Malfoy & Granger © ||DraMione||

8: Mi Amor Nunca Morirá

Uhhh
Mi amor, mi amor. Mi valiente amor
Nunca digas adiós, el cielo caerá, el mar nos ahogará, pero mi amor nunca morirá.

Los carroñeros rieron al leer los pensamientos de la joven bruja, era conducida a la mansión Malfoy en compañía de Harry y Ronald.

Repetía sus pensamientos una y otra vez. Su intención era que Draco entendiera el mensaje. Eran las palabras de amor que solían decirse el año anterior.

Cuando ingresó a ese lúgubre lugar él fue llamado, la vio y sabía que su amado deseaba sacarla a ella y sus amigos.

Mi amor, mi amor. Mi valiente amor nunca digas adiós... El cielo caerá, el mar nos ahogará, pero mi amor nunca morirá.

— ¿Crees que esos estúpidos pensamientos van a detenernos? — preguntó Bellatrix cuando la tuvo delante. — Tendremos una conversación de chica a chica...

Draco no tenía idea de quién había lanzado el primer hechizo, pero una batalla se desató en el salón.
No iba a permitir más sufrimiento y menos para la mujer que amaba.

Mi corazón, mi corazón. Mi ahogado corazón, no he dejado de derramar lágrimas por ti, puedo llorar por siempre, el cielo caerá, el mar nos ahogará, pero mi amor nunca morirá.

Draco peleaba con su padre y con su tía para proteger a su amada, no dejaba de pensar su repuesta a los pensamientos de su amada.

Al final lograron huir con sus amigos gracias a dos elfos domésticos.

Se quedaron observando el mar, mientras Harry y Ron, llevaban a Luna y Narcissa Malfoy a descansar.

— Gracias por salvarme — Hermione le tomó la mano.

— Te amo y yo no podía permitir que te hirieran... — Draco se movió lentamente por el dolor, fue cuando la bruja vio la daga de Bellatrix clavada en la espalda de su amado — Mi amor nunca morirá... sabíamos que esto pasaría. — se sostuvo a ella y luego la miró a los ojos cristalizados y casi sin vida.

Sigue adelante, sé que serás valiente en las noches más lúgubres que han de venir...

Tras ese pensamiento él cerró los ojos, un par de minutos fueron suficientes para que la vida de su amado se escapara, la castaña rompió a llorar mientras sostenía el cuerpo de la persona que más amaba en el mundo.

El Dragón había luchado hasta el final para proteger a su princesa.

Nunca voy a decir adiós, mi corazón se ahogará con las lágrimas... Mi amor nunca morirá...