento, sin tener que hacerlas viajar a ellas siempre. ¿Eso tiene algo de malo? – Expongo con la voz quebrada, intentando no llorar. –
Aparte de los mareos y vómitos, la parte sentimental es la que más me ha pegado. En mis celos, normalmente soy muy emocional, todo puede hacerme llorar, el embarazo llegó para empeorarlo. No sé qué será de mis cambios anímicos durante 9 meses.
—Y todo eso está bien, lo que no está bien es regresar, Can. – Intenta acercarse a mí, pero doy un paso atrás. Por primera vez, no quiero que me toque. –
—¡No tiene sentido lo que estás diciendo, Tin Medthanan! – Exclamo, con los nervios de punta. –
—Can, cálmate. Puedes hacerle daño al bebé.
—¡NO LE DIGAS A UN EMBARAZADO QUE SE CALME! ¿Es que acaso no me entiendes Tin? – Empiezo a llorar, estúpidas hormonas. –
Tampoco negaré que también es un vago intento para que me diga que sí. Porque soy su omega ¿No? Él no quiere verme llorar. Él me complacerá. ¿No?
—Can. – Respira fuertemente. —No llores, por favor. – Esta vez, sí me dejo abrazar. –
Su aroma me calma, como siempre, aunque yo no quiero eso, yo quiero que vayamos a Tailandia, es lo único que deseo. Y lo lograré, no sé cómo, pero lo haré. No dejaré que otro ginecólogo me atienda. Quiero que sea el Dr. Beam.
—Pero Tin. – Replico aún moqueando. —Qui-quiero que vayamos a-a Tailandia.
—Eso no pasará, Can. Tenemos nuestra vida hecha aquí, tu mamá y hermana siempre vienen, y nazca donde nazca nuestro cachorro, lo amaremos de igual forma.
—Por favor. – Acaricio su cuello. –
—Can, ya te dije que no. – Su voz de alfa raramente sale a juego cuando discutimos. Realmente no me lo esperaba ahorita. –
Naturalmente, mi cuerpo, y mi omega, se hacen extremadamente sumisos a él. Tin me carga en sus brazos, con camino a la habitación, disculpándose repetidas veces, y besando mi rostro.
—Lo siento pequeño. – Me abraza, acurrucándome a su lado. —Lo siento por asustar a papi, cachorro. – Acaricia mi vientre. Logrando que sonría. Aún me molesta demasiado cuando usa su voz conmigo, pero hace cosas que me enternecen tanto, que solo me queda caer rendido por él. –
—Dejemos de pelear por hoy, Tin... Ambos sabemos que ganaré. – Susurro. –
—Veremos Cantaloupe, veremos. – Huele a desafío. –
—¡Tin! – Golpeo suavemente su mano. —Sigues sin tener permitido llamarme así.
—Mira como lo hago, Cantalouuuupe. – Ambos reímos. –
Nuestras peleas siempre acaban así, abrazados, usualmente en la cama, él burlándose de mi nombre y yo refunfuñando.
[...]
![](https://img.wattpad.com/cover/178495189-288-k598669.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Necesito a mi (NO) omega - TinCan
Fiksi PenggemarSea donde sea que estés, te encontraré Cantaloupe. Así sea lo último que haga en la vida. Pareja principal: TinCan Secundaria: AePete Menciones: MingKit ForthBeam Continuación de (No) Soy Omega.