9: Braille

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Era lunes por la mañana, estaba completamente listo para ir al trabajo, pero antes de salir decidió tomar una taza de café mientras observaba por su balcón.

Del edificio de enfrente se asomó por el balcón del décimo piso, una joven, Ella era la joven más hermosa que había visto, sus cabellos rizados estaban atados en una coleta alta, usaba un vestido blanco, parecía ser un ángel. Ella le miraba directamente. La distancia no le permitía notar si sus ojos eran negros o almendras. Pero le miraba fijamente, se sentía hipnotizado.

No supo cuánto tiempo la estuvo observando, incluso su café estaba frío cuando por fin le dio un sorbo, ella se giró y se adentró a su departamento.

Cuando vio la hora en reloj de su muñeca era 8:15am, hacía 15 minutos debía haber estado en su oficina, en aquel momento se alegraba mucho de ser el gerente general de la Editorial Malfoy, por ende podía llegar tarde y nadie le reclamaría.

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Aquello de llegar tarde por estar observando a la joven se le había hecho costumbre, ella no le daba señales de querer ser cortejada por él, sólo le miraba y a veces sonreía.

Un mes más tarde, sábado por la mañana, Theo Nott y Blaise Zabini fueron a visitarle, Draco les hizo pasar y salieron al balcón.

— Así que es cierto, estás enamorado. — dijo Theo, era dueño de una clínica oftalmológica.

— Se nota en sus ojos y el hecho de que llegue tarde a su editorial. — se mofó Blaise, un hectometrista.— ¿tienen citas?

Draco sonrió. — Ni una sola.

— ¿Cuál es su nombre?. — preguntó Blaise.

— No tengo idea. — respondió Draco. — le he enviado arreglos de flores, pero ella parece no querer responder a mi cortejo.

— ¿Y por qué no vas a buscarla? — preguntó Theo, estaba extrañado por la conducta de su amigo, es decir, Draco tenía 28 años y actuaba como un adolescente.

— he ido a buscarla, pero nadie abre, y los vecinos me dicen que ha salido. — respondió Draco.— he probado con diferentes horarios pero ella no está.

Entonces los tres hombres observaron por el balcón de enfrente, la joven apareció por el balcón, tenía el cabello suelto y ropa deportiva.

— Es ella. — Dijo Draco.— no logro diferenciar el color de sus ojos, pero me gusta su mirada inocente.

Theo y Blaise cruzaron miradas.

— el lunes ven a la clínica. — dijo Theo. — a las 10am

— Tengo trabajo. — respondió Draco.

— sus ojos son de color avellana, Draco te estás quedando ciego. — Blaise observó a través de sus lentes.

Draco vio hacia la joven de enfrente y entrecerró los ojos, para intentar ver los ojos de la muchacha, pero definitivamente no lo logró, a excepción de un dolor de cabeza.

— Creo que iré a visitarla ahora, aprovechando que ella está en su departamento. — No podía esperar más, deseaba cortejarla y convertirla su novia.

— No iras con ella, tenemos que ir a la fiesta de cumpleaños de tu madre. ¿Lo olvidas?— Theo estaba sonriente. — aunque claro puedes invitar a la señorita...

Blaise sonrió con diversión — apuesto que tu madre la vería como tu futura esposa... Y la señorita se sentirá incomoda...

Theo se estaba divirtiendo con la mueca de disgusto del el rubio — Nunca más tendrás oportunidad de acercarte y serás soltero de por vida...

— con 50 gatos y pasarás horas leyendo novelas románticas para no pensar en la chica de cabellos revueltos. — Añadió Blaise con dramatismo.

Blaise se echó a reír por la cara de espanto que Draco tenía, claramente se había imaginado todo aquello. Theo sólo sonreía.

Dicho eso el trío fue a casa de la madre de Draco, la mujer siempre preguntaba a Draco por alguna novia y el hecho de que por que aún no se animaba a darle nietos o adoptar niños si salía con un chico, su madre era de mente abierta así que no le molestaba en absoluto su sexualidad, siempre y cuando fuera feliz y le diera nietos.

Draco no había dado señales de querer tener una relación seria, no era homosexual, lo había comprobado al salir con un amigo. Él había nacido para ser hetero.

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Hermione caminaba por las calles con su perro, un hermoso Akita o eso le había dicho su primo Theo cuando le obsequió el cachorro hace 6 años. Había perdido la vista en un accidente a los 18 años, sus córneas resultaron dañadas.

Iba a la clínica.

Le gustaba ser independiente y sabía que nunca volvería a ver, su primo se había vuelto su médico y habían tratado con todo tipo de exámenes, la repuesta era siempre la misma.

Al llegar saludó a la recepcionista que la condujo a la oficina de Theodore.

— ¿hay noticias? — preguntó mientras ingresaba. Podía oír la respiración de dos personas aparte de su primo. Uno era Blaise, pero ¿el otro?

—¿recuerdas que te hablé de Draco? — preguntó su primo.

Ella fingió ver.

— ¿el chico gay? Sí, ¿eres tú el que me ve cada mañana? — preguntó Hermione.

—¿Cómo sabes eso? — Blaise se mostró sorprendido.

— la vecina lo dijo que hay un hombre que me observa... Además Theo no me presentaría a algún extraño. — Suspiró. — Soy ciega. ¿Te sigo interesando?

Draco sonrió, era una chica muy linda y especial. — Mucho más. ¿Quieres ir por un café?

—¿y si mejor vamos por un libro? — ella le sonrió — si bien estoy ciega puedo leer libros en braille.

— Tienes suerte, yo soy el director de una editorial y hay muchos libros que...

— ¡cásate conmigo! — exclamó Hermione con una radiante sonrisa. — Aunque ame más a tus libros que a ti.

Theo y Blaise rieron. Desde que la joven había perdido la vista lo único que la consolaba era los libros que tenía en braille, pero eran demasiado caros.

Draco sonrió ella era la clase de mujer espontánea que le interesaba. — Si con cada libro que convierta al braille me has de querer un poco más te aseguro que voy a obsequiarte muchos.

Hermione le sonrió. — Hecho.

Malfoy & Granger © ||DraMione||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora