Malfoy & Granger © ||DraMione||

3: Efecto Mandela

Draco.

Desperté lentamente, los rayos del sol se colaban por la cortina que había olvidado cerrar. Me moví, topé con el cuerpo tibio de una chica, lo sé porque tiene curvas y la piel suave. No recuerdo haber metido a nadie, es más aún ni siquiera me he quitado la horrible castidad... Aún.

Trato de despertar más. Al verla noté que es Granger. Ese cabello desastroso y... Se está desarrollando magníficamente. Esperen... ¡¿Que hace Granger en mi cama?!

— Draco — ella empieza a despertar y me regala una sonrisa — buenos días amor— me atrae a ella y me planta un beso para luego separarse.

Estoy muy sorprendido, ¿estoy soñando? ¿Acaso lo hicimos? ¡¿Me metí entre las piernas de una sangre sucia?! ¡Que me trague un troll!

— ¿lo hicimos? — pregunté cauteloso, procurando no mostrar mis sentimientos.

La vi enrojecer, incluso así se veía adorable, olviden eso último— ¿por qué preguntas eso? Siempre dormimos juntos y nunca pasa eso.

— ¿siempre dormimos juntos? —pregunté asombrado.

— Sí, nuestros padres se lo pidieron a Dumbledore — me respondió —¿no lo recuerdas? — Tocó mi frente — ¿Estás bien?

— desde luego, solo estaba jugando a estar confundido. — mentí, ella sonrió y pareció creerme. ¿Que mis padres que? Acabo de enloquecer.

Granger no dijo más por qué la puerta se abrió de golpe dejando ver a una adolescente que parecía ser tía Bellatrix, su cabello negro desastroso, piel de porcelana, con aire arrogante y de mando, Volviendo al tema, esa chica ingresaba con una sonrisa inmensa, sus ojos eran azules como los de tío Rodolphus. Pero el resto era de mi tía Bella. Quizás su ¿hija? ¿Que no estaba en Azkaban? ¿En qué clase de mundo acabo de aparecer?

— Salgan de la cama, hoy es la prueba de Harry y debemos estar ayudándole a perfeccionar el encantamiento convocador como sus buenos amigos — ¿qué dijo? ¿Amigos de san Potter? Esto debe ser un sueño.

— Sí claro, ¿que sigue un Weasley en Slytherin? —susurré sarcástico mientras buscaba mi ropa en el armario.

— Draco está jugando al confundido— Granger parecía estar algo preocupada ¿por mí?

Esa mujer se acercó con paso firme hasta mi — soy tu prima Altair Lestrange y te mataré si le dices a mi madre que salgo con Fred que es Weasley un traidor a la sangre — sentí su varita en mi garganta, hizo que recordará como mi padre solía castigar mis fallas, luego se alejó.

Escuché la risa de Hermione, ¿me amenazan de muerte y ella se ríe? — Altair, vas a asustarlo otra vez — dijo entre risas.

— No me asusté. — Ambas me venían con sarcasmo.— lo que hagas con Weasley me tiene sin cuidado, solo no los confundas — respondí tratando de sonar divertido.

Al salir de nuestra habitación, Potter estaba usando una bufanda de Slytherin. ¡Oh Merlín! ¿En qué mundo acabo de caer? Theodore Nott estaba ahí también con la mirada perdida.

—Malfoy tenemos que hablar afuera. — Nott se acercó a mi con cierta precaución. — disculpen señoritas, pero es un problema de vida o muerte, nos vemos San Potter.

—¿qué sucede Nott? — pregunté una vez fuera del alcance de todo.

— es lo mismo que quiero preguntar, ¿esto es un sueño? O... ¿Acabo de enloquecer? —Respiró profundo —Ayer estábamos riendo sobre las boberías que Granger dijo y amanecí en el pasillo siendo despertado por Pansy. ¿Y sabes que es lo más hilarante?

Negué con la cabeza. — no tengo idea.

— Pansy es virgen, me le insinúe... Pero me golpeó.— el pelinegro estaba completamente fuera de sí y yo de incrédulo.

— ¿Pansy Virgen? ¿Tragaste la raíz de una mandrágora? ¿Bebiste alguna poción rara? — yo estaba más que extrañado. — Lo tuyo no es nada extraño... Yo amanecí con Granger.

—¿lo hicieron? Debe ser hermosa desnuda, con sus rizos moviéndose por su cuerpo. — aquello me causó risa.

— Se está desarrollando bien y sus pechos son... —no podía admitir que esa sangre sucia me ponía algo caliente de pensar en ella. —creo que usa algo para que no se le noten, pero tienen buen tamaño.

— ajá... Eso ya lo noté, esta Hermione me pone...— Nott estaba algo ¿emocionado?

— es mi prometida... Ha de ser sangre pura —solté con frustración. — este mundo está de cabeza, todos parecen ser diferentes, aquí al menos podrás acercarte a Lovegood sin que te diga algo sobre nargles.

—¿por qué tendría que fijarme en la Lunática?. — preguntó y yo lo miraba como si fuese algo obvio. — bien, ya entendí.

El efecto Mandela hace que confundas o recuerdes cosas que las personas a tu alrededor desconocen.