—Y yo los declaro, marido y mujer. Puede besar a la novia. – Pronunció el monje. –
El ya Señor Medthanan, toma de la cintura a su hermosa esposa, a su omega. Y le besa con ternura. El momento más feliz de su vida. Lo había logrado, él se casó con su amor destinado. Amelie, desde el primer momento que la vio, en aquel viaje a Inglaterra, y captó su dulce fragancia a flores silvestres, supo que ella sería la mujer de su vida.
Se separa un poco, sonriéndoles a sus invitados, y empiezan a caminar por el pasillo, con sus brazos enredados, listos para ir a su recepción.
Se cruza con el rostro de su madre, que ni se molestó en fingir una sonrisa, para no levantar habladurías. No. Ella tenía su cara seria, molesta. Hizo a su hijo suspirar e intentar ignorarla. Ella estaba ahí porque su padre logró traerla.
Se despide de su padre, quien, al menos, le sonrió y le dio un abrazo apretado. Que él sabía que es puro espectáculo.
En su recepción fue algo muy bonito, no tan lujoso como todos pensarían y es que, su madre no quiso ayudarle con los gastos. Él se esforzó trabajando dos años, casi sin ver la luz del día, para celebrar su boda como hoy lo está haciendo. Su esposa, le había ayudado tanto, y él sabía lo difícil que era para ella, un país desconocido, un idioma desconocido, sin su familia, sola totalmente. Pero el amor todo lo puede. Por eso resistió todo lo que tuvo que resistir y apoyar al amor de su vida.
[...]
—Bienvenido a la familia, Tul Medthanan. – Susurra el feliz padre primerizo, en la habitación del hospital. –
—Nuestro bebé es hermoso, amor. – Sonríe Amelie, ha tan solo un año de casados, llegó su primer hijo a alegrarles la vida. —Será un alfa fuerte, como tú. Lo presiento.
—Sea lo que sea. Lo amaré y protegeré siempre. – Coloca el bebé sobre el regazo de su esposa. —Gracias por este regalo, amor.
Besa su frente, el parto había sido difícil para ella. La muerte estuvo tocando su puerta, pero solo pensar en su pequeño, en su esposo, la hizo luchar hasta el final, no era una omega especialmente fuerte, pero nuevamente. El amor todo lo logra.
[...]
—Eso no es mi nieto. – Había dicho su madre cuando le llevó por primera vez a su casa. —Nunca será un Medthanan. Él no es fuerte. Él no es puro. – Sentenció mirando al bebé con desdén. –
Durante el regreso a su casa, Amelie no pudo dejar de llorar. Ella podía soportar no ser aceptada por su suegra. Pero que su hijo sea rechazado es demasiado.
—Tranquila, Tul es un Medthanan con todas sus letras. Es nuestro niño, si ella no lo amará, nosotros sí lo haremos. – Dictaminó con voz dulce, pero determinada. Es su familia, su mamá no podía hacerles daño. —Siempre estaré contigo, con ustedes.
Acarició su pierna con ternura, y liberó sus feromonas para ella. Tul en su regazo rió feliz de sentirlo, totalmente ajeno a la situación. Logrando hacer sonreír a sus padres.
[...]
—¡No lo haré madre! ¡Yo soy feliz con mi familia! – Reclama Tun Medthanan a su señora madre. —Amelie es mi pareja destinada, madre.
—Eso no existe. – Replica mirándolo fijamente. —¿Acaso no entiendes la estupidez que estás haciendo? Ella es una débil omega. Y no es tailandesa. Tul no será heredero digno, no es capaz de nada.
—Podremos sobrevivir sin ti, madre.
—No me hagas reír. – Sonríe. —Tu amor por el dinero es mucho más grande. – Se levanta y busca un papel. —Esta familia, daría hasta la mitad de su fortuna, si su hija se casa contigo. – Le enseña la foto. —Ella es alfa pura, como tú. Ella sí puede darte hijos fuertes.
Tun la mira en silencio.
—Me voy. – Sale por piernas del despacho, sin siquiera chocarse con su padre y se va de esa casa. –
Esa familia es demasiado rica... Ellos... No, no, no. Él es feliz.
[...]
—¿A-acaso no me amas? – Pregunta con la voz rota. —Tun... N-no puedes hacer e-esto. ¿Tul? – Llora tendida en el suelo. –
—Te dije que tiene que acabar. – Fuerza a su voz de alfa salir. Cuando por dentro, quiere correr a ella, abrazarla, consolarla, decirle que saldrán de esta, juntos. –
Pero su madre había sido clara.
—Tul seguirá conmigo. Pero tú te irás de aquí.
—Tun...
—¡Vete! ¡Regresa a tu país! De donde nunca te hubiera sacado. – Le lanza un pasaje de avión. Sin retorno. –
Ella sigue arrodillada, sin ser capaz ni de mirarlo, él había dado una orden, y aunque eso la matara, debía obedecerlo.
[...]
—Recuerda que siempre te amaré, Nong. – Lo abraza con cariño. —Siempre puedes confiar en P'.
Tin deja de sollozar, y se empieza a quedar dormido entre los brazos de su hermano mayor. Esos que siempre que papá lo ignora o regaña, están abiertos para refugiarse en ellos.
[...]
—¿Qu-qué mi mamá qué? – Pregunta Tul con la voz quebrada. –
—Ella no lo soportó, hijo. 23 años es demasiado tiempo. Más bien resistió. – Le responde su otra abuela, con un inglés británico. —La depresión pudo con ella. – Corta desde ese momento y para siempre, su comunicación con su familia materna. –
Tul no lo soportó más, su odio hacia Tin llegó a niveles extremos, con sus pocos años, un alfa maduro y siendo el favorito de la familia, es capaz de aborrecer a su hermano como si hubiera cometido el peor delito.
Pero estaba cegado. En ese momento, para él, su mamá había muerto por culpa de Tin Medthanan. Sin analizarlo mucho, empezó a mover sus influencias, terminando por organizar aquella fiesta con drogas.
-------------------------------------
Algunas escenas del pasado de la familia Medthanan y del odio de Tul. Nada muy específico, solo algunos antecedentes, basados en varios datos curiosos de la novela original. <3
Si lo hacía con muchísimos más detalles y más extenso, se me haría un especial infinito xdxd. Y a ninguna le importa la vida del Tulsito pambisito :v.
Empezamos la oleada de especiales. ¿Cuál les gustaría que sea el siguiente? Ando desocupada y con luz "estable". Estoy on fire. Pidan por esa boquita. <3
-N'Anyi:)
ESTÁS LEYENDO
Necesito a mi (NO) omega - TinCan
Fiksi PenggemarSea donde sea que estés, te encontraré Cantaloupe. Así sea lo último que haga en la vida. Pareja principal: TinCan Secundaria: AePete Menciones: MingKit ForthBeam Continuación de (No) Soy Omega.